María José, con su perrita, 'Moli', junto a su madre Vilma.

María José, con su perrita, 'Moli', junto a su madre Vilma. Cedida

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El infierno de la madre de María José, desaparecida en Murcia: problemas psicológicos, drogas...

Esta peruana pide ayuda a las autoridades públicas: "Ingresen a mi hija en un centro de desintoxicación, de lo contrario se la encontrarán muerta".

28 marzo, 2023 02:44
Murcia

Vilma está tan desesperada con su hija, María José, que confiesa que ha llegado a desear que alguna de las dos se muera para acabar con tanto dolor. "Siento que me quiero morir, y a veces, cometo el error de decir: 'Dios, llévatela porque está sufriendo y nos está haciendo sufrir a todos'", tal y como admite esta sexagenaria, en un alarde de sinceridad al que solo puede llegar una madre que lo ha intentado todo para rescatar de los excesos a la sangre de su sangre. "Tanto mi esposo como yo, llevamos veinte años viviendo un infierno: estamos bajo tratamiento psicológico".

No exagera un ápice la pobre Vilma. Este lunes, se ha viralizado la imagen de su hija, María José Jiménez de la Calzada, de 34 años, después de que lanzase una alerta de búsqueda la Asociación SOS Desaparecidos. Todo ello, a raíz de que su marido, José, acudiese a la Comisaría que la Policía Nacional tiene en el Barrio del Carmen de Murcia para denunciar la desaparición de María José en el Puerto de la Cadena: una zona de montaña que separa la capital del Segura del Campo de Cartagena.

"Ella está metida en las drogas y el alcohol y nos tiene a nosotros muy mal", insiste la mujer. "No sé en qué acabará su vida". Tal es el nivel de zozobra que sufre Vilma a diario, con María José, que solo accede a atender a EL ESPAÑOL para pedir auxilio: "Pido ayuda a las autoridades públicas para que ingresen a mi hija en un centro de desintoxicación, es urgente y necesario, de lo contrario se la encontrarán muerta". La otra posibilidad es que la fallecida sea la propia madre, ya que explica que ha denunciado a su 'niña' -en dos ocasiones- "por amenazas de muerte".

Comisaría de Policía Nacional, en el Barrio del Carmen de Murcia, donde acudió la familia de María José a denunciar su desaparición.

Comisaría de Policía Nacional, en el Barrio del Carmen de Murcia, donde acudió la familia de María José a denunciar su desaparición.

La última vez que Vilma acudió a una comisaría fue el 12 de marzo, tras una llamada de su hija pidiéndole dinero. "María José ha tenido y sigue teniendo problemas graves con las drogas. Recibí una llamada de mi hija amenazándome. Diciéndome exactamente: 'te voy a matar', 'te voy a reventar' y 'te voy a quemar la casa'", tal y como recoge literalmente la denuncia que interpuso esta mujer peruana y de padre español.

"En numerosas ocasiones, María José me llama pidiéndome dinero para gastárselo en droga. Quiero poner una orden de alejamiento de mi hija, ya que le tengo miedo", según prosigue exponiendo la mujer a la Policía Nacional, justo antes de alertar de que ha sido víctima de supuestas agresiones a manos de su propia hija. "Me ha pegado en varias ocasiones y tengo miedo de ella. Mi hija conoce mi domicilio y temo que cualquier día se presente en mi casa. Yo no la puedo acoger porque es muy agresiva".

- ¿Qué le pasó a su hija después de que la denunciase dos veces?

- Vilma: Le quité las dos denuncias porque sé que ella no lo va a llegar a hacer [matar a su madre]. Ella está con las drogas y con el alcohol. Me arrepentí. Me dio pena.

Así lo corrobora un auto fechado el martes 21 de marzo, donde esta mujer desestima proseguir con el proceso penal abierto contra su hija en el Juzgado de Instrucción número 4 de Valencia: "Se le hace el ofrecimiento de acciones previsto en la ley y manifiesta que la denunciada es su hija, María José Jiménez de la Calzada, y que la ha perdonado, por lo que quiere retirar la denuncia y retirar la solicitud de orden de alejamiento".

- ¿La primera vez que denunció a su hija por qué motivo fue?

- Tuvimos una discusión en casa por la gente con la que salía. La quise retener, me empujó y me caí al suelo. 

Vilma, la madre de María José.

Vilma, la madre de María José.

Vilma confiesa que está agotada psicológicamente porque suma varias décadas luchando para lograr algo que es una utopía: enderezar la vida de su hija. "Con 15 años empezó a darme problemas por las malas compañías con las que se juntaba: amigas que consumían drogas", recuerda esta mujer, de 60 años, en cuyo relato se verán reflejados muchos padres que han visto a sus hijos caer en el infierno de la drogadicción. En esta historia también se verán representadas muchas familias que han recurrido a SOS Desaparecidos, cuando han tratado de ayudar a un ser querido que estaba en el pozo y su respuesta ha sido esfumarse de sus vidas sin dar explicación.

