El fraile, en la Iglesia del Convento de Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda.

El fraile, en la Iglesia del Convento de Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda. E.E.

Reportajes

Fray Raúl Sánchez, el fraile de Cádiz que ha colgado los hábitos tras tener dos hijas: "Tenía una doble vida"

Párroco de una iglesia y guardián del convento de Capuchinos en Sanlúcar de Barrameda, tiene 43 años de edad, se convirtió en padre el 30 de enero y ha renunciado tres semanas después.

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Aunque hacía algunas semanas que la feligresía notó su ausencia en la misas, tanto en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y como en el Convento de Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) nada hacía presagiar el verdadero motivo por el que no estuviera al frente de su rebaño. La razón es que el padre Fray Raúl Sánchez (43 años) ha colgado los hábitos... porque el pasado 30 de enero se convirtió en padre de dos bebés con una mujer "de la localidad", según precisan fuentes consultadas.

Eso sí, lo ha hecho sin despedirse, dando solo explicaciones a su orden... y semanas después de que se haya convertido en padre de familia por partida doble y de una tacada. El caso saltó hace unos días al ser comentado durante una tertulia de Cofrademanía, un medio local sobre Semana Santa de Jerez de la Frontera. En el Obispado de Jerez no hacen declaraciones, toda vez que el fraile franciscano capuchino, por ser fraile, "no es sacerdote diocesano", y por tanto, no depende de la Diócesis-Obispado de Asidonia y Jerez de la Frontera.  

En Sanlúcar de Barrameda hay conmoción y la noticia ha caído como una bomba. "Menudo palo"; "Vaya tela"; "Tenía una doble vida, está claro", precisan varias fuentes del entorno cofrade de la localidad gaditana consultadas por EL ESPAÑOL.

Era párroco de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San Sebastián Mártir, además del guardián del Convento de Capuchinos de la localidad, que data del año 1634. También era director espiritual de dos hermandades de Jerez de la Frontera, La Mortaja y la Defensión, que dependen de la Parroquia de los Capuchinos jerezana, hoy sin frailes. 

Fray Raúl se desplazaba allí desde Sanlúcar como capuchino, fiel a la tradición de estas dos cofradías jerezanas de contar con directores espirituales de esta orden franciscana. Con su renuncia, ambas se han quedado sin tutor espiritual y guardan un respetuoso silencio al respecto de los motivos.

La demora

Fuentes consultadas de toda solvencia indican que ha sido entonces cuando se ha conocido la "doble vida" del fraile, además de que renunció a la vida religiosa "a las tres semanas de convertirse en padre", es decir, la penúltima semana del mes de febrero. Por ello, las mismas fuentes no se explican "por qué ha tardado tanto en renunciar, cuando debería haberlo hecho mucho antes".

Desde la Hermandad de La Lanzada de Jerez sí cuentan a EL ESPAÑOL de que fray Raúl incluso había aceptado oficiar los quinarios de esta hermandad previos a la Semana Santa, previstos para dentro de unos días. No obstante destacan que "cuando se plantean los cultos, pues se avisa a algún sacerdote que oficie las misas, y lo contactamos, aunque no lo conocíamos. Luego al enterarnos de todo esto pues... es que ni lo hemos llamado, nos ha dado apuro, y hemos llamado a otro para que lo haga", sostienen. 

En el Convento de Capuchinos de Sanlúcar responden a este periódico a primera hora de la tarde que "yo no te puedo decir nada, lo siento, soy una trabajadora", si bien a La Voz del Sur sí respondieron por la mañana con que "Fray Raúl ya no está aquí" y "ha abandonado la orden". 

Cuando se ordenó fraile franciscano, allá por 2010 en Sevilla, era un joven de 26 años pelirrojo y con pelo largo. A la ceremonia que lo ordenó como fraile de la Orden de Capuchinos Menores, recogida por la publicación 'El adalid seráfico' asistieron, orgullosos, sus padres y su hermana. Nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz), al día siguiente se embarcó en un vuelo que lo llevó como misionero hasta Venezuela, donde permaneció dos años. 

Al regresar recaló en Antequera, en el mismo lugar en el que estudió. Luego fue destinado, al convento de los Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda, donde ha convivido hasta hace muy poco con otros tres frailes. Con el paso de los años se cortó el pelo y se dejó una barba larga y pelirroja. 

El fraile, durante una entrevista ofrecida en 2023 al programa La Sacristía de Sanlúcar de Barrameda.

El fraile, durante una entrevista ofrecida en 2023 al programa La Sacristía de Sanlúcar de Barrameda. E.E.

Allí ha desempeñado el cargo de hermano guardián era el responsable de los cultos en la iglesia del convento y de la atención a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en un barrio periférico. También era responsable de atender dos capellanías y también a la iglesia de Jerez de la Frontera, toda vez de que en Jerez ya no quedan frailes de esta orden y las misas dominicales eran responsabilidad de los frailes sanluqueños.

El fraile tenía un blog, fraternidad itinerante, que inicó en 2011 y cerró en 2023, aunque lo tenía inactivo desde 2016, cuando relató que había predicado en las calles de Antequera (Málaga) durante hora y media. Fue hace justo nueve años.

En esa última publicación escribió que "la finalidad y lo más importante de este acontecimiento es que escuchen la palabra de Dios fuera del templo eclesial, a pie de calle, aprovechando la predicación para la motivación de la fe de aquellas personas que se encuentran lejos de Dios y de la Iglesia".

Porque, aseveró, "no es fácil en los tiempos que corren hablar del Evangelio de Jesús, donde la indiferencia predomina en las conciencias de las personas y la religiosidad pasa a un sentimentalismo espiritualista. Lo más importante es la acción y que el Espíritu Santo haga el resto. Nosotros plantamos la semilla y que él vaya cuidándola".