Ilustración: Cristina Pita

Ilustración: Cristina Pita

Reportajes REPORTAJES

Los "excesos" del teniente coronel Oliva: "Detenía gente que no tenía nada que ver con el narco"

En cuatro años, detuvo a 12.813 personas por narcotráfico. En el macrojuicio contra 'Los Castañas' iniciado esta semana, la Fiscalía ha retirado ya las acusaciones a 26 encausados.

14 abril, 2023 03:46

En el Campo de Gibraltar, la noticia de que el exjefe de OCON-Sur, el teniente coronel David Oliva, está acusado por la Audiencia Nacional de dos presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos ha caído como una bomba. La sensación es además contradictoria. 

Porque, por un lado, "es innegable" que la labor de OCON-Sur, bajo el mando de Oliva supuso un antes y un después en la lucha contra el narco. "Es cierto que había que dar un golpe en la mesa", cuenta una fuente jurídica. Sobre todo, en La Línea de la Concepción, donde en 2018 la situación se había descontrolado. Vuelcos de droga, ajustes de cuentas... El punto de inflexión para que el Gobierno decidiera reforzar el lugar frente al narco fue la impunidad del rescate de Samuel Crespo, lugarteniente de 'Los Castañitas', rescatado por una veintena de integrantes del clan de las urgencias hospitalarias de La Línea.

Pero, en los cuatro años en los que OCON-Sur estuvo funcionando, desde el ámbito jurídico se advierte que "había ardor guerrero e impunidad" en los operativos que el grupo de élite contra el narco ha venido desempeñando. "Oliva cometió excesos. (OCON-Sur) acusaba de blanqueo o de narcotráfico hasta al quiosquero de enfrente". Y eso, según fuentes jurídicas, "se está viendo ahora perfectamente" en el macrojuicio contra 'Los Castañas', el todopoderoso clan narco de La Línea. El juicio arrancó, precisamente, en la misma semana en la que ha comparecido ante la justicia David Oliva.

La primera vista tuvo lugar el pasado lunes. De los 157 encausados, el primer día la Fiscalía retiró las acusaciones a 21 personas. Ayer jueves, a otros 5. Es decir, no hay indicio alguno de delito, de entrada, para 26 personas: el 12,8% de los acusados. "Es un número muy alto", cuentan las mismas fuentes.

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"Eso, sin contar con las conformidades, que han sido 69. De ellas nadie habla, pero si te piden 14 años por narcotráfico, y la Fiscalía te ofrece 2, aunque no hayas hecho nada, si tienes abogado de oficio, tú firmas y no te juegas volver a entrar en la sala, no vaya a ser que te condenen y te caiga más. Porque si no tienes antecedentes, con una pena mínima no vas a prisión". 

Para la inmensa mayoría del sector jurídico del Campo de Gibraltar "no puede montar un operativo de solicitud de entrada y registros por encima del bien y del mal". Hasta el pasado mes de julio, OCON-Sur, y desde sus inicios en 2018, decomisó 1,1 millones de kilos de hachís; 35.146 kilos de cocaína; 59.275 kilos de marihuana y 2.445.025 cajetillas de tabaco de contrabando. Se incautaron 2.622 vehículos, 1.137 embarcaciones y 779.468 litros de gasolina. Y detuvo a 12.813 personas.

Gente ajena

"Con la Operación Carrus, llamaron a declarar como investigados por blanqueo de capitales relacionado con el narcotráfico al listado entero de compradores de un concesionario de coches de alta gama". Hubo 88 investigados y se anunció a bombo y platillo. "Sí, en el listado había narcos. Porque los gayumberos -en el argot, los narcotraficantes de poca monta- se compraban los coches ahí, pero había mucha más gente que supuestos delincuentes en el listado que no tenía absolutamente nada que ver con el narcotráfico". 

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Un agente de Policía Nacional experto en narcotráfico en el Estrecho, consultado por EL ESPAÑOL, destaca que "no es lo mismo 4 detenidos y 1.000 kilos de hachís decomisados que 20 detenidos y 1.000 kilos. Sale más en prensa lo segundo. Lo que no se cuenta es que de esos 20, 16 quedan libres luego. Y todo por ponerse la medalla".

El teniente coronel David Oliva, exjefe de OCON-Sur desde su inicio hasta su desmantelamiento.

El teniente coronel David Oliva, exjefe de OCON-Sur desde su inicio hasta su desmantelamiento.

