La Fiscalía considera que Francisco S. M. es el autor del lanzamiento de un cóctel molotov contra la sede de Podemos en Cartagena.

La Fiscalía considera que Francisco S. M. es el autor del lanzamiento de un cóctel molotov contra la sede de Podemos en Cartagena.

Reportajes

La fiscal pide 2 años de cárcel para Francisco, un "radical de ultraderecha" que quiso quemar la sede de Podemos Cartagena

La Fiscalía pide otros 2 años para Javier como la persona que supuestamente vigiló para alertar de la presencia policial. "Hubo quien se atrevió a insinuar que el ataque fue un auto-atentado”, reflexiona Ángel Hernández (Podemos).

Más información: El neonazi que quemó la sede de Podemos en Cartagena también atacó la de IU en León

Publicada
Actualizada

Desde la ultraderecha se promovió la idea de que miembros de Podemos estaban detrás del lanzamiento de un cóctel molotov que casi reduce a cenizas su sede de Cartagena. Pero el tiempo ha dado la razón a la formación morada que verá sentarse en el banquillo de los acusados a los supuestos autores: Francisco S. M., de 24 años, y Javier B. E., de 34 años.

EL ESPAÑOL ha accedido tanto al auto de apertura de juicio oral como al escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía y no deja lugar a dudas la supuesta motivación del ataque. “Los acusados profesan una ideología radical de ultraderecha”, tal y como expone el fiscal, al inicio de su exposición sobre los hechos por los que deberán responder Francisco y Javier.

“Con un claro contenido ideológico ultra que implica el rechazo de las ideologías de izquierdas y con la intención de menospreciar, humillar e intimidar a los socios y miembros de Podemos, por pertenecer a una ideología contraria a la sostenida por los acusados, éstos idearon un ataque a la sede del partido político Podemos, situada en el número 6 de la calle Duque Severiano de Cartagena”.

Este ataque ocurrido durante la madrugada del 2 de abril de 2021, Viernes Santo, provocó un tsunami político a nivel nacional. De forma que se movilizó en la investigación a la Brigada de Información: la unidad de élite de la Policía Nacional que combate el terrorismo yihadista.

La fachada de la sede de Podemos en llamas tras el impacto del cóctel molotov.

La fachada de la sede de Podemos en llamas tras el impacto del cóctel molotov. Podemos

La Fiscalía expone la dinámica del ataque para quemar la sede de Podemos en Cartagena y el papel que supuestamente jugaron cada uno de los procesados: “Sobre las 02:15 horas, los dos acusados llegaron hasta la sede de Podemos, mientras el acusado Javier B. ejercía labores de vigilancia y apoyo, el acusado Francisco S. pintó en el escaparate lateral de la sede: ‘No al terrorismo de Estado’”.

“Después [Francisco] se dirigió a la puerta principal, vertió gasolina en los bajos y pintó en los escaparates: ‘Hijos de puta’, ‘Escoria corrupta’. A continuación, con la intención de causar desperfectos en la sede, arrojó un artefacto en la zona donde había vertido la gasolina lo que causó un incendio en los bajos del exterior del local”.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad que tenía la sede cartagenera de Podemos, captaron a un misterioso encapuchado acercarse al local aquel Viernes Santo, para lanzar un cóctel molotov. Tales imágenes, junto a unas botellas de cristal rotas y otra de plástico derretida, conformaban las únicas pistas que encontró la Policía Nacional para arrancar una investigación marcada por la presión mediática que desató este incidente.

Todo ello, debido a que Vox llegó a sostener que era un ataque de “falsa bandera”, es decir, un montaje de Podemos porque por aquel entonces, su secretario general, Pablo Iglesias, concurría como cabeza de lista a las elecciones del 4 de mayo de 2021 a la Comunidad de Madrid. Pero la investigación de la Brigada de Información y el escrito de la Fiscalía evidencian que el partido de Santiago Abascal divulgó una teoría fake.

El sospechoso realizando una  pintada a la sede de Podemos de Cartagena.

El sospechoso realizando una pintada a la sede de Podemos de Cartagena. Cedida

El primero en ser cazado fue el supuesto encapuchado: Francisco S. M., un veinteañero miembro de Ultras Murcia 1908, los hinchas que solían colocarse en la tribuna lateral inferior (córner) del otrora Estadio Nueva Condomina, cuando el Real Murcia militaba en Segunda División.

El arresto se produjo el 5 de agosto de 2021 debido a dos factores. Uno, su caligrafía, y otro, sus zapatillas Adidas, de color negro. El local de Izquierda Unida del municipio leonés de San Andrés de Rabanedo, en junio de 2020, amaneció con los cristales reventados y pintadas amenazantes: 'Comunistas terroristas', 'Al horno'… La Brigada de Información cotejó el tipo de letra de aquellas pintadas con las aparecidas en la sede de Podemos en Cartagena y una de las pistas que tenían del sospechoso, su calzado, de forma que situaron en su radar a Francisco.

Los grafitis de la sede de IU en un pueblo de León y los del local de Podemos en Cartagena que analizó la Policía Nacional.

Los grafitis de la sede de IU en un pueblo de León y los del local de Podemos en Cartagena que analizó la Policía Nacional. Esteban Palazuelos

Tanto es así que le hicieron un seguimiento de paisano a este supuesto neonazi y comprobaron que su domicilio estaba a menos de veinte minutos a pie de la sede de Podemos en Cartagena. Ese dato unido a su historial ultra en el Real Murcia, llevaron a solicitar un registro de la vivienda que se saldó con su detención por su amor a Adolf Hitler y a los tiempos de José Antonio Primo de Rivera.

