Pedro Pacheco, en el despacho de su casa en Jerez de la Frontera,

Pedro Pacheco, en el despacho de su casa en Jerez de la Frontera, Cata Zambrano

Reportajes REPORTAJES

Pedro Pacheco, esperando su indulto: "Yo firmaría el de Griñán, pero antes deberían indultarme a mí"

El exalcalde de Jerez, aunque dice que firmaría el indulto a favor de Griñán por razones humanitarias, lamenta que le hayan metido "en el mismo saco".

5 septiembre, 2022 01:52
Jerez de la Frontera

Alcalde de Jerez de la Frontera durante 24 años, de 1978 a 2003. Andalucista del PSA y del PA, de izquierdas, acaba de recobrar la libertad una vez ha cumplido con el tercer grado por dos condenas por malversación y prevaricación. Una de las primeras cosas que cuenta a EL ESPAÑOL Pedro Pacheco (Jerez de la Frontera, 1949) es que esta semana ha ido a la playa por primera vez desde el año 2014. En octubre de ese año ingresó en prisión, con 66, donde permaneció cinco. Hace unos días ha cumplido con la pena de cárcel, en un último tramo, en tercer grado, que ha durado otros tres. Pero le queda la inhabilitación: desde junio del año pasado, la petición de indulto está en la mesa del Gobierno sin que haya recibido respuesta. En este tiempo, el Gobierno ha indultado a los condenados del procés, mientras acaba de recibir el solicitado por la familia de José Antonio Griñán, condenado a 6 años de cárcel y a 15 de inhabilitación por el caso ERE.

Pacheco recibe a EL ESPAÑOL en su casa. En su despacho, atestado de libros, de cuadros y de recuerdos, tiene periódicos y varias pilas de documentación. De su etapa en el Parlamento Europeo, de su etapa en el Parlamento andaluz, como alcalde, y una última, con los escritos que hacía para ayudar a los internos con los que compartió cárcel. Tiene a mano, en su escritorio, un puñado de lápices de distinta dureza y varios tamaños, porque siempre escribe a lápiz. Como buen jerezano, es amante del vino: tuvo que vender muchas botellas de las que atesora en su bodega para pagar abogados.

Son las 12 y 10 del mediodía, una hora en la que "el Papa ya ha bebido", dice, mientras abre unas cervezas Chimay, a la que se aficionó siendo parlamentario europeo. Las sirve, las ofrece y se sienta. Pacheco pertenece a esa raza de políticos que en periodismo son clasificados como máquinas de hacer titulares. Y comienza a disparar. "La libertad. Moverte sin restricciones es una gozada. Yo tenía unas condiciones durísimas, impuestas por la libertad condicional. Soy de los pocos en España que no podía salir de su provincia. Quizá los traficantes sí, y otros, también: yo no". 

—¿Usted cree que ha sido una cabeza de turco?

—Yo creo que pasé en el momento adecuado y oportuno. (Se ríe). Y como dije aquello de que 'la justicia es un cachondeo'... Y lo sigo manteniendo, pero ahora a peor. Yo creo que se saciaron conmigo. Su sed de venganza y maldad la hicieron conmigo. Y además como pertenecía a un partido pequeño, no era de un partido grande... No tuvieron valor de hacérselo a otros de otros partidos y sí lo hicieron conmigo. Yo pasé en el momento inoportuno y al no tener padrinos se ensañaron conmigo, está claro. Los señores de las puñetas.

—La historia le ha puesto en el camino dos casos de agravio comparativo flagrante: el indulto a los condenados del procés y el próximo a José Antonio Griñán…

—Y yo completo tu pregunta… y gran error político por parte de Pedro Sánchez. Yo creo que se ve obligado a. Pero desde luego, si lo hace, que se olvide de ganar las elecciones. Porque además yo creo, desde el sur, que hábilmente Feijóo, este amigo que tiene unas amistades peligrosas allí en Coruña, el famoso caso Fariña y compañía, lo está jaleando para que tome esa decisión, bien porque espera que 'sé bueno y paciente, Luis' —me refiero a Bárcenas— o alguien más, también entren en el saco. Pero la responsabilidad y el descrédito van a caer en manos de Pedro Sánchez. Yo creo que es la crónica de una muerte anunciada.