Las mismas fuentes advierten que en delitos contra la salud pública -narcotráfico- "no se pueden hacer guarradas. No se puede meter en la cárcel y acusar de narcotráfico a una señora mayor que está durmiendo a las 2 de la mañana, y luego soltarla meses después porque resulta que no hay pruebas, solo porque su hijo llegue de madrugada con un vehículo cargado y lo meta en el garaje de la casa".

La señora en cuestión "fue enviada a prisión" cuando "no tenía nada que ver". Lo mismo, pero en otra operación de la OCON, "con una mujer recién par¡da. Le tuvo que dejar a su bebé recién nacido a la familia. Hay que tener consideración", además de "ser muy escrupuloso con las diligencias".

"Yo me puedo equivocar", continúa el experto. "Pero son décadas de experiencia nacional e internacional. Yo veo unas diligencias y veo quién es el confidente. Veo que llega OCON-Sur e interviene una plantación de marihuana cuando aún no está en marcha. Están las naves, con la instalación de diez aires acondicionados, y que el que va a sembrar la marihuana que es de Holanda aún no ha cogido el avión para venir".

"Los pillan, y encausan a todos menos al instalador del aire, con su enganche ilegal al suministro eléctrico, para defraudar. Pues ése es el confidente. Y lo sé porque yo he colado confidentes en las organizaciones. Pero que no hagan guarradas. A la madre que no la metan. Es que a la señora, muy mayor, la metieron en la cárcel por tráfico de drogas. Me consta que su abogada defensora luchó muchos meses para sacarla. ¿Una mujer mayor, que no tenía nada que ver con lo que pudiera haber hecho el hijo? Vamos a ser dignos".

Un abogado penalista algecireño cuenta a este medio que "llegaron a detener a un taxista, solo porque era el que llevaba a un narco de manera habitual. Pero es que le incautaron el taxi un año. Ojo, no estamos hablando de que le inmovilizaran un Porsche. Le inmovilizaron un año el taxi, que era su medio de vida. Y a la mujer, que era costurera, le quitaron el ordenador personal. ¡A la mujer del taxista! Lo que guardaba eran los patrones y lo usaba para trabajar. Luego, cuando todo pasó, tuvo que reclamarlo para que se lo devolvieran".

La macrocausa

"Esta ultima macrocausa, absolutamente extraordinaria, no se va a volver a repetir", cuenta otra fuente penalista. "Ni por volumen de tomos ni folios, ni por el número de imputados, ni por el número de conformidades, ni por las retiradas de acusación... aquí se está viendo en cierta manera los vicios que, desde un punto de vista legal, estamos detectando en las instrucciones de los delitos contra la salud pública que hizo OCON-Sur". 

El experto agente en narcotráfico incide por su parte, que "esto que está pasando ahora también pasó en la Operación Nécora. Entonces, por la enormidad de la causa, que derivó en anulación de acusaciones, absoluciones, etcétera, se tomó la decisión de un asunto, un juicio. Porque si yo sé que se han metido 1.000 kilos, yo me voy a pillarlos por los 1.000. No me espero a los 5.000". 

A su juicio, "lo que pasa es que se mezcla, y se producen errores. Los afectados son las mismas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, la Justicia, y la gente que es acusada cuando, aparte de los malos, puede haber gente inocente". El agente ultima que aquí "el problema es que Oliva empezó a crecer y quería alijos por todas partes. Y no: hay que ser hormiguita, para luego tener almacén". 

La creación de la unidad de élite contra el narco en el sur de España "tuvo una motivación, sin duda alguna de garantizar la seguridad pública, pero también hubo cierta dosis de relevancia periodística y política", cuenta otro abogado del Campo de Gibraltar. "Se les dio libertad absoluta, que en principio se administró bien, pero que luego conllevó cierta impunidad".

Porque al principio OCON-SUR fue "escrupuloso en las garantías procesales" pero que pero luego, "por confiarte, pues vulneras esas garantías. Estamos hablando de delitos que tienen especial gravedad porque en la inmensa mayoría de las veces suponen penas privativas de libertad. Por eso mismo, aquí hay que tener mayores garantías si cabe frente a delitos que son de menor entidad o en los que el reproche penal es mucho menor". ¿Por qué? Pues precisamente porque cualquier fallo lo aprovechan las defensas de los narcos "para pedir nulidades".