
Presume en redes sociales de la 'paguita' que recibe: "¿Te piensas que voy a gastar el lomo si el Gobierno me da casi 2.500€?"
Presume en redes sociales de la 'paguita' que recibe: "¿Te piensas que voy a gastar el lomo si el Gobierno me da casi 2.500€?"
La declaración de un hombre que asegura vivir cómodamente gracias a las ayudas del Estado ha desatado polémica en redes sociales.
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En los últimos días, se ha hecho viral en redes sociales un vídeo en el que un hombre responde a una persona que critica las ayudas sociales que recibe del Estado.
La grabación ha generado polémica no solo por el contenido de sus palabras, sino también por la actitud desafiante con la que defiende su situación económica.
Su discurso pone sobre la mesa una conversación incómoda pero necesaria: ¿son efectivas las subvenciones y ayudas? ¿Se entregan de forma correcta?
"Vivir sin gastar el lomo"
Lejos de sentirse avergonzado, el hombre presume abiertamente de las ayudas que recibe: "Me dan casi 2.500 pavos cada mes".
Y añade: "¿Te piensas que voy a gastar el lomo si el Gobierno me da casi 2.500 euros al mes? Pero, ¿en qué cabeza cabe?". La frase, que rápidamente se viralizó en distintas plataformas, ha generado una oleada de indignación entre los usuarios.
Su argumento se basa en una lógica económica personal, aunque cuestionable para muchos: "¿Tú te piensas que yo voy a ir a trabajar de 8 a 10 horas por 1.200 euros? ¿Pagar un alquiler de 700 u 800 euros y no poder sobrevivir? Pues no".
Con esta frase, resume su decisión de no incorporarse al mercado laboral, optando por sobrevivir gracias a la suma de ayudas públicas y actividades informales.
El hombre relata además cómo accedió a esas ayudas: "¿Que hay pagas? Pues allí que voy yo y he hecho la solicitud. ¿Que me viene aprobada como en este caso me ha venido? Pues a cobrar casi los 2.500 pavos que cobramos por ser 5 personas en casa".
Aunque muchos de sus seguidores lo aplauden por 'buscarse la vida', otros consideran que su actitud representa un agravio hacia quienes contribuyen al sistema a través del trabajo y los impuestos.
Lejos de mostrarse autocrítico, él se enorgullece ante el destinatario del video del 'equilibrio' que ha logrado.
"¿Qué te parece, hermano? Y así sobrevivo. 2.500 pavos cada mes y más lo que yo me hago por ahí, a mi rollo, ¿vale? Pues gano más que tú, pero fijo, y sin agachar el puto lomo", comenta.
El testimonio concluye con una reflexión sarcástica a la vez que polémica: "¿Que quieres trabajar 8 horas? Ve a trabajar, así te quitarán todo lo que te tengan que quitar y con un poco tuyo y un poco del otro, al igual me la suben un poco más".
Su visión, aunque polémica, pone de relieve una realidad incómoda sobre el uso (y en ocasiones abuso) de los recursos públicos, evidenciando las tensiones existentes entre quienes perciben estas ayudas y la sociedad que las financia.
En definitiva, el vídeo ha abierto un debate sobre la sostenibilidad del sistema de ayudas, el control de las condiciones de acceso y la percepción social de quienes viven de esas prestaciones.
La pregunta que flota en el aire es si este tipo de casos son una excepción anecdótica o un reflejo de un problema más amplio y estructural.