El enfado de una joven con Airbnb: le cobran más por dejar pelos de su perro en un piso apto para mascotas

Las ansiadas vacaciones de verano son sinónimo de playa, descanso y tiempo libre. Como cada año, millones de españoles pondrán rumbo a diferentes puntos de la geografía española para disfrutar del clima, los paisajes y las comodidades que ofrece viajar por nuestro país. Algunos elegirán un hotel para su estancia, pero otros muchos se decantarán por un apartamento vacacional de un particular.

Siguiendo esta línea, Airbnb se ha convertido ya en la plataforma de referencia debido a las facilidades que ofrece a la hora de alquilar y a la seguridad en sus transacciones económicas. Sin embargo, cada vez son más las polémicas que surgen por los inconvenientes vividos entre propietarios e inquilinos. El último, hace apenas unos días, cuando una mujer mostró en su cuenta de TikTok lo sucio que habían dejado tres huéspedes su apartamento después de su estancia. Las imágenes reabrieron la polémica sobre si los inquilinos deben limpiar el piso aun habiendo pagado previamente una tasa de limpieza.

Pero no ha sido la única polémica. De hecho, los enfrentamientos entre anfitriones y huéspedes están a la orden del día. El último ha ocurrido en Estados Unidos y también ha estado relacionado con la limpieza del apartamento. En esta ocasión, una usuaria ha criticado que la anfitriona del piso le haya exigido pagar un cargo extra de limpieza tras haberse encontrado pelos de perro en una vivienda vacacional que, tal y como ponía en la web, era apta para mascotas.

Judge, el perro de la huésped obligada a pagar un extra en Airbnb por dejar pelos de su mascota.

La inquilina, de nombre Maddie, ha explicado a través de las redes sociales cómo ha ocurrido todo. Cuando buscaba el apartamento perfecto para sus vacaciones, la estadounidense tenía claro cuál tenía que ser uno de los principales requisitos de la casa: la admisión de mascotas. Por ello, y tras confirmar que la vivienda turística era apta para mascotas, la joven decidió alquilarla para disfrutar de unos días de descanso acompañada de su perro.

De hecho, tal y como ha confirmado la propia Maddie a través de sus redes sociales, ella misma llegó a inscribir en la reserva a su perro Judge, un pastor alemán. Sin embargo, una vez concluida la estancia, Maddie se ha encontrado con una sorpresa poco agradable que ha generado un gran debate en redes sociales.

[Se queja de cómo le han dejado su Airbnb y reabre el debate: ¿debo recogerlo si me cobran la limpieza?]

Y es que, recientemente, la joven ha recibido un mensaje a través de la plataforma Airbnb donde la anfitriona de la casa le exige pagar una tarifa extra de limpieza por haber dejado pelos de su perro en la casa. Tras investigar más, la joven descubrió que el piso no era apto para mascotas, tal y como le habían expresado en un primer momento.

La casa alquilada por Maddie se trataba de una propiedad de tres dormitorios llamada “Travel Haus: Stunning Cottage in German Village” y ubicada en Columbus, Ohio. En la actualidad, cuenta con una puntuación de 4,96 puntos sobre 5. “Odio Airbnb. Entregué la propiedad y recibí un mensaje de la anfitriona que me decía que tenía que cobrarme una tarifa adicional de limpieza porque no se permitían mascotas”, añadió Maddie a través de su cuenta de Twitter. “La publicación dice literalmente que se permiten mascotas. Incluso incluí a mi perro en la reserva”, aseguraba.

Tras la estancia, la huésped recibió el siguiente mensaje: "Maddie, la persona a cargo de la limpieza está en la casa y me informó que llevabas una mascota. Esta casa no admite mascotas y ahora requerirá una limpieza adicional debido a la cantidad de pelo de mascota que quedó antes del siguiente huésped. Necesito cobrarte una limpieza adicional", reclamaba la anfitriona.

Finalmente, después de haber recibido muchos comentarios al respecto en redes sociales, Maddie consiguió que le eliminaran el cargo extra y no tener que pagar más dinero por su estancia en Ohio. La joven consiguió el logro después de demostrar que la publicación ofertaba la casa como una vivienda apta para todo tipo de mascotas. Lo que se ha podido saber posteriormente es que el anuncio fue cambiado días después de que Maddie ya hubiera hecho la reserva.

Los comentarios han sido muy variados. En las redes sociales, algunos se han lanzado a defender a la propietaria y otros, por el contrario, a la inquilina. "Claramente o debería estar cobrándote. Algunas de estas personas no saben cómo administrar un negocio y, a veces, tienes que pagar ciertas tarifas si quieres obtener reservas más largas”, explicaba una usuaria de Twitter.