Dani Esteve, líder de Desokupa, junto a sus lugartenientes.

Dani Esteve, líder de Desokupa, junto a sus lugartenientes.

Reportajes

El 'ejército de camisas negras' con el que Dani Esteve, líder de Desokupa, "moriría por España"

Un séquito de fieles está dispuesto a seguirlo "a donde haga falta". Su popularidad le ha convertido en un agitador político con bastante influencia.

4 julio, 2023 03:00

“Oiga, perdone, ¿es aquí lo de Desokupa? ¿Sabe si dan camisetas gratis?”, pregunta una señora mayor. Las había, pero es ya la una y media pasada y en unos minutos han volado. A la mujer, desilusionada, le queda el consuelo de tener unos segundos con su ídolo sin necesidad de esperar: “Dani, ¿me puedo sacar una foto contigo”? “Claro que sí, hombre, a ver si entre todos echamos a estos de La Moncloa”, responde él, que saca moya de culturista para la foto. Es la seña de identidad del personaje, da igual edad, sexo o condición del acompañante.

Dani Esteve, el hombre al que todos buscan, ha convocado una concentración media hora antes para contemplar su nueva obra: una megapancarta, que cubre todo un edificio de la calle Atocha de Madrid, en la que manda a Pedro Sánchez a Marruecos y promete acabar con “todes” sus enemigos mientras ruge con pose animal con el Congreso de los Diputados de fondo. “Tú a Marruecos, ¡Desokupa a La Moncloa!”, clama el cartel. “Ya me he marcado la muesca de Ada Colau y ahora vamos a por Pedro Sánchez”, presume su protagonista a EL ESPAÑOL. 

Pese a los 35 grados a la sombra, decenas de personas hacen fila para hacerse una foto con él. “Es un tío que dice sin complejos lo que muchos pensamos. Hemos abierto las fronteras ante la inmigración y parece que a todo el mundo le da miedo condenar eso. Sólo él se atreve a criticarlo de forma salvaje”, asegura Pedro, de 25 años, opositor a policía municipal. 

Dani Esteve posa junto a dos chicas

Dani Esteve posa junto a dos chicas I.M.

La campaña -”puro marketing”, como reconoce el propio Esteve- lo tiene todo: un gran cartel a la antigua usanza con el que escandalizar y un vídeo explosivo en redes. Lo analógico y lo digital, lo viejo y lo nuevo, lo bruto y lo casi delictivo. Siempre en el límite de lo legal. El PSOE ya ha pedido a la Junta Electoral Central que retiren la pancarta.

[El líder de Desokupa Dani Esteve: "La pancarta es marketing. Costó 50.000€ y ya la hemos rentabilizado"]

En ese vídeo repasaba los incidentes ocurridos en Francia tras el asesinato del joven Nahel, de 17 años, a manos de un policía de un policía en Nanterre. “Yo he visto patrullas vecinales francesas que se están organizando porque se están metiendo a violar en manada a sus mujeres. A mí me costará la vida, pero si esto llega a España -Dios no lo quiera- pienso ser uno de los cabecillas del ejército de la calle. Y te digo una cosa, no voy a salir con un palo. Y si tengo que morir, moriré en la calle defendiendo a mi país”, proclama. 

Camisetas (gratis) negras

Ese ejército de camisas negras al que apela Esteve, como los escuadristas de Benito Mussolini, acuden en realidad a buscar su camiseta gratis -también negra- de Desokupa y a hacerse un selfie junto a su venerado líder. “No estamos pensando en ninguna acción violenta, pero si Esteve encabeza cualquier patrulla lo seguiríamos. Lo que queremos es que el Ejército y la Policía actúen de verdad y disparen cuando la situación lo requiera. En Francia el agente que mata al joven se excedió, pero una vez se descontrola la violencia hay que atajarla como sea”, asegura el opositor a policía. El mensaje del líder cala tan fuerte que las palabras del resto son idénticas a las suyas. 

Pedro, opositor a policía municipal

Pedro, opositor a policía municipal I.M.

