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Siendo una niña, la mallorquina Joana Marcús (2000), la escritora de novela juvenil más vendida en España y Latinoamérica –sólo por detrás de J.K. Rowling– odiaba escribir y leer por culpa de su dislexia. Sin embargo, como recomendación de su terapeuta, comenzó a escribir. Hoy goza de una de las carreras más meteóricas de la literatura juvenil contemporánea. Su saga Meses a tu lado ha vendido más de un millón de copias.

Marcús recibe a EL ESPAÑOL en la sede de Penguin Random House, la editorial que ha sido testigo de primera mano de cómo su joven escritora de 24 años ha superado todas las expectativas. "Con 15 años me ofrecieron mi primer contrato, vendí sólo 123 ejemplares, pero yo me sentía Madonna", cuenta con orgullo mientras observa sonriente su último trabajo, Sempiterno, la segunda parte de su novela de fantasía Etéreo.

A pesar del talento indiscutible de esta joven escritora, su relación con la literatura comenzó de manera tortuosa. Su dislexia provocaba que leer en voz alta en clase se convirtiera en un infierno. "No sabía distinguir muchas letras, y mis compañeros se reían de mí".

Joana Marcús durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Joana Marcús durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Rodrigo Mínguez E. E.

La situación dio un giro cuando una terapeuta le recomendó leer más como una forma de enfrentarse al problema. Fue así como, paradójicamente, se enamoró de las palabras. "Ahí me di cuenta de que muchas de las historias que me interesaban las contaban personas de mi misma edad. Y pensé en que quizá podría probar a escribir ese tipo de historias", explica.

Descubrió Wattpad con 13 años, una plataforma online donde los escritores pueden publicar sus relatos o novelas, y pronto comprendió que ese entorno era perfecto para alguien como ella: "Me gustó, así que empecé a escribir ahí". Con 15 años, uno de sus libros se volvió viral en la plataforma, pero el éxito no vino sin consecuencias, ya que se convirtió en blanco de burlas en el instituto.

"Yo volcaba en los libros una parte de mi vida que no quería que se compartiera con la gente que conocía, pero era inevitable. Pensaba que se reirían de mí y que no me tomarían en serio", cuenta Marcús. Y así fue. Aquel mundo interior que había construido se volvió público sin que ella estuviera preparada.

"Dejé de disfrutar escribir porque cada vez que escribía algo y lo subía a la plataforma, lo comentaban en clase, y siempre en tono de burla". Así, las críticas y el acoso escolar la llevaron a retirarse por completo de Wattpad y de las redes sociales durante dos años. "La escritura dejó de ser mi lugar seguro", manifiesta.

Menor de edad, primer contrato

A veces, una sola persona puede cambiarlo todo. En el caso de Joana, fue una profesora la que la animó a retomar la escritura. "Me dijo que le diera más peso a la gente que esperaba a que subiera más cosas, a la gente que te ridiculizaba, y le hice caso".

El regreso coincidió con la pandemia, un momento en que millones de jóvenes comenzaron a leer más a través del móvil. Uno de sus escritos se hizo viral y llamó la atención de Penguin Random House. Marcús aceptó publicar con ellos, aunque con muchas dudas.

"Firmé mi primer contrato con ellos siendo menor de edad. Y, aunque me ilusionaba, sabía que en Internet tu libro podía tener un millón de visualizaciones y que luego, en la vida real, sólo 10 personas lo compraran. Me dio miedo que esta oportunidad no funcionase", revela.

Pero funcionó. Y con creces. El bagaje en Wattpad le había dado algo más que visibilidad. También había consolidado una comunidad sólida y apasionada.

"Ya tenía un recorrido hecho de cara a que mis libros se vendieran. Y el primer día rompió stock mi primer libro publicado, y me fui haciendo a la idea de que mis libros se podían vender. Sin embargo, con cada libro, que se han ido vendiendo todos mucho, pienso que habrá un descenso", declara con inseguridad.

Cuando cumplió los 22 años, Joana Marcús ya había logrado un récord de ventas, posicionándose como la autora de literatura juvenil más vendida sólo por detrás de la autora de la saga de Harry Potter. ¿Cómo gestiona alguien tan joven un éxito así? "Estar recorriendo el mundo con mis libros, y ver cómo tienen una buena acogida, es muy bonito e impactante. Pero yo tengo los mismos amigos de siempre y voy a los mismos sitios de siempre. Mi vida no ha cambiado", responde.

Joana Marcús durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Joana Marcús durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Rodrigo Mínguez E. E.

Y, a pesar de su éxito, tampoco ha abandonado sus estudios. Está en cuarto año de Psicología. "Dedicarme a la psicología sería como un plan B. Me parece interesante, pero sé que no me llenaría tanto ni sería tan feliz como con la escritura. Así que voy a aprovechar hasta que esto dure. Si dura mucho, genial; si dura poco, me quedo con todo lo que he vivido", asegura.

A nivel económico, también ha supuesto una diferencia abismal respecto a su plan B: "He ganado mucho más dinero que lo que ganaría trabajando como psicóloga".

