Marcos Fernández Fermoselle durante el ensayo con EL ESPAÑOL.

Marcos Fernández Fermoselle durante el ensayo con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

Reportajes

Marcos F. Fermoselle, del éxito empresarial a fichar por Warner con 62 y tocar rock budista en el Wizink

El grupo de música emergente, Red Moon Yard, lanza mensajes de divulgación de los valores del budismo a través de sus letras. 

13 marzo, 2024 03:23

Suenan los últimos acordes de September. Se aleja del micrófono, levanta el pulgar y gesticula con la cabeza en busca de nuestro veredicto. En el single marzo calza frío y viento. Pero fuera un sol contornea los almendros. Jorge, el baterista, pide repetirla. Debe estar perfecta para el próximo 18 de abril, cuando se estrene, junto al resto de canciones que componen Pure Land, su primer disco, en la céntrica Sala del WiZink Center. Habla del fin de una amistad. "En septiembre lo supe / Ahora todo es diferente / Sé que te he perdido".

La letra es obra y gracia de Marcos Fernández Fermoselle, cantante, guitarrista, compositor principal y creador del grupo Red Moon Yard, integrado por Javier Schoendorff, Quique Fuentes, Jorge García y Raquel Martín. Al finalizar September, la voz femenina de Martín se entremezcla con la de Fermoselle. El ritmo africano de Hang Out cautiva nuestro interés. Se sorprenden por el entusiasmo percibido. Es la favorita del periodista Ángel Fernández Fermoselle, hermano de Marcos, sentado hoy junto al teclado. "¿Es o no es un temazo?", parecen arrojar con la mirada.

Red Moon Yard surgió, aproximadamente, hace cuatro años. Fermoselle ya había tocado anteriormente con alguna que otra banda de música, aunque no de manera profesional. "Para mí es un estado elevado del alma", expresa en conversación con este periódico, al que ha recibido en el estudio DEN del madrileño municipio de Majadahonda.

El grupo emergente de música Red Moon Yard, tras la entrevista con EL ESPAÑOL.

El grupo emergente de música Red Moon Yard, tras la entrevista con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

El hijo del promotor vallisoletano Marcos Fernández es uno de los miembros más destacados de la comunidad budista en España. Cuenta Fermoselle que se encontraba comiendo en el monasterio Kopan, en Nepal, junto a su maestro, el lama Zopa Rimpoché, cuando este le arrojó que debía hacer algo más por el Dharma —entendiéndose como la filosofía del budismo, la aplicación de las enseñanzas del Buda. "Tengo la posibilidad de sacar adelante un proyecto musical", le insinuó.

Narra el artista que Zopa Rimpoché se levantó por primera vez en 35 años y le clavó la mirada. Comenzó a elevar el tono de voz, incluso. "No se preocupe, Rimpoché, abandonaré la idea", le expresó Fermoselle confundido. El maestro espiritual se sentó. "Sí, tienes que hacerlo, pero de esta manera", enunció finalmente. "Así que estoy haciéndolo de la forma que él me sugirió. Era un padre para mí", señala el músico mientras lamenta su pérdida, pues, desgraciadamente, Rimpoché falleció el pasado abril a causa de un ictus.

Una ofrenda al budismo

Fermoselle explica que el proyecto es una ofrenda a los budistas por todo el conocimiento y la inspiración que le han otorgado. "Mi ilusión es poder devolverles todo esto a través de canciones cuyas letras lanzan un mensaje de divulgación de los valores del budismo", expresa.

Se identifican como una banda de rock especial, "con una connotación muy budista en las letras, en el mensaje, en la forma que tenemos de dirigirnos al oyente, del acercamiento que podemos hacer de esta filosofía". El intérprete explica que la impermanencia, la interdependencia, la inestabilidad, el vacío y el karma, entre otros conceptos, son mensajes budistas que se entremezclan, por ejemplo, con experiencias románticas y familiares en las letras de las canciones.

"Quiero combinar una música que, humildemente, pienso que es buena con un mensaje que es muy importante para mí", concluye el artista en cuanto a la emersión de esta idea.

Marcos Fernández Fermoselle antes de la entrevista con EL ESPAÑOL.

Marcos Fernández Fermoselle antes de la entrevista con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

PREGUNTA.- Marcos, ¿cómo podemos definir este género musical?

RESPUESTA.- Rock budista elegante. 

[Risas]

P.- ¿Cómo fue contactar con Warner Music?

R.- Contactamos con varias empresas musicales y a Warner le pareció interesante distribuirnos el disco y ponernos en marcha. Estamos muy agradecidos. 

P.- ¿De qué trata Pure Land, vuestro primer disco?

R.- Pure land significa 'tierra pura', que es a donde queremos ir los budistas cuando se termine esto que está pasando aquí [gesticula señalando el entorno]. Cuando tocábamos sentía que estaba en esta tierra pura. Así pues, Pure Land consta de diez canciones y un mantra del Buda Shakyamuni, escrita por el oráculo de Su Santidad el Dalai Lama, que precede a una de las canciones, Samsara. 

['Samsara', llega la película budista de Lois Patiño que nos invita a cerrar los ojos quince minutos]

P.- ¿Qué es el Samsara?

R.- Es este mundo nuestro conocido, sujeto al sufrimiento. 

P.- Como canta September: "You have this pain too / you have suffering too" (tú también tienes este dolor / tú también tienes este sufrimiento).