Pacheco, en dos momentos de su conversación con EL ESPAÑOL

Pacheco, en dos momentos de su conversación con EL ESPAÑOL Cata Zambrano

Desde el Gobierno se baraja el indulto o la reducción de la pena de cárcel a dos años para Griñán porque 'no puede eludir el precedente de Junqueras'. Ahora, en Andalucía se ha abierto un cisma en el PSOE: Juan Espadas ha aseverado que cumplirá el código ético de su partido y no firmará la petición de indulto que sí han rubricado Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Zapatero y Susana Díaz. Pese a ello, Griñán cuenta con unos apoyos que no ha tenido nunca Pedro Pacheco. 

"Yo en 2014 tenía las condiciones para no entrar en prisión: era mayor, tenía una familia normal, 30 años de servicio en la administración local, y era primerizo. Bien, y a las miles de peticiones de indulto no le hicieron ni caso. Digo, en 2014. Pero es que ahora tengo las condiciones para acogerme a ese indulto de esa ley tan antigua de mil ochocientos y pico porque tengo las condiciones. Además, mi caso es muy simple: yo he pagado cárcel; en segundo lugar, yo he pagado la responsabilidad civil, cerca de 300.000 euros, las multas y los abogados, por los dos contratos de esos zangolotinos que hice a los dos asesores, y tercero, yo estoy reestructurado". 

Griñán y el resto

Pacheco suspira y aprieta de nuevo el gatillo. "Si se aplica una ley, yo tengo el mismo derecho o más que estos señores. Pero a mí con el tema de Griñán... hay una cosa (que me parece) muy rara, que es un intento de separar a Griñán del resto, cuando Griñán era el urdidor de la trama, la trama en el sentido bueno de la palabra. Bueno, ¿y qué hacen con el resto de criaturas? Eso es muy difícil. El resto asiste desolado a ese intento de aislarle del resto. Al cabeza visible de la trama. 'Yo vengo aquí de un Gobierno del señor González, consejero de Hacienda, yo sé lo que hago'. Y se urde una trama con fines ilícitos. No entro ahí, pero quien urde la trama, el que urde el sistema, es él. ¿Cómo es posible que las medidas de petición de gracia sólo vayan dirigidas a él? Eso sigo sin entenderlo, de verdad. Si alguien me lo explica yo se lo agradecería".

Pacheco, en el jardín de su casa, mientras departe con EL ESPAÑOL.

Pacheco, en el jardín de su casa, mientras departe con EL ESPAÑOL. Cata Zambrano

El expolítico apunta de nuevo. Resalta que él pagó 300.000 euros "además de las multas y más cosas. Los etarras han salido de su guerra de liberación derrotados, pero no han pagado ni un duro de los miles de millones que deben de responsabilidad civil. Y estos señores dicen que la trama de los ERE alcanza 800 millones de euros, pero bueno, ¿alguien pagará, no? ¿O nada más que voy a pagar yo? Es que incluso se contradicen, porque a los independentistas les ha embargado y están pagando. Si quieren hacer con Griñán como con los independentistas… pero es que ellos están embargados para pagar con sus bienes la responsabilidad civil, pero es que eso no aparece en el tema de los ERE. Es más, leyendo cosas, porque estoy un poco intrigado, creo que Susana Díaz Pacheco promovió una trama… otra vez promoviendo una trama... para exonerar el pago de los 800 millones de euros y que la Junta no los recuperara. ¿Pero eso cómo va a ser, si hay que defender los intereses públicos? Yo creo que… vamos a quitar el aspecto caritativo y humano. Pero aquí hay cosas que yo no termino de entender. Quizá estoy tan al sur que no lo logro entender. O pudiéndolas entender, no las comparto, porque no es normal".

-Entonces, si a Sánchez le pasa factura el indulto de Griñán, ¿no le indulta? ¿Le indulta a él nada más y a usted no?

-Ni que decir tiene que, por razones familiares y humanitarias, yo firmaría el indulto a favor de Griñán. Pero es que a mí me deberían haber indultado antes. Ahora estoy metido en el mismo saco. El gran problema que va a tener Pedro Sánchez de aquí a las próximas elecciones es el indulto a Griñán y compañía. Indulto, por una parte, jaleado por el PP, que espera tener beneficios. Están callados por si entran en el bombo alguno de los suyos, pero el descrédito se lo va a comer Pedro Sánchez.

