Felipe junior, tras ser detenido, junto a una imagen de su puño lesionado tras darle una paliza a su padre.
La juez deja en libertad sin pagar fianza a Felipe: autor de los 8 puñetazos que mataron a su padre en su tienda de Molina
EL ESPAÑOL confirma en exclusiva la medida que se ha adoptado este miércoles y que ha dejado de piedra a los familiares del difunto comerciante.
Más información: La Policía sostiene que Felipe le dio 8 puñetazos a su padre "por la herencia" y que su hermana Rosario "había contribuido"
La juez ha dejado en libertad a Felipe junior, supuesto autor de la muerte a puñetazos de su padre, Felipe Hernández Medina, de 65 años, gerente de Tejidos Hernández: un negocio histórico del tejido comercial de Molina de Segura, por sus 77 años subiendo la persiana en la calle Mayor.
Ni la oposición que ha mostrado la Fiscalía a la puesta en libertad del supuesto autor de los ocho puñetazos que mataron a su propio padre; ni el escrito de Eduardo Muñoz Simó, abogado que defiende a los hermanos del comerciante; ni la ausencia del informe definitivo con los resultados de la autopsia; ni el atestado ampliatorio de la Policía Nacional que sostiene que se produjo un homicidio doloso, se han presentado como argumentos suficientes para evitar la decisión que ha adoptado la juez.
EL ESPAÑOL ha confirmado en exclusiva que este miércoles, la magistrada Ana María Cambronero ha emitido un auto, adoptando la decisión de dejar en libertad a Felipe, tras permanecer en prisión desde el pasado 21 de julio. Uno de los argumentos que esgrime la magistrada es la no existencia de riesgo de fuga del investigado.
De forma que Pablo Martínez, abogado que defiende a Felipe junior, de 35 años, así como a su hermana, Rosario,de 29 años, y médico de profesión que también está investigada por la muerte de su padre, se apunta un tanto en esta batalla legal con la puesta en libertad de su cliente que ni siquiera ha tenido que abonar una fianza para volver a respirar aire fresco.
El vídeo de la paliza en la que Felipe murió a golpes a manos de su hijo: él "temía" a sus cuatro vástagos y a su exmujer
En la familia del difunto comerciante se han quedado de piedra y aún no han podido encajar la decisión. El letrado Eduardo Muñoz Simó ha avanzado que presentará un recurso, para que Felipe junior vuelva a prisión durante la instrucción judicial, hasta que se celebre el juicio por el presunto parricidio de Felipe Hernández Medina, de 65 años.
EL ESPAÑOL ha accedido al auto del Tribunal de Instancia de la Sección Civil y de Instrucción Plaza número 1 de Molina de Segura donde la magistrada arranca recordando que la prisión provisional, a lo largo de la instrucción, se trata de una medida “excepcional” y “cautelar” que solo se adopta cuando no existan otras medidas menos gravosas para el derecho de libertad.
A continuación, expone que uno de los motivos de la puesta en libertad de Felipe junior es que a falta de conocer el informe definitivo de la autopsia, no es descartable que la muerte del comerciante se produjera por sus problemas crónicos de corazón y no por una intencionalidad clara de su hijo de matarlo a puñetazos, cuando el sábado 19 de julio entró a la tienda de su padre acompañado de su hermana Rosario.
“[…] Dado que el informe preliminar obrante en autos, no precisa la causa de la muerte, constando tan sólo una contusión nasal y abundante sangrado por orificios nasales y boca, y el informe del servicio de histopatología del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses recoge, como conclusión, que la importante patología crónica del miocardio puede predisponer a una arritmia ventricular y muerte súbita”.
“Por otra parte, tras la aportación de las diligencias ampliatorias, resulta posible descartar la existencia del dolo directo de matar en la acción de los investigados [...]". De forma que la magistrada argumenta que ya "no concurren los fines de la medida cautelar adoptada en fecha 21 de julio de 2025, teniendo en cuenta la documentación aportada por las partes y el atestado ampliatorio de la Policía".
Rosario, tras ser detenida por la Policía Nacional.
La juez Ana María Cambronero también descarta la posibilidad de que Felipe junior vaya a destruir pruebas, así como que vaya a fugarse del país, a la vista de que vive en casa de su madre y tiene pendiente hacer un curso para ingresar en el Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado:
“En nuestro caso, el denunciado es español, reside en Archena con su madre y sus tres hermanos, y acaba de aprobar la oposición de Inspección de Hacienda, según resulta de la resolución de 9 de junio de 2025, restándole tan solo por efectuar un curso selectivo que se inicia el día 22 de septiembre de 2025 en el Instituto de Estudios Fiscales de Madrid, tal y como resulta de la documental obrante en autos”.
De forma que ordena la puesta en libertad de Felipe, con la única obligación de que comparezca en los juzgados dos veces al mes: “En este contexto, se entiende que la gravedad de la pena no resulta suficiente para apreciar el riesgo de fuga, que puede evitarse mediante la imposición al denunciado de la obligación de comparecencia apud acta, los días 1 y 15 de cada mes, al objeto de asegurar su presencia en el juicio”.
Felipe Hernández Medina, tras recibir la agresión en la oficina de su tienda de Molina de Segura.
Este auto vuelve a poner de manifiesto que el dinero es el supuesto móvil de este homicidio que conmocionó a los vecinos de Molina de Segura por el cariño que le tenían al comerciante. La clave parece estar en los bienes inmuebles que había en la Sociedad Jopichusa: pisos, plazas de aparcamiento y terrenos, los cuales eran el origen del tira y afloja que los cuatro hijos -Felipe (1990), Jesús (1994), Rosario (1996) y José (1998)- mantenían con su padre desde que se separó de su madre.
De hecho, la magistrada alude al contenido de los audios de las cámaras de seguridad que grabaron la terrible paliza que recibió Felipe, a manos de su primogénito, y que hasta ahora no se habían podido conocer, pero que revelan que los hijos querían vender unas plazas de aparcamiento que el dueño de Tejidos Hernández tenía alquiladas:
“Así, de la transcripción del audio de las imágenes realizada en el atestado ampliatorio, resulta que ambos hijos insultan al padre, al parecer por haber hecho algún comentario negativo de su madre, y lo amenazan con volver a pegarle si lo vuelve a hacer: "Te comes otra" (en el caso de Rosario) y “te reviento” (en el caso de Felipe)”.
“Además, en el caso de Rosario, lo apremia para que los parking los deje libres, en conexión con las conversaciones extraídas del móvil del investigado [Felipe] con su hermano, Jesús, donde se habla de la intención de comprar un taladro para reventar la cerradura de la tienda, con el objetivo, entre otros, de coger las llaves del parking donde se encuentran las plazas de garaje que los investigados querían vender [...]”.