Su novela de fantasía Etéreo se publicó en octubre de 2024 y, su segunda parte, Sempiterno, llega ahora. Ambas obras nacieron tras ese parón doloroso de dos años.

"Siento que reflejan bastante lo que sentía en aquel momento. Tenía 17 años y tenía que tomar muchas decisiones sobre mi vida y mi futuro: entrar en una editorial y superar las expectativas. Pero no había vivido lo suficiente como para saber lo que quería hacer el resto de mi vida", expresa.

Victoria y Caleb, los protagonistas de esta bilogía, son el espejo emocional de Marcús. "Yo en mi vida privada me siento muy Caleb y en mi vida laboral me siento muy Victoria". Y con ellos, la escritora busca romper estereotipos de género.

"Como lectora he sentido que los personajes estaban enmarcados por su género. Y me interesaba conocer por qué todos los personajes masculinos son la parte intensa e impulsiva y la femenina siempre es el complemento, la parte cuidadora".

La clave de la conexión con el lector

Gracias a su formación en psicología y a su temprana madurez ha podido dotar a sus personajes de una profundidad mayor que cuando comenzó a escribir. "Ahora les doy a los personajes muchas capas para que sean más realistas y huyan de los tópicos".

Marcús cree que la clave de la conexión con sus lectores reside en la honestidad. "La forma de conectar con el lector es justamente no buscar conectar a toda costa, sino hablar de ti mismo y de tus experiencias. Lo importante es la autenticidad. Cuanto más honesta seas tú, más honesta será la reacción", explica.

Cuando comienza una historia, lo que más la inspira no es una trama o un escenario, sino un personaje. "Intento pensar en quién quiero que sea la persona que me va a contar su historia, aunque no tenga claro qué historia quiero contar. A partir de ese perfil, empiezas a imaginar y a pensar qué es lo que le ha pasado en la vida. Y mis historias siempre empiezan en un momento en el que la vida de los personajes cambian", comenta.

Desde sus inicios hasta ahora, Joana reconoce una evolución natural: "Tengo un vocabulario más amplio. Y también una mayor madurez". Sin embargo, se esfuerza por mantener el mismo tono que la hizo popular a los 15 años. "Siento que la literatura juvenil te permite no enmarcarte en un género, y con la literatura más adulta los géneros aparecen bien diferenciados. No me gustaría tener que renunciar a esa libertad", asegura.

El prejuicio contra el escritor joven

Joana es muy consciente de que vivir de la escritura en España sigue siendo una excepción. "Siento que si se apostara más por cada autor, habría muchas más oportunidades". Critica una industria demasiado centrada en los grandes éxitos inmediatos: "Se mira demasiado en ver quién lo va a petar, y no se dedica tiempo suficiente para apostar por la carrera de alguien a fuego lento".

Y aunque se le ha abierto camino en el mercado editorial, reconoce que aún existen reticencias hacia los escritores jóvenes. "Hay muchos prejuicios. Y miran por encima del hombro todo lo relacionado con el mundo juvenil. Nadie se para a preguntarle a la gente joven qué le interesa, cuáles son sus inquietudes. Y te quieren decir lo que tienes que pensar, lo que tienes que decir y lo que tienes que hacer", expresa.

Joana Marcús durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Joana Marcús durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Rodrigo Mínguez E. E.

Para Joana, las redes sociales –tiene 820 mil seguidores en Instagram– son una herramienta de promoción clave, aunque las usa con cautela. "Nunca me vas a ver enseñando a un amigo en mi Instagram que no tenga nada que ver con el mundo de los libros. Es poner ese límite. Mi vida privada es mía".

También reflexiona sobre cómo las nuevas generaciones consumen literatura: "Hoy la gente joven lee cada vez más desde el móvil, aunque los mayores piensen que estamos perdiendo el tiempo mirando reels", dice.

Joana es consciente de que cada generación tiene unos intereses diferentes, por eso, su literatura se enmarca mucho en su generación. "La generación millennial, por ejemplo, no está tan concienciada sobre salud mental como sí lo está la generación zeta. Y la próxima generación tendrá otras inquietudes y seguramente yo no pueda llegar a ella de la misma forma. Cuando te has criado con la misma información y cultura, es más fácil empatizar", explica.

Sin considerarse una referente, lo más emotivo para ella es cuando un lector joven le confiesa que quiere ser escritor. "Cuando empecé a escribir en 2015, era algo imposible. No había casi referentes jóvenes. Y creo que es muy inspirador porque es lo que a mi me hubiera gustado tener en su momento", dice. Ahora, gracias a su camino, muchos ven esa posibilidad como algo real.

Por todo ello, no se imagina su futuro sin dedicarse a escribir, aunque es realista y consciente de que el éxito, quizá, no puede durar para siempre.

"Estoy viviendo un momento muy bonito, pero el día de mañana igual la gente decide que mis libros han dejado de ser interesantes. Nunca se sabe. Pase lo que pase, y aunque no me pueda dedicar a ello, siempre voy a seguir escribiendo. Es lo que más me gusta en la vida", sentencia.