El PSOE... y el PP

"Creo que el PSOE tiene un problema, que es que tiene un señor González que ni come ni deja comer desde el principio. Un señor, con todos mis respetos, que es asesor de multinacionales y de Carlos Slim, y que incluso ha asesorado a la monarquía marroquí. Creo que al señor Sánchez no lo dejan tranquilo. Los suyos lo dejan menos tranquilo que los extraños. Y creo sinceramente que el tema del indulto a los del caso ERE, jaleado por el PP, que no va a hacer sangre, por si cae en el saco de los beneficios. Luis Bárcenas con 'sé fuerte, Luis', de ese registrador de la propiedad y mal presidente de Gobierno que es Rajoy. Porque Luis todavía no ha hablado bastante. Y no habla porque caería más gente. Caería por supuesto Aznar, y caerían otros dirigentes, como por ejemplo el señor Arenas, que tendrá mucho que decir en el futuro". 

Si tuviera que darle un consejo a Pedro Sánchez, ¿qué le diría?

—Que se piense muy bien lo del indulto. Porque la condena que le puede caer a Griñán, que yo creo que es el urdidor de la trama, no merece la pena el destrozo electoral que le va a hacer. Hablando de hipótesis, este señor cuando ingrese en prisión a los dos meses está fuera. Le hacen un análisis, que arroja que está reestructurado, que tiene ya 76 años, que es primerizo y que es útil y puede tener el tercer grado. De hecho, hasta la fecha en muchas cárceles mucha gente ha salido en el segundo mes y no han vuelto a entrar nunca. Hay gente incluso del narcotráfico que han salido en el segundo mes, han conseguido la libertad condicional y no han vuelto nunca. Pero el camino que va a tomar Sánchez yo creo que le puede costar electoralmente una barbaridad. 

Desde la cárcel, Pedro Pacheco siguió el caso ERE. Afirma que en él, "sobre todo, hay un disparate: una falta de proporcionalidad que chorrea. Qué curioso. Antes de entrar yo en prisión, un mes antes, una alcaldesa de Chipiona había contratado a 76, con los informes en contra del interventor-secretario. Pactó con el fiscal y no entró (en prisión). Era del PSOE. Yo creo que si la justicia obliga a ser proporcional, aquí hay una gran desproporción increíble. Que a mí me impongan unas condiciones, incluida la libertad condicional, que no se le pone a un kamikaze, a un cafre o a alguien del narcotráfico, me parece un disparate".

—En la cárcel usted se habrá encontrado casos para comparar…

Es que no se lo explican. Yo tenía una vida estructurada, con 66 años. Primerizo, 30 años al servicio del Ayuntamiento de Jerez, Parlamento andaluz, Parlamento Europeo, la Diputación de Cádiz… ¿pero cómo es posible que la sanción sea arrancarte de la vida civil, e intentar desestructurarte? Lo que hacen los equipos técnicos en los módulos de las cárceles es intentar aplicarte una condena distinta a la sentencia judicial. Sí, sí, sí. Intentan que te comas hasta el último día. Y eso de que el paso por la cárcel, según el artículo 12 de la Constitución, es que el fin del cumplimiento de las penas es reinsertarte… en muchos módulos de muchas prisiones españolas es mentira. Ellos aplican una sentencia distinta, no es broma.

El exalcalde de jerez posa para EL ESPAÑOL en su despacho.

El exalcalde de jerez posa para EL ESPAÑOL en su despacho. Cata Zambrano

Abogado, sus cinco años en prisión han sido un grado: Pacheco ametralla contra el Código Penal y las políticas penitenciarias. "El código penal español ve a los internos como enemigos. Nos ven como enemigos. Es el más duro que hay en Europa. Peor que el búlgaro. En España se cumplen las penas casi hasta el final en el 60 o 70%. Íntegras. No hay beneficios. Además, hay una población que si la memoria no me falla, puede haber entre 145.000 y 150.000 internos. Y luego, el despilfarro en las construcciones y en la llevanza de las cárceles. La última macrocárcel, cerca de Antequera…. Son ciudades. Porque entre los mil internos, más los trabajadores y los vigilantes, más los proveedores y demás, pues es una ciudad de casi 3.000 personas. Cáritas podrá darle más datos que yo. Pero en España no se cree nadie que el fin de las penas es ayudarte a rehabilitarte y reinsertarte en la sociedad de la que te han arrancado.

Y hay otra cosa importante que tenéis que saber: la mitad de los que están en las cárceles no tienen que estar ahí, tienen que estar en hospitales. Son enfermos. Y la cárcel, que no debe existir pero existe, no está para tratar enfermos. Busque un psiquiatra en una cárcel. No hay. En esta parte de Andalucía el psiquiatra está en Sevilla. Y hay gente que viene enfermos desde que nacen en su barrio, que están descastados, marginales, y son enfermos sociales. Son carne de cañón. Con los que están enganchados a las drogas, todos los días metadona a las 11 de la mañana.