Con la pancarta convertida ya casi en una especie de photocall, en pocos minutos han posado ya junto a Esteve dos veinteañeras que vienen del gimnasio, un joven que sigue sus directos en redes sociales, varios cabezas rapadas con tatuajes neonazis, un señor jubilado y todo su séquito de guardaespaldas, expertos en artes marciales. La cosa está a medias entre uno de esos eventos promocionales de las discotecas con reparto de merchandising incluido y un llamamiento a tomar las armas. Sea como sea, el negocio está hecho, porque horas más tarde decían haber vendido más de 8.000 camisetas a 25 euros cada una. Total, 200.000 euros, si fuera cierto

Dicen que la lona les ha costado 50.000, gracias al apoyo de un misterioso despacho de abogados llamado DP Consultores, con sede en A Coruña. Así que, desde el punto de vista del negocio, parece rentable. En cuanto al mensaje, Esteve insiste en que su propósito no es violento, pero que de él “no se reirían, como lo hacen de los policías en las manifestaciones”. Habla con tono beligerante, entre la seguridad en uno mismo y lo intimidatorio. “Yo sé de estas cosas y la primera se la daría aquí, mira”, y marca el golpe en la cara de su interlocutor, del que le separa poco más de un palmo. 

Abilio, un empleado de banca ya jubilado, no se ve para integrar esas patrullas ciudadanas, pero “respalda al cien por cien” al líder de Desokupa. “Estoy con él porque no puede ser que Pedro Sánchez haya mentido tanto, que haya pactado con ‘el coletas’, los independentistas y toda esta panda”, insiste. Pero Esteve no es ningún político, sino el dueño de una empresa dedicada a desalojar individuos de viviendas okupadas. 

[Un bufete de abogados coruñés está detrás de la lona de Desokupa y Sánchez en Madrid]

Vox recoge el guante

Ocurre algo parecido en otros países. En Italia existen dos movimientos neofascistas llamados CasaPound y Forza Nuova -con naturaleza de partidos políticos- que se comportan como una especie de fuerzas de choque frente a unos agentes a los que ellos consideran demasiado permisivos. Agitan el discurso antiinmigratorio del que después se aprovechan otros movimientos de extrema derecha, como la Liga o Hermanos de Italia -que ahora forman Gobierno-, y que comparados con estos grupos suenan moderados. 

["España es Francia con 10 años de retraso": Vox agita el miedo al migrante tras su "que te vote Mohamed"]

El socio en España de Hermanos de Italia, el partido de Giorgia Meloni, es Vox. Y este lunes, mientras Desokupa había copado las redes, los medios y se fotografiaba en las calles frente a una pancarta, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, repetía algo muy parecido, pero con menos vehemencia y a mayor distancia de los periodistas que le seguían en rueda de prensa. “España es Francia con 10 años de retraso”, dijo. E insistió en que la política migratoria de puertas abiertas provocará la misma situación en el resto de Europa. Misma estrategia que en Italia, está todo inventado. Varios de los asistentes a la concentración de Desokupa llevaban banderas de España y pulseritas de Vox. 

Cuando Esteve dice que lleva "la muesca de Colau", se refiere a las manifestaciones que protagonizó durante la pasada campaña de las municipales en las que congregó a centenares de personas. Siempre con ese tono belicista. Su alcance será relativo, su fuerza cuestionable, pero su popularidad es innegable para su ejército de fieles

Dani Esteve junto a sus colaboradores de Desokupa

Dani Esteve junto a sus colaboradores de Desokupa I.M.

Los camisas negras, los perros de presa del fascismo, sembraron el terror en Italia mientras Mussolini ejercía el poder político. “Matteotti pidió ayuda. Entonces llegaron los otros cuatro, y uno de ellos le dio un fuerte golpe en la cara. Luego lo agarraron por la cabeza y los pies y lo metieron dentro del coche, que pasó a nuestro lado. Así pudimos ver que Matteotti estaba luchando, después ya no vimos nada más”, narró un testigo que asistió al secuestro del diputado Matteotti, asesinado después por un grupo de estos escuadristas.

Eran los años veinte, sí, y las cosas se hacían de otra manera. Pero cuando el Parlamento debatía sobre cómo condenar este episodio, Mussolini protestaba desde su escaño: “Los violentos, los violentos… Pues bien, ¡ellos también me hacen falta!”.