R.- Es todo aquello que está pasando en nuestra realidad, digamos, fenoménica. Nosotros lo que intentamos es liberarnos de esta situación donde hay aflicción, pena, dolor. Todos nosotros estamos sujetos al nacimiento, a la enfermedad, al envejecimiento y a la muerte. Esto es común en todos los seres humanos, sin excepción. Nosotros queremos salir del samsara e ir a esa tierra pura. 

P.- ¿Todo Red Moon Yard tiene este mismo pensamiento?

R.- No en su totalidad, pero aproximado. Yo, personalmente, tengo un interés profundo en lo que es el budismo. A mí me ha dado mucho. El resto no lo viven como yo, pero sí podría decir que la onda es común. 

Marcos Fernández Fermoselle, tras la entrevista con EL ESPAÑOL.

Marcos Fernández Fermoselle, tras la entrevista con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

Una idea singular

Con respecto a los integrantes que conforman la banda, Fermoselle explica que todos tienen una larga trayectoria profesional: "Al final el único que no es músico soy yo". Relata que el proyecto parte de "una idea un poco singular que se vende sola", por lo que cuando contactó con ellos, algunos amigos íntimos, no dudaron en aceptar formar parte de ella. 

Ahora Red Moon Yard tiene la mirada puesta en La Sala del WiZink Center. Fermoselle cuenta que su manera de publicitarse, además de ser a través de redes sociales y el boca-boca, está siendo lanzar cada tres semanas un nuevo single. Comenzaron hace un mes y medio y la salida completa del álbum coincidirá con el concierto. El próximo 15 de marzo lanzarán Weird Song y, posteriormente, Kissing Disorder, "una balada muy divertida que habla sobre los desórdenes de besos que creo que tienen las parejas cuando se separan". 

El artista expresa que este concierto es más bien de presentación de la banda. Al preguntarle por el éxito que prevé tener en un futuro, señala que se siente extraño con todo lo que está sucediendo y que "sólo el hecho de estar aquí contigo, contándote la filosofía del budismo y que eso se pueda publicar es ya un triunfo”. Para Fermoselle, que revela que un nuevo álbum viene en camino, su canción favorita de Pure Land es, "como dirían los músicos, la última". 

Marcos Fernández Fermoselle antes de la entrevista con EL ESPAÑOL.

Marcos Fernández Fermoselle antes de la entrevista con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

Alejado de los negocios financieros

El hijo de Marcos Fernández, quien fue promotor de Ciudad Parquesol y presidente del Real Valladolid desde 1992 hasta 1998, asegura que pensar en la música le parece mucho más interesante que "otras cosas más mundanas relacionadas con el mundo financiero". El artista emergente considera que siempre ha tenido un interés espiritual profundo, por lo que se alejó del mundo de los negocios bursátiles que han convertido a los Fernández Fermoselle en una de las familias más ricas de España, con un patrimonio de cientos de millones para promover el estilo de vida budista. 

Desconectado de todo lo que estuviera relacionado con lo monetario, Fermoselle creó en 2007 la Fundación Vistare —que en nepalí significa 'lento, pero seguro'— con el objetivo de financiar los estudios de niñas tibetanas que, por motivos culturales o geográficos, no tienen la oportunidad de acceder a una educación superior.

También prologó El mundo físico, una obra que recopila los análisis de los clásicos budistas sobre la naturaleza de nuestro mundo material y de la mente humana, bajo la supervisión visionaria de Su Santidad el Dalai Lama. El libro fue publicado por Kailas Editorial, donde Ángel Fernández Fermoselle es editor.

Marcos Fernández Fermoselle durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Marcos Fernández Fermoselle durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

PREGUNTA.- Se licenció en Filosofía, ¿cuál es su lógica más férrea?

RESPUESTA.- Intentar estar muy consciente de todo lo que ocurre. Vivimos en un mundo que se va a terminar, por ende es impermanente. Creo que es muy importante que analicemos con detenimiento todo lo que está pasando. Yo ahora mismo en lo que estoy es en hacer música, lanzar un mensaje acorde a lo que pienso que es mi vida y poder exportarlo.

P.- Ha prologado un libro, ha creado una banda de música…

R.- Me falta plantar el árbol.

[Risas]

P.- Podemos decir que es un empresario muy vinculado al arte.

R.- Estoy envejeciendo, al final estoy más próximo a un posible final. Me gusta mucho la idea de poderme centrar en lo que realmente me interesa. El karma en el budismo no es sólo la causa-consecuencia que la gente cree, también es habitualidad. Es decir, si la mente se habitúa a una serie de cosas más elevadas, pues producen cosas más elevadas. La música eleva mucho la consciencia, el conocimiento, así que claro que me gustaría que este proyecto funcionara. 

Red Moon Yard ensayando antes de la entrevista con EL ESPAÑOL.

Red Moon Yard ensayando antes de la entrevista con EL ESPAÑOL. Gustavo Valiente

Fermoselle conversa sereno. Ha creado una atmósfera apacible. El bajo ha enmudecido y las baquetas no repiquetean. La conversación ha acallado el correspondiente bullicio del estudio. "Estoy viviendo el presente. Estoy disfrutando de este momento", recalca. En la letra de September abril se presenta triste. Pero, en realidad, la primavera brotará vivaracha: ya huele a azahar, no hay desdicha. Y habrá música, a mediados de mes, en un patio de luna roja. Foto en grupo y despedida. Durante el camino, una pregunta: ¿seremos flor de loto en el lodo?