Así lo refleja el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía: “Se le intervinieron, una mochila negra con la leyenda AHTR (su significado Adolf Hitler tenía razón) y en su interior, un cuchillo con doble filo, de 32 centímetros de longitud y 20 centímetros de hoja. La hoja del cuchillo tenía grabada la leyenda de simbología nazi: “Sturmabteilung 88”, (organización paramilitar nazi y 88 que hace referencia a la letra H y el número 8 del abecedario que hace referencia al saludo Heil Hitler)”.

“El acusado llevaba una camiseta con un dibujo en el pecho de la bandera de España y sobre la misma la palabra SKINS y un móvil Samsung”. El resto de su fondo de armario también emanaba fascismo: una sudadera con la leyenda ‘Los pecados no se redimen en la Iglesia. Se redimen en las calles. Lo demás son chorradas y tú lo sabes’; una camiseta con un escudo con el rostro de Ramiro Ledesma y la inscripción ‘¡En pie de guerra!’ ‘¡Viva la España joven, imperial y revolucionaria!’

También le intervinieron un arsenal: un machete; dos hachas; un cuchillo de grandes dimensiones; un puño americano; dos navajas, una de ellas tipo mariposa; una barra de metal, así como armas blancas con simbología de la Alemania del Führer. “Daga con funda, en el mango dos esvásticas y el águila alemana nazi”. “Caja con daga, en la parte superior del mango aparecen dos runas eslavas que simbolizan el escudo de las SS, el águila y esvástica nazis […]”.

Y la guinda la ponían una postal de José Antonio Primo de Rivera; una bandera de España con una calavera y la inscripción ‘Patria o muerte’; o un papel manuscrito que recogía toda una declaración de intenciones: Amor en el suelo y la fe es su destino, la intransigencia de la nueva generación los llevará a ser pirómanos o cruzados’….

El joven 'cabeza rapada' detenido por la Policía Nacional en agosto por lanzar cócteles molotov a la sede de Podemos.

Tras la detención de Francisco S. M. (2001) se produjo la de Javier B. E. (1990), al que la Fiscalía le asigna un papel de compinche en el intento de quemar la sede de Podemos, ya que considera que supuestamente ejerció de aguador, para controlar la posible llegada de una patrulla policial o de algún peatón que pillasen a su amigo cabeza rapada cóctel molotov en mano.

De forma que el Ministerio Público considera a ambos autores de un delito de odio, en concurso con otro de daños, por los que pide para Francisco y Javier una condena de 2 años de cárcel para cada uno, así como el pago de 12 meses de multa -con una cuota diaria de 10 euros-.

Ángel Hernández, secretario de Organización de Podemos en la Región de Murcia, valora positivamente que la Fiscalía haya tipificado los hechos como un delito de odio, "pero creemos que la petición de penas de prisión se queda corta, para un atentado político tan grave. No hablamos de una pintada, hablamos de fuego, de gasolina, y de un intento de intimidar a toda una organización política. Si de verdad queremos que estos hechos no se repitan, la respuesta judicial debe ser ejemplar. En los últimos días y semanas, hemos visto ataques a sedes, todos condenables, pero nada tan brutal e intimidatorio como lo ocurrido en Cartagena".

- ¿Cómo afronta el partido la celebración del juicio?

- Angél Hernández: Esperamos que se haga justicia y que el mensaje sea nítido. En democracia no cabe la violencia política. Pero también sabemos que esto no está ni mucho menos atajado: la ultraderecha sigue actuando y señalando. Lo que ocurrió en Cartagena no fue un hecho aislado, sino un síntoma de una corriente de odio que todavía hoy amenaza a quienes defendemos derechos y libertades.

Que por fin se abra el juicio es un paso necesario, pero llega tarde. Han pasado más de tres años desde aquel ataque con cócteles molotov y ese retraso ha dejado un poso de miedo e indefensión en quienes seguimos trabajando en las sedes. Aquella noche no solo ardió una puerta: durante meses miramos de reojo nuestra espalda, sin saber si el siguiente ataque podía ser peor.

María Marín, José Luis Álvarez-Castellanos y Ángel Hernández, recientemente, en la Asamblea Regional en Cartagena, posando con la bandera de Palestina para denunciar el genocidio de Israel.

María Marín, José Luis Álvarez-Castellanos y Ángel Hernández, recientemente, en la Asamblea Regional en Cartagena, posando con la bandera de Palestina para denunciar el genocidio de Israel.

Francisco S. M. y Javier B. E. se sentarán en el banquillo de los acusados durante los próximos días 18 y 19 de noviembre. El auto de apertura de juicio oral del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena declara "órgano competente" para la vista, al Juzgado de lo Penal, por tratarse de un delito de odio en concurso con otro de daños.

El magistrado insta a que se incorporen a la vista oral los "dos informes de redes sociales realizados por la Brigada Provincial de Información" durante su ardua investigación. Está previsto que durante el juicio presten declaración policías nacionales, así como Rafael Aragón Campillo, responsable de la sede de Podemos en Cartagena por aquel entonces.

El secretario de Organización de Podemos recuerda que durante aquellos días, se polarizó el discurso político porque el incendio de la sede morada coincidió con la campaña electoral en Madrid: "Nos duele recordar que, mientras intentábamos recomponernos, hubo quien se atrevió a insinuar que el ataque fue un “auto-atentado”. Esa infamia añadió más miedo y desamparo".

"Algunos medios utilizaron esta teoría para buscar repercusión, sin importarle que hacían el juego a quienes promovían el odio, ni lo que podrían pensar quienes trabajan en estas sedes del partido. Recuerdo con dolor como se atrevieron a señalar a María Marín, de una forma cruel e infame. Eso dolió mucho".