Issam el autor de la paliza al pensionista de Torre Pacheco que desencadenó las cacerías racistas de la ultraderecha.

Issam el autor de la paliza al pensionista de Torre Pacheco que desencadenó las cacerías racistas de la ultraderecha.

Reportajes

Issam atacó al jubilado de Torre Pacheco tras beber junto a Bilal y Redouane: antes agredió a otro hombre por no darle un cigarro

EL ESPAÑOL accede a la declaración de uno de los tres investigados por la agresión a un pensionista que puso en jaque la seguridad de todo el pueblo con cacerías racistas de la ultraderecha. "Le pegó sin motivo".

Más información: La primera víctima de la cacería de Torre Pacheco es un menor español, de madre vasca y padre marroquí, señalado por un bulo

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La borrachera de un jornalero agrícola -con antecedentes policiales- ha sido el supuesto detonante de la agresión a un pensionista en Torre Pacheco que ha puesto en jaque la seguridad de todo un pueblo, marcado por la agricultura y las tasas de inmigración.

Issam, de 19 años, es ese jornalero protagonista de la citada melopea que precedió a la paliza de un jubilado: Domingo, de 68 años. Esta agresión desató cacerías racistas, convocadas por grupos de ultraderecha, que fueron contestadas por jóvenes marroquíes organizados en guerrillas urbanas con cócteles molotov.

EL ESPAÑOL ha accedido a la declaración prestada por Redouane en sede judicial, tras ser detenido por la Guardia Civil, como supuesto cooperador de Issam en la destrucción de pruebas de esa agresión y su posterior huida al País Vasco.

El arresto de Redouane se produjo el domingo 13 de julio, en plena batalla campal neonazi y solo cuatro días después de la brutal agresión que sufrió Domingo, durante la madrugada del miércoles 9 de julio, cuando salió a caminar cuatro kilómetros por los alrededores del cementerio como solía hacer a diario.

Domingo, agredido por un joven marroquí, mostrando su denuncia en su casa de Torre Pacheco.

Domingo, agredido por un joven marroquí, mostrando su denuncia en su casa de Torre Pacheco. Cedida

Hace 15 días que llegué a Torre Pacheco”, tal y como precisa Redouane (Marruecos, 2003). Primero estuvo residiendo en Jumilla, otra localidad que tiene a la agricultura como motor de la economía y que es conocida allende las fronteras de Murcia por la DOP de sus vinos.

Allí conoció a Bilal y a Issam: un adolescente marroquí con dos hermanos en París, cuya conducta violenta ha desatado el estado de sitio en Torre Pacheco, así como un enfrentamiento político de las izquierdas contra el discurso xenófobo de Vox.

Issam B. (Marruecos, 2005) pasó de la ciudad del amor a la calle Barrer de Traja de Barcelona y después se mudó a la calle Distrito Cuarto de Jumilla donde trabajó en el campo, como miles de compatriotas que se desloman como principal mano de obra de la agricultura: un sector que paradójicamente es uno de los grandes nichos electorales de Vox.

“Conocí a Issam y a Bilal en Jumilla”, según relata Redouane, peluquero de profesión, pero que como muchos otros inmigrantes que llegan a suelo español terminan buscándose las habichuelas donde pueden. En este caso, como jornalero agrícola, con poca estabilidad laboral y económica, lo que llevó a este trío de jóvenes marroquíes a mudarse de Jumilla a Torre Pacheco quince días antes de la agresión que sufrió Domingo. En la localidad pachequera se instalaron como okupas detrás del Instituto Gerardo Molina: “Vivía con ellos en una casa ocupada”.

Una vista aérea del IES Gerardo Molina de Torre Pacheco.

Una vista aérea del IES Gerardo Molina de Torre Pacheco.

En una infravivienda en ruinas malvivían, alternando días sueltos de tajo en el campo con días de paro. Un panorama que este trío de marroquíes -Issam, Bilal y Redouane- combatió con la supuesta ingesta de birras a gogó desde el martes hasta la madrugada del miércoles 9 de julio. “Estuvimos bebiendo desde por la tarde”, tal y como Redouane prosigue explicando al juez.

