A la izquierda, los sospechosos del asesinato de Matilde Muñoz; a la derecha, Mati en uno de sus viajes por el sudeste asiático.

A la izquierda, los sospechosos del asesinato de Matilde Muñoz; a la derecha, Mati en uno de sus viajes por el sudeste asiático.

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El personal del hotel mató a Mati Muñoz por 156 € y tardó semanas en enterrar su cuerpo: "No había cámaras desde 2008"

Tal y como adelantó EL ESPAÑOL hace una semana, las incongruencias en las versiones del staff del Bumi Aditya levantaron sospechas en la familia de Mati. Un empleado ha sido detenido e Interpol realizará una investigación propia.

Más información: "Exijo ayuda al Gobierno, sabemos que está muerta": los indicios que llevan al temido final de Mati Muñoz en Lombok.

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A Matilde Muñoz Cazorla la asesinaron por 156 euros. Es lo que se desprende de las investigaciones realizadas por las autoridades policiales en Lombok tras dos meses de su desaparición. "Ha sido por unos cochinos euros", condena la familia, devastada por el hallazgo pero aliviada al tener respuestas sobre cómo fueron las últimas horas de Mati.

El cadáver de la ferrolana de 72 años apareció el sábado en una playa cercana, a poco menos de 600 metros del hotel Bumi Aditya, donde se alojaba desde finales de marzo. Tal y como adelantó EL ESPAÑOL hace una semana reproduciendo las sospechas de la familia, parte del personal del establecimiento estuvo implicado en el asesinato desde el principio.

Los detenidos han confesado su crimen. Se trataría de un exempleado despedido por haber robado previamente a los clientes y un trabajador en activo, S. U., de 34 años, y H. R., alias Ge, de 30 años. Ambos estaban compinchados y habrían irrumpido de madrugada en el bungaló de Mati, el 107, para robarla.

Alarmada por la presencia de los hombres, la septuagenaria trató de defenderse, pero los atacantes la redujeron y asfixiaron con sus propias manos para que no los reconociera.

Tras ello, envolvieron su cuerpo en una sábana y lo escondieron en las instalaciones del hotel, presuntamente en la sala donde se encuentran el generador y el repetidor del wifi. Así permaneció cerca de un mes.

Los dos detenidos por supuestamente haber matado a Mati Muñoz.

Los dos detenidos por supuestamente haber matado a Mati Muñoz. Policía de West Lombok

El 13 de agosto, tras las denuncias interpuestas en ante los Mossos y la Policía Nacional a finales de julio por parte de amigos y familiares, la Comisaría de Lombok Occidental inició las pesquisas.

Al saber que Interpol y la embajada de España en Yakarta estaban presionando a las autoridades locales, los implicados habrían movido el cadáver en moto para trasladarlo a la playa de Batu Bolong, muy cercana al establecimiento, tras cavar un hoyo con sus propias manos.

El móvil fue estrictamente económico: le robaron su pasaporte, sus tarjetas y su teléfono, que revendieron en el mercado negro. También los 3 millones de rupias indonesias que tenía en efectivo, poco más de 156 euros. Matilde las sacó de un cajero para pagar en efectivo la ampliación de su estancia en el alojamiento, pero Nurmala Hayati, alias Mala, la contable del local, le pidió que lo hiciera por transferencia.

Tal y como ha asegurado el escritor Joaquín Campos, desplazado sobre el terreno, la investigación ha quedado parada hasta que se realice la autopsia de la fallecida. Esta tardará, al menos, 24 horas más, hasta última hora del martes o primera del miércoles.

Los restos cubiertos de Mati Muñoz, tras ser hallados en Senggigi.

Los restos cubiertos de Mati Muñoz, tras ser hallados en Senggigi. RR.SS

Campos también ha afirmado que, por presiones de la familia y del consulado, Interpol y un grupo de policías ajenos al caso se desplazarán desde Yakarta a Lombok para realizar una investigación externa. Esto se debe a que Mala aseguró tener un familiar en la comisaría de Senggigi el cual o bien podría haber entorpecido la investigación o bien filtrado información comprometida a los presuntos asesinos o a su entorno.

La familia de Mati Muñoz "sospecha" que existen irregularidades en la investigación, aunque tampoco tiene pruebas directas. También que Mala y otros miembros del staff del hotel sabían del asesinato y lo ocultaron.

