Santiago, el mejor ingeniero de España menor de 25 años 'bendecido' por Sánchez: "El año pasado viví en tres continentes"

Santiago Rodrigo, de 23 años y procedente de Miguel Esteban, pueblo de Toledo, ha sido nominado junto a nueve compañeros más como el mejor ingeniero de la categoría Ciencias Informáticas por los premios Nova 111 list en España. La gala se celebrará el próximo viernes 23 de mayo, donde será nombrado 'vertical winner' de Computer Science, el premio a mejor ingeniero joven del país menor de 25 años.

Uno de los motivos por los que el jurado de Nova va a condecorar a Santiago es la inquietud en la búsqueda de nuevos desafíos. "Supongo que mi historia ha llamado la atención ya que sólo el año pasado estuve viviendo en tres continentes diferentes y creo que esta voluntad de complicarse la vida permanentemente, buscando nuevos retos y nuevas oportunidades, es un poco lo que crea este perfil que llama la atención y, por eso, puede ser que me hayan seleccionado".

La Nova 111 Student List es una iniciativa que busca reconocer y premiar a las personas con más talento del país donde este año se han presentado 2.160 personas. "Se divide en 10 verticales, que son las áreas de conocimiento más relevantes", explica al periódico Celia Rico, asociada de Marketing de productos de Nova. 

Los requisitos para que los jóvenes estudiantes se postulen son tener hasta 25 años y estar activamente estudiando grado, máster o doctorado.

Para aspirar al premio los candidatos debían presentar varios documentos y pruebas, incluyendo:

• CV actualizado y notas académicas.

• Perfil de LinkedIn.

• Respuestas en formato video-entrevista, abordando habilidades blandas, comunicación y liderazgo.

• Referencias profesionales.

• Test lógico-matemático.

La elección de los ganadores no recae únicamente en Nova ya que un jurado compuesto por directivos de empresas colaboradoras y miembros de la comunidad Nova, incluyendo a ganadores de ediciones anteriores, también participan en la selección.

Formación académica y trayectoria profesional

Santiago se mudó con cinco años a un pueblo de Madrid, Moralzarzal, y estudió en el CEIP El Raso. Con 17 años se trasladó a Madrid centro para estudiar la carrera de Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de Madrid. "Estudié en el colegio El Raso y en el Instituto Carmen Martín Gaite, también en ese pueblo", comenta a EL ESPAÑOL el galardonado.

El último año de carrera, en el curso 22/23, comienza su aventura profesional. El joven de 23 años decidió irse a Alemania para realizar su Erasmus en Berlín, en la Universidad Técnica de Berlín, y, a pesar de no tener aún la titulación, encontró trabajo en Amazon Berlín. "El primer semestre solapé trabajar como Software Development Engineer Intern y la carrera y, en el segundo semestre, estuve sólo con la carrera, también de Erasmus, para acabar las asignaturas que me quedaban y el TFG".

Tras finalizar la carrera, fue contratado para realizar seis meses de prácticas en BMW Múnich como ingeniero de manufactura y, directo de allí, partió hasta Shanghái, China, a una incubadora de startups -entidad que ofrece a los emprendedores orientación, formación y recursos para materializar su proyecto-, donde estaban asociados a la Universidad de Tongji.

Días antes de irse de China, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez fue a visitar la incubadora y "le conté en persona la historia de FLUVIQ, de cómo pasamos de la España rural a lanzar una startup en China".

Actulamente se encuentra teletrabajando en FLUVIQ desde Boston -hace dos semanas  tienen oficialmente los derechos legales sobre esa tecnología, lo que les da control sobre su uso y protección- y realizando el TFM en el MIT, Instituto de Tecnología de Massachusetts, la número uno a nivel mundial desde hace años, "por encima de Harvard, Oxford y demás", explica Santiago.

Creación de la startup

En febrero de 2024 se traslada a China gracias a que le aceptaron tanto a su co-founder Daniel Hurtado como a él en una incubadora de startup para "continuar el proyecto de nuestra propia startup FLUVIQ". 

Podemos entender FLUVIQ como "unos sensores que se clavan en el suelo para potenciar el consumo de agua en la agricultura". Surge como método de ayuda a los agricultores para que sepan cuándo tienen que regar o dejar de hacerlo. Sensores de última generación que miden la humedad y los nutrientes del suelo a distintas profundidades. Al combinar estos datos con imágenes satelitales y modelos de inteligencia artificial, es posible anticipar el estrés por falta de agua en las plantas, optimizando la producción y disminuyendo el uso de agua.

Esta herramienta pone a disposición de los agricultores, sin importar sus recursos técnicos o financieros, herramientas basadas en IA que mejoran la gestión del agua, un recurso limitado cuyo uso en la agricultura constituye el 80% del total en España.

Santiago Rodrigo junto a un familiar en el olivar de Toledo Cedida

La idea de FLUVIQ surge por la conexión familiar de Santiago y la problemática de los agricultores con las herramientas empleadas para el cultivo. 

"Tengo familia de agricultores de viñedos y olivares en Toledo y, al final, veía que aunque fuese el siglo XXI, las técnicas que utilizaban no eran propios del siglo XXI. A día de hoy, todavía, la mayoría de agricultores en España y casi todo el mundo, van al campo, miran al suelo y dicen, bueno, pues creo que es un buen momento para empezar a regar X días o semanas o, están regando y van constantemente a mirar al suelo, a ver el campo y dicen, bueno, pues creo que es un buen momento para parar. Aunque eso funciona, no es lo más óptimo", sentencia el mejor ingeniero de España.