Bebimos cervezas y luego nos fuimos a casa. Empezamos a beber entre las ocho de la tarde y las nueve de la noche, al lado de un río donde suelen poner el mercadillo. Bebimos hasta la una o las dos de la madrugada y volvimos a casa”.

Eso ocurrió a las tres de la madrugada y continuaron empinando el codo. “Llegamos a casa y seguimos bebiendo”. “Bilal se fue a dormir porque le entró sueño. Issam me pidió mi teléfono para escuchar música y después me dijo que se iba a la calle”. En concreto, lo hizo en dirección a una rotonda próxima a su infravivienda, y a continuación, hacia el cementerio de Torre Pacheco donde se terminó cruzando con un sexagenario desvalido.

Aquel domingo, llegado este punto de su declaración en el juzgado, cuando Issam aún se encontraba por Gipuzkoa con la intención de llegar a París, para reunirse con sus hermanos, Redouane confiesa que no había revelado antes la identidad del autor de la agresión por miedo a sufrir represalias:

Quiero pedir perdón por lo que le conté a la Guardia Civil porque tenía miedo de Issam y de su familia. Por eso les dije que había bebido y que no vi a la persona que agredió al señor mayor, pero ahora quiero decir que Issam fue quien lo hizo”. De modo que la Policía Judicial activa una operación jaula, para evitar que el agresor de Domingo ponga un solo pie en suelo francés y le pierdan la pista.

Momento de la detención de Issam B., de 19 años, en el País Vasco.

El miedo de Redouane a su compañero de casa okupa estaba fundado por el historial de Issam: tiene antecedentes policiales por robo con violencia y hurto. Además, en las dos semanas que llevaba viviendo en Torre Pacheco -fruto de su permiso de residencia en España- también había reventado varios coches a pedradas -bajo los efectos del pegamento inhalado- y agredió a un policía local que iba a detenerle por robar una bicicleta de un garaje.

Y aquella madrugada del miércoles, tenía ganas de bronca: “Issam se fue de la casa sobre las cinco de la madrugada, yo fui a buscarle quince o veinte minutos después. Lo vi en la calle, en una rotonda donde hay un puente. En ese momento, se encontró a un señor que estaba durmiendo en un parque y vi cómo Issam le pedía un cigarrillo. El señor le contestó que no tenía tabaco y le empezó a agredir Issam. Yo conocía a ese hombre porque pasé tres noches con él en una asociación de Torre Pacheco, se llama Moustapha y es de Oujda: una provincia de Marruecos”.

De la declaración de Redouane se desprende que el alcohol fue la supuesta mecha que prendió en Issam una violencia desmedida y sin motivación alguna. Después de golpear a Moustapha, no me gustó que Issam hiciera eso, intenté intervenir. Entonces, Issam me golpeó con el codo en la cara y me dijo: ‘No te metas, no es asunto tuyo’”. Tras el ataque a un compatriota, Redouane se fue al cementerio y presenció una segunda agresión: era Domingo, un pensionista que a diario salía de ruta para hacer ejercicio.

“Yo estaba andando por el cementerio y vi a un señor mayor corriendo, haciendo deporte. Era un señor español [...]”. “Issam estaba gritando sin camiseta y bebido. Me consta que fue Issam quien le agredió y quien salió directamente del parque a agredir al señor mayor”, insiste ante el juez. “Yo estaba a diez metros y vi a Issam pegarle dentro de un solar […]”. “No sé cuánto duró la agresión”.

Domingo recibió empujones y codazos de Issam hasta que acabó por el suelo, hecho un ovillo porque la vulnerabilidad de su edad solo le permitía hacer ese gesto de defensa. "Recuerdo que el señor mayor estaba en un solar, agachado, con las manos y las rodillas en la cabeza".

En las inmediaciones del cementerio de Torre Pacheco se produjo el ataque a Domingo.

