Xabi Paz con su cebra.

Xabi Paz con su cebra. DD

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La obra de Xabi Paz: ha comprado una cebra por 10.000 € para cruzarla con yeguas y crear el cebrallo

La idea es que conciban un ejemplar híbrido dentro de un año. Los nuevos animales defenderán a la manada de los lobos en los montes.

28 octubre, 2023 02:07
Villalba (Lugo)

Un coche viaja por una vía nacional de Villalba (Lugo). Los valles verdes rodean la vía, de doble sentido, el cielo es grisaceo, de vez en cuando se da cita la llovizna. La vida es una rutina, hasta que algo la rompe. El vehículo se detiene un poco más adelante a la gasolinera del concello. No va a repostar, el sitio está abandonado. El estacionamiento está relacionado con algo que ha llamado la atención de los viajeros. Uno de ellos baja y se decide a cruzar mientras el resto saca sus móviles para grabarlo. Todos alucinan con el avistamiento y brotan las risas. Más tarde, en Twitter, uno de ellos descubre el pastel: "En mitad de la Galicia profunda, sola, contra todo, combatiendo el frío y el viento... Una cebra".

Los jóvenes se acercan a ella y la miran. El animal está atado y en un recinto acotado. No parece abandonado ni mucho menos. Ni siquiera huye cuando todos se acercan a tirarse el selfie de rigor. Las risas se escuchan y la pregunta es clara: "¿Pero por qué en mitad de Galicia hay una cebra?".

La respuesta no es obvia. Sin embargo, es simple. Xabi Paz, ganadero gallego de 25 años, ha comprado este animal y lo ha incorporado a sus reses en la finca Enxebreza, la privada más grande de Galicia, con 1.200 hectáreas. El joven compró la cebra en Holanda y le ha puesto de nombre Stripe (rayas, en inglés). Esto les ha convertido a ambos en todo un fenómeno.

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Su primera aparición estelar se produjo el pasado domingo, en la feria de As San Lucas. Entre 600 caballos se coló esta cebra macho. Stripe pasaba a romper los estereotipos y quitaba un tanto de razón al Ayuntamiento de A Coruña, que en 2018 permitió a una empresa lactea quitar un cebreado para poner un paso de vacas, porque las cebras "no representaban" a la comunidad. Quizás a partir de ahora haya que planteárselo.

Una cebra en Galicia

La Finca Enxebreza es la mayor de Galicia. En sus más de 1.200 hectáreas, el animal de moda es la cebra. EL ESPAÑOL puede comprobarlo fácilmente este martes, nada más llegar al lugar. En la cuadra primera, en la que está Stripe, se agolpan los trabajadores. La señora más mayor se acerca al reportero y se lo explica: "Tenemos una cebra". 

Paz aún tarda en salir. Cuando lo hace, se dirige a por una cuerda para sacar a Stripe de su habitáculo. Al abrirse la barrera, aparecen las rayas. No es un animal demasiado grande, mide en torno al 1.30 metros —"como un caballo gallego, más o menos", apunta Paz—. Planta cara a su dueño, que acaba de acceder a su lecho. Intenta levantar las patas delanteras, pero sin demasiado esfuerzo.

Xabi Paz sacando a Stripe de la cuadra.

Xabi Paz sacando a Stripe de la cuadra. Domingo Díaz

El joven ganadero tranquiliza al animal. Se acerca de frente, le acaricia la tez y le coloca la cuerda para salir. Durante la sesión de fotos, el animal es paciente y tranquilo. No parece tener excesivo carácter. Nada más lejos de la realidad. 

La hora de volver dentro se complica. Stripe planta las cuatro patas y se niega. No parece estar a disgusto a pesar del frío y la lluvia, aunque no sea el hábitat natural de una cebra. Tira con fuerza. Hace de nuevo ademán de levantarse sobre las patas traseras. Un ayudante de Xabi cerca por detrás al animal, que se vence y entra sin más problemas en su cuadra.

Paz responde sobre su compra. "Siempre quise tener una, siempre me gustaron mucho". El animal se ha unido a sus 300 caballos y su ganado bovino. "Este es un macho, tiene un año. Tenía un conocido en Holanda, hicimos los trámites y lo trajimos", apunta.

Llevar una cebra hasta territorio gallego no debe ser una labor sencilla. "Bueno, es un poquitín cara, pero difícil no", explica Paz. En torno a 10.000 euros, cifra el coste finalmente el gallego, que llega a decir que el precio es superior al de un caballo. Lo explica: "Hablo de los caballos orientados a la carne. Hay caballos mucho más caro que la cebra. Pero los de las montañas tienen un precio inferior".

El ganadero apunta que "los trámites que hay que realizar son los mismos que se tienen que hacer cuando quieres tener vacas o cualquier otro animal. Al estar incluido dentro de los équidos no hay problemas. No ha habido problemas con la Ley de Bienestar animal".

La adaptación de la cebra al resto de equinos puede durar un año.