Llega el servicio de enfermería del módulo, los llama y se toman en un vasito la metadona. Y eso se hace para evitar que se trafique con pastillas. Quien diga 'mi hijo ha entrado en la cárcel y ha salido curado'... Ponga usted que sea un 1 por ciento. La mayoría sigue exactamente igual. De hecho, he visto cómo individuos tratados como violadores han salido y han vuelto a violar. ¿Por qué? Porque no hay un tratamiento. Es mentira, no lo ha habido. Y un preso le cuesta a la sociedad española bastante dinero, ¿eh? Que son 140.000 y electoralmente no distorsionan, también es verdad. Pero esto es un tema que no hay que tratarlo electoralmente, esto es un tema de derechos humanos. A ningún partido que esté en Madrid le importa un pito los efectos perniciosos de un mal tratamiento en las cárceles".

La política, en prisión

Pacheco, un animal político aunque no ejerza ya, al estar inhabilitado, cuenta a EL ESPAÑOL que promovió "un triunfo galopante de Podemos y el PSOE" en prisión. "Y decían los funcionarios a los internos, que acudieron a las elecciones de una forma masiva, que si ganaba la izquierda los iban a echar a ellos de funcionarios. (Se ríe) Increíble. Yo creo que la democracia en las cárceles es un oxímoron". 

—¿Se arrepiente de haber promovido el voto para PSOE y Podemos?

—No. Nunca, nunca.

—¿Pese a que tienen su petición de indulto sobre la mesa desde junio de 2021?

—Conmigo se han ensañado, pero bueno, el que lo ha hecho, que fue el director (de la prisión) ya lo pagará, no se preocupe. En esta vida todo se paga. El maratón no termina hasta que el corredor pasa la meta y rompe la cinta. Pueden ocurrir muchísimas cosas, y esto no ha terminado. 

—Me va a disculpar, pero le noto con hambre...

—(Interrumpe) Tengo hambre porque esta cerveza me da hambre. ¿Se refiere usted a hambre política? 

—Sí.

—Hombre, yo le digo una cosa. Yo una vez que he recobrado mi libertad no me veo jugando al dominó en los centros de mayores. Ni viajando con el Imserso. Aparte de leer, yo quiero ser útil. Yo soy una especie de purasangre que está parado, y el purasangre o corre, o se anquilosa. 

Aclamado en la calle

Además del hambre, Pacheco tiene más motivos para querer regresar. Cuando el exalcalde de Jerez pisa la calle, le aclaman. EL ESPAÑOL es testigo. Tras la charla, le acompañamos a un bar, cercano a su domicilio. La gente se acerca, le saluda y le felicita con un apretón de manos. Le piden que vuelva. "Sí, me aclaman. La gente me dice 'déjate de tanto deporte y vuelve pronto, qué vergüenza de Jerez. Vuelve ya, tantos cuentos y tanta gimnasia'. Ten en cuenta que yo estuve 24 años consecutivos, y Jerez la pusimos en el mapa".

Sin filtros, advierte que al dejar la alcaldía "me sucedieron unas incompetentes que obviaban la labor hecha por Pedro Pacheco. Eran (María José García Pelayo, del PP, Pilar Sánchez y Mamen Sánchez, ambas del PSOE) como el picudo rojo de las palmeras: iban a destruir, y se han equivocado. Yo estuve de alcalde hasta 2004, luego entré de teniente de alcalde, y hasta la fecha, se ha hecho muy poco en la ciudad. Es que no se pueden hacer tres circuitos, ni tres estadios. Gestionar una ciudad, con criterios de eficacia y responsabilidad da muchos votos. Pero es que no se puede repetir y hacer otro circuito. Eso frustra. Está todo inventado. Las ciudades las construimos los del 79: los chavales que estuvimos después de la Transición". 

—¿Usted ha aprendido algo en la cárcel?

—No. Yo intenté que no me contaminaran. Pero hay una cosa importante, y lo voy a decir de verdad. Yo salí de la cárcel, pero la cárcel de mí no. Ha estado mucho tiempo. No se ha ido de mí en mucho. Y eso es muy duro. Ese es el problema: que tú saliste, con tus papeles, pero ella no ha salido de mí tan fácilmente, y eso te marca. A uno que está acostumbrado, le da igual. Pero un tío con 66 años... que yo pude estar prestando servicio en Cáritas, y ayudando a la gente, y asesorándolos... Hombre, por favor.