"Yo me dedicaba a trabajar de asistenta de hogar, pero ahora estoy de baja por depresión y tomando pastillas". Lejos quedan aquellos años felices, cuando Vilma y su marido, José, ilusionados por el sueño europeo, se marcharon de Perú en 1999 para comenzar una nueva vida en Valencia. "Como mi padre era de León y yo tenía la doble nacionalidad, decidimos trasladarnos a España a vivir".

El matrimonio encontró pronto empleo y se trajo a sus dos hijos: un chico, de 13 años, y una chica, de 12 años. "Con mi hijo no hubo problema, estudió en la universidad y trabaja", remarca la mujer, al tiempo que vuelve a insistir en que en el domicilio familiar solo había un quebradero de cabeza con nombre y apellidos: "Mi hija, después de terminar la ESO, se formó en peluquería, se puso a trabajar y se echó un novio que la maltrataba y se drogaba. Yo le decía que lo dejase y ella lo seguía viendo a escondidas".

Los problemas de María José eran como una bola de nieve porque no paraban de crecer: amistades tóxicas, una vida de excesos y un maltratador de pareja. "Estuvo dos meses en un centro de desintoxicación en Mislata". En cuanto salió, volvió a las andadas, y sus padres decidieron alejarla de todo, llevándola a vivir con el cabeza de familia a Murcia donde José encontró empleo, en una tienda de objetos de segunda mano, después de dejar atrás la crisis inmobiliaria.

"Mi marido se marchó, pero yo seguía en Valencia porque estoy tratándome en el Instituto Valenciano de Oncología de un cáncer de mama que se me ha reproducido dos veces", precisa Vilma, una mujer para la que la palabra luchadora se queda corta.

- ¿Qué pasó cuando su hija se instaló con su esposo en Murcia?

- Vilma: La matriculamos para que hiciera el curso de actualización de peluquería, pagamos y nunca fue: estuvo con un novio que se había echado en el centro de desintoxicación de Mislata y salían a drogarse. Mi marido tuvo que echar del piso al novio y luego a mi hija porque la casera le dijo que lo iba a echar por todos los problemas [de convivencia] que causaba María José y por las quejas de los vecinos de que siempre estaba chillando.

El cartel difundido por SOS Desaparecidos sobre María José Jiménez de la Calzada.

El cartel difundido por SOS Desaparecidos sobre María José Jiménez de la Calzada.

La madre de María José llegó a contratar a una abogada para incapacitar legalmente a su hija, pero no culminó los trámites. "Lo paralicé porque se echó un novio que la estaba llevando por el buen camino". Una vez más, le dio otra oportunidad a su hija, al comprobar que se había instalado con su pareja en una pedanía de Molina de Segura y había encontrado un trabajo temporal como camarera. Pero tan solo fue un espejismo, ya que todo se fue al traste hace unas semanas. Así lo confirma Vilma: "Ingresó en el área de psiquiatría del Hospital Morales Meseguer de Murcia porque llegó a casa de su novio, rompió su puerta, tiró su ropa y armó bulla. Los vecinos llamaron a la Policía y se la llevaron".

El episodio del ingreso hospitalario de María José, le sirve a esta madre para reafirmarse en su postura de pedir ayuda para su hija: "Ella está en lista de espera, como prioritaria, para ingresar en Proyecto Hombre, pero nos viene arruinando la vida desde hace años. Tiene que ingresar en un centro de desintoxicación: no puede seguir amargándonos la vida. Creo que ella va a acabar muerta. Esto debería ser prioritario para el sistema público. ¿Cuántos jóvenes se suicidan en esa situación? ¿Cuántas familias como nosotros están viviendo un infierno?"

Este domingo, a las tres de la madrugada, solo unos días después de recibir el alta hospitalaria, Vilma recibió una llamada de la pareja de María José para informarla de que su hija se había marchado de casa. "Mi yerno me contó que discutieron porque él tenía 40 euros, ella se los llevó para drogarse y le llamó a las tres de la madrugada para que la recogiese en el Puerto de la Cadena. Llevaba de fiesta desde el viernes o el sábado".

Tras un fin de semana con el alma en un puño, este lunes, como el matrimonio seguía sin tener nuevas noticias de su hija, el cabeza de familia, José, acudió a denunciar a la Policía Nacional que su hija estaba en paradero desconocido. También pidió ayuda a SOS Desaparecidos: una asociación que gestiona más de 80 denuncias a diario.

- ¿Es la primera vez que denuncian la desaparición de su hija?

- Hace cinco años también denunciamos su desaparición. Mi marido y yo la localizamos en el Barrio de La Fama en Murcia. Estaba fumando droga en un bloque que conocen como 'el chalé'. La encontramos en un estado lamentable: se caía y había perdido dientes por la pasta base de cocaína.

Durante el mediodía de este lunes, horas después de que se viralizase la imagen de María José Jiménez de la Calzada, de 34 años, de pelo y ojos castaños, SOS Desaparecidos confirmaba que había sido localizada con vida. "Su novio me ha llamado para decirme que estaba en el Barrio de Fátima de Molina de Segura y que habían abusado de ella", según explica Vilma. "Su pareja no quiere seguir con la relación y se va a quedar en la calle. Es un infierno. Pido que la ingresen en un centro de desintoxicación".