La adaptación de la cebra al resto de equinos puede durar un año. DD

La adaptación de este animal salvaje propio de África aún es escasa. "De momento, suelta no ha estado", aclara Paz. Durante el próximo año estará con la adaptación. "A ella le gustan bastante los caballos cuando la sacamos con la cuerda", impone.

Más le vale a Stripe. A partir de los dos años, según su dueño, "la idea es que haga de semental con las yeguas". Es en esta edad "cuando empiezan a hacer crías", explica Paz.

Por el momento, esta cebra será el único semental de la manada. En un par de años se verá si la prueba ha tenido éxito y si se amplía el número de cebras en España para fecundar yeguas.

Cebrallos

El lector no está confuso, ni el narrador enajenado: "La idea es que [Stripe, la cebra] haga de semental con las yeguas". Xabi Paz pretende con la compra de esta cebra en Países Bajos "hacer cebrallos". El objetivo: "Hacer una prueba para vender a otras ganaderías".

Comencemos por el principio. Una cebra puede fecundar a una yegua. El resultado será un cebrallo. Un híbrido de las dos especies que será infertil y que portará las rayas del padre y un cuerpo más similar al de la madre. En Estados Unidos es donde se conoció por primera vez este animal, también conocido como mula africana por motivos obvios, que ahora quiere crear Xabi en España. 

Lo hace con la intención de criar un animal que luego le compren otras ganaderías a las que acechan los lobos. Los cebrallos guardan el espíritu de su padre —las cebras son indomables a priori y están acostumbradas a pelear contra grandes depredadores—, aunque algo más templados. Además, al ser infértiles, protegerían a la manada sin posibilidad de preñar a ningún miembro estando sueltos por el campo. "Sería para que los cebrallos defiendan", expone.

Stripe es el nombre de la cebra.

Stripe es el nombre de la cebra. DD

No obstante, en Estados Unidos también se han criado cebrallos para montar. No hay competición deportiva regulada, pero los más extravagantes siempre gustan de subir a un animal de tal rareza. "En teoría están hechos para defender, pero también se pueden utilizar para uso deportivo en la monta. Se utilizaría para dar un paseo pero con rayas", dice Paz. 

Desconoce cuál de los tres tipos de cebra es Stripe, si real, de montaña o común. En otra entrevista reconoció que no lo preguntó. Sin embargo, debió haberlo hecho; el futuro embrión dependerá de ello. Al parecer, según algunas publicaciones, es más factible la cría si el semental es una cebra real o del desierto. 

Otra rara avis

Lo llamativo, después de todo, no se queda solo en Stripe. Su dueño no se queda atrás. Xabi Paz es otra rara avis ahora mismo en Galicia. Es ganadero desde los 18 años y acaba de cumplir 25. "Al Alquilé una finca y metí caballos y vacas", aplica con soltura.

Reconoce que su familia nunca se dedicó a la ganadería. Él es el primero en hacerlo. "Mis abuelos siempre tuvieron unas vacas, pero se dedicaron a otros sectores que no estaban relacionados directamente. Lo mío fue por vocación, porque me gusta. Surgió la oportunidad y pude montarlo", vuelve a insistir con naturalidad.

Xabi Paz en su finca arrendada.

Xabi Paz en su finca arrendada. DD

Sabe que su caso, como el de Stripe, es extraño. "Sí, sin venir de familia es raro, pero fue una cosa que me gustó. El dueño de la finca la sacó en alquiler, hicimos el estudio y fuimos dándole para adelante".

Explica Paz que hoy en día, "un ganadero es una persona normal". "Antes estaban más anticuados, no salían del pueblo, no hacían nada y tenían que trabajar 20 horas al día. Hoy eso no es así".

Paz habla del plano organizativo y trata de no engañar a nadie. "Un ganadero bien organizado trabaja su jornada. Es verdad que hay días en los que trabaja 12 horas, otras trabaja 6... Depende del momento, de la campaña... Hay días de una manera o de otra", describe. 

Eso no quita que piense que "se trata de un trabajo bonito". ¿Se lo aconsejaría a la gente de su edad —nacida en 1998—? "Estás un poco a tu aire, estás integrado en la naturaleza... Si te gusta eso, te doy ánimos. Un día que llueve te tienes que mojar. Un día que hace sol tendrás que estar al sol. Es un trabajo un poco esclavo dependiendo de las condiciones meteorológicas. Pero si te gustan los animales y te gusta el campo es donde mejor vas a estar porque es como si fueras tu propio jefe".

El tema económico también es fundamental. Ahí el joven ganadero tira de veteranía empresarial. " Bueno, hoy tampoco estamos para tirar flores, pero es un trabajo como otro cualquiera. Vas a tener tu sueldo. A veces tendrás más dinero porque tienes terneros para vender y en otras estás más justo porque tienes que pagar facturas. No te haces millonario, pero vives feliz, sobre todo si te gusta esto. Aunque ganes mucho dinero, si no te gusta esto no lo vas a aguantar. Esto es de vocación y puedes vivir bien. Si tienes hijos puedes dedicarles más tiempo".