El ciclista Alejandro Valverde junto a un repartidor de Glovo.

El ciclista Alejandro Valverde junto a un repartidor de Glovo.

Reportajes

El misterioso rider de Glovo que ha aparecido para confesar sobre el atropello de Valverde

Su testimonio puede ayudar a contrastar las versiones de los ciclistas y del guardia civil retirado investigado por un delito contra la seguridad vial.

12 julio, 2022 12:11
Murcia

La pieza que faltaba en el rompecabezas ha aparecido. El rider de Glovo que presenció el supuesto atropello intencionado de la 'grupeta' de Alejandro Valverde está dispuesto a colaborar en el esclarecimiento de los hechos. Un portavoz de la Jefatura de la Policía Nacional ha confirmado que el repartidor se ha presentado en la Comisaría de Alcantarilla después de que EL ESPAÑOL publicase un reportaje del atestado policial del accidente, donde se informaba de que el Grupo de Policía Judicial estaba tratando de localizar a un empleado de Glovo para recabar su testimonio sobre lo sucedido el sábado 2 de julio en la RM-560.

El misterioso rider puede jugar un papel clave en la instrucción judicial donde Cristóbal, un guardia civil retirado, de 69 años, está siendo investigado por delitos contra la seguridad vial, lesiones, y fuga del lugar de un accidente. De hecho, el interés por localizar al repartidor se debe a que el 2 de julio iba por el mismo carril de la RM-560 por donde Cristóbal circulaba con su Citroën Xsara con el que presuntamente embistió a la 'grupeta' de Valverde. Todo ello, después de que los ciclistas le recriminasen que les adelantase sin respetar la distancia de seguridad de un metro y medio.

De momento, los únicos testigos que figuran en las diligencias tienen interés por alguna de las dos partes implicadas en la causa. De un lado, están los corredores que iban en la 'grupeta' donde supuestamente fueron atropellados Alejandro Valverde y su amigo, Pedro Moya. Y de otro lado, figuran la mujer y la cuñada de Cristóbal: el conductor del Citroën. Por este motivo, la Policía Nacional tenía tanto interés en escuchar al repartidor: los investigadores quieren confrontar su versión del accidente con la ofrecida por los ciclistas y por los ocupantes de la monovolumen.

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Prueba de ello es que en cuanto el repartidor puso un pie en la Comisaría de Alcantarilla y se identificó, según fuentes policiales, unos agentes del Grupo de