La primera sospecha de Vilariño surgió después de que este le pidiese a Mala que contactara con la comisaría local e interpusiera la denuncia por la desaparición de Mati. Ella le confesó que tenía un familiar dentro de la policía y que le ayudaría a tramitarlo.

No obstante, horas después le contestó que no podía hacerlo al no ser familiar. Sin embargo, otro amigo de Mati, el hombre que tramitó su visado, sí que pudo ir a denunciar sin problema.

Vista de la entrada del hotel en el que se alojaba Mati Muñoz.

Vista de la entrada del hotel en el que se alojaba Mati Muñoz. Maps/Cedida

Días después, Mala aseguró que, ante la ausencia de Matilde, la escribió por WhatsApp muy preocupada. "Halooo. What aru you (Hola, ¿dónde estás?)", escribió la contable, el 5 de julio, a su cliente desaparecida. El día después, quien se hiciera pasar por Matilde le respondió desde su teléfono: "Sorry mala,,I Steel in Laos,,i can come back 2week again (sigo en Laos, volveré en dos semanas)".

Este mensaje abrió nuevos interrogantes. Si Matilde le dijo a Mala que volvería en dos semanas, no se explica por qué su moto, que utilizaba para sus desplazamientos, seguía en el parking del hotel. Tampoco por qué el personal dio orden a la empresa que le alquilaba la motocicleta de que viniera a llevársela. Ni por qué añadieron en su libro de registros que Matilde hizo el check-out el día 5 si, presuntamente, iba a volver en dos semanas y, además, había pagado por ello.

Días después de su desaparición, Javier y Patricia, dos amigos argentinos con los que Matilde iba a reunirse el día 7 de julio, le preguntaron a Mala si sabía cuándo iba a volver Matilde. Ella les respondió: "Meybe 2week again".

La forma de escribir correspondía exactamente a la misma con la que Matilde, o la falsa Matilde, había escrito a Mala desde Laos. "I can come back 2week again". Vilariño sospecha que fue Mala quien se autoenvió el mensaje de Matilde desde su propio móvil. "Lo comenté con la policía y me dijo que era algo de libro".

Mati Muñoz con unos amigos.

Mati Muñoz con unos amigos. Cedida.

La familia de Matilde también se pregunta cómo es posible que el personal del hotel no supiera que había un cadáver escondido durante meses en una de las estancias. Ni por qué Mala quiso entorpecer la investigación cuando la Policía llegó al hotel por primera vez, dirigiéndoles a la habitación 111 cuando Matilde había estado en la 107. Tampoco por qué les dijo que la habitación de Matilde no tenía televisión cuando en las fotos se ve claramente que sí la tiene.

Dos meses después de desaparecer durante su viaje a Lombok, su sobrino, en conversación con EL ESPAÑOL, confesó que ya sabía que su tía había muerto.

"¿Qué vamos esperar? ¿Que esté secuestrada y la estén intentando sacar más dinero? No tiene sentido. Buscamos un cadáver. Quiero que las investigaciones se centren en la realidad: en encontrar el cuerpo y a los culpables. No hay esperanza de encontrarla viva. Sólo espero que no haya sufrido, que fuera rápido, que no le hicieran daño", dijo, visiblemente afectado, a este diario.

"Sin cámaras desde 2008"

Los peores temores de la familia se han cumplido y la investigación, aunque parada temporalmente a la espera de la autopsia, prosigue para ver si hay más sospechosos implicados en la muerte de Matilde Muñoz.

Por lo pronto, dos empleados del hotel dijeron que son "muy pocos" y que el establecimiento "no tiene cámaras de vigilancia desde 2008", ya que se estropearon "tras un terremoto".

"Somos seis con el mánager", aseguró a EFE Ali, trabajador del hotel, desde el establecimiento. "Por la noche sólo hay dos personas trabajando. Por la mañana llega otra para cubrir mejor la recepción cuando vamos a limpiar las habitaciones".

Él y Mali, la única otra empleada que se encontraba hoy en el hotel, han eludido entrar en explicaciones de lo que pudo ocurrir la madrugada del 2 de julio. Sí han confesado que el extrabajador detenido por el presunto asesinato de Mati, un vecino de la localidad, habría sido despedido por haber robado al personal del Bumi Aditya.