En las inmediaciones del cementerio de Torre Pacheco se produjo el ataque a Domingo. Ayuntamiento

Este joven, de 22 años, asegura que llegó a convertirse en el tercer agredido de la noche por Issam, al reprocharle su conducta violenta: “Intervine y le recriminé que no tendría que haber pegado a ese señor. Le recriminé que nos agrediera a los tres, a Moustapha, al señor [Domingo] y a mí”. Incluso asegura que no prestó auxilio al pensionista porque Issam le gritaba ‘¡corre, corre!’ y él estaba ebrio de tanta cerveza. “Huimos del sitio, Moustapha salió corriendo en otra dirección y yo me fui con Isssam hasta una casa con unos limoneros”.

Allí permanecieron ocultos hasta las diez de la mañana del jueves y cuando se calmó la situación, optaron por esconderse en la piscina municipal antes de regresar a su infravivienda okupa, cerca del IES Gerardo Molina donde se reencontraron con el tercer protagonista de esta historia: Bilal. En ese momento, ya se había viralizado la foto real de Domingo, con todo el rostro amoratado y abrasiones en su cabeza: “Le contamos lo sucedido a Bilal cuando vimos que en las redes sociales estaba la foto del señor”.

El problema es que esa foto se viralizó intencionadamente por grupos de ultraderecha junto a un bulo: un vídeo donde aparece un pensionista con rasgos físicos similares, apaleado por unos marroquíes que graban la agresión, pero que en realidad no tiene nada que ver con este vecino de Torre Pacheco. Los tres sabían que eran carne de cañón. Principalmente, Issam, y por eso huyó al País Vasco, para dar el salto a Francia con la intención de que sus hermanos le ayudasen a dar esquinazo a la Guardia Civil.

Pero la declaración de Redouane resultó clave porque ofrecía una descripción física y de la indumentaria del sospechoso, una gorra gris, un pantalón corto de la marca Lacoste, de color negro con dos rayas verdes y amarillas, así como sus datos personales y la presencia de sus hermanos en París. De modo que la Ertzaintza localizó a Issam en la estación de tren de Rentería cuando iba a coger un pasaje a Irún.

“Yo en ningún momento toqué ni agredí al señor mayor [Domingo]”, recalca en dos ocasiones este veinteañero marroquí, investigado por un delito de omisión del deber de socorro a Domingo tras ser apaleado. “Me fui por miedo a la Policía […]”. “Tengo miedo de Issam porque tiene otros hermanos en París a los que temo. Issam es agresivo y le apodan ‘El Mongólico’. Un hermano de Issam me narró que es agresivo”.

Estación de tren de Rentería.

Estación de tren de Rentería. Wikipedia

Del extenso testimonio de Redouane se desprenden varias conclusiones. La primera es que sostiene que Bilal, el otro detenido como supuesto cooperador en la huida de Issam y por no socorrer a Domingo, no estuvo en el cementerio aquella madrugada. La segunda es que este joven marroquí afirma que la agresión a Domingo no se hizo para emular el happy slapping: una moda que comenzó en Inglaterra, consistente en darse collejas por sorpresa entre amigos, hasta que pasó a consistir en grabarse para subirlo a redes y esas collejas derivaron en palizas callejeras aleatorias.

La tercera conclusión apunta a que Issam supuestamente propinó una paliza a un pensionista sin motivación alguna y en el marco de una borrachera. Así lo refleja la Guardia Civil en el atestado con la declaración del investigado Redouane: "Observé a Issam agrediendo a una persona de avanzada edad, sin motivo aparente, por sorpresa, y sin posibilidad de defensa, causándole lesiones. A continuación, dejamos a la víctima sangrando en el suelo y los tres nos marchamos corriendo".

"No entiendo por qué Issam hizo tal cosa". "Le empujé y le dije que era un señor español y que le iba a costar la prisión". No se equivocó porque Issam está pasando la resaca en una celda mientras Torre Pacheco trata de recuperar la normalidad.