El gasto en pensiones sigue aumentando con los años.

El gasto en pensiones sigue aumentando con los años.

Sociedad

Miguel Sebastián, economista y exministro: "Las pensiones siempre se pagarán, el problema es a qué coste"

El envejecimiento y el aumento del gasto hacen de la sostenibilidad del sistema de pensiones uno de los mayores retos de España.

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La sostenibilidad del sistema de pensiones se ha convertido en uno de los mayores desafíos económicos y sociales para España en las próximas décadas.

El economista y exministro Miguel Sebastián lo resume así: "Siempre se pagarán, el problema es a qué coste y renunciando a qué".

Lo que antes parecía una preocupación a largo plazo, hoy empieza a tomar forma de urgencia estructural. Las advertencias sobre los desequilibrios futuros ya no son teoría: son datos presentes.

Un sistema insostenible

Con una población cada vez más envejecida y una esperanza de vida en aumento, el modelo actual enfrenta una presión creciente que exige respuestas políticas y económicas de calado.

La clave está en las decisiones que se tomen hoy. Se trata de evitar que el sistema se convierta en un lastre fiscal insostenible o que sacrifique otras políticas públicas esenciales.

Sebastián pone cifras contundentes sobre la mesa: "Hace 20 años el gasto en pensiones era un 9% del PIB, ahora es un 13% del PIB y si no se hace nada sustancial en el año 50 será un 17% del PIB".

Este crecimiento no es puntual, sino estructural y acumulativo. "Estamos hablando de un 17% que forma parte de un flujo; es decir, un 17% cada año. Por lo tanto, al año siguiente, otro 17%, y luego otro 17%. Entonces, hay que hacer algo", advierte.

La presión se explica, entre otros factores, por el envejecimiento de la población y la evolución natural de las pensiones: "El gasto va a aumentar por el envejecimiento demográfico y porque siempre las nuevas pensiones van a ser más altas que las que salen, por un tema de avance de la renta de todas las cohortes de pensionistas".

El gran dilema es a qué renunciar para asumir ese gasto: menos inversión pública, más impuestos o un déficit sostenido. Todas las opciones tienen costes. Por eso Sebastián insiste: "No se puede buscar una variable única, hay que hacer una reforma bastante global del sistema".

Una opción obligada

Una de las soluciones inevitables podría estar en la edad de jubilación. "Probablemente haya que retrasar una vez más la edad de jubilación", afirma Sebastián, en línea con la tendencia de otros países europeos.

Pero también sugiere avanzar hacia un modelo más flexible, que permita compaginar pensión y empleo. "Sería interesante favorecer cierta flexibilidad para compatibilizar la pensión con un empleo a tiempo parcial, incluso con un fijo discontinuo, algo tan de moda actualmente", propone, abriendo la puerta a una jubilación más gradual.

En este escenario, la inmigración también jugará un papel decisivo para Sebastián: "Yo creo claramente en la inmigración no solamente para ayudar a resolver el tema de las pensiones, sino porque la economía española va a necesitar inmigrantes para seguir produciendo tanto bienes como servicios".

En definitiva, el sistema de pensiones seguirá siendo una piedra angular del Estado de bienestar, pero su sostenibilidad exige decisiones valientes y a largo plazo. No se trata solo de números, sino de cómo se quiere construir el futuro del país. Y como apunta Sebastián, el momento de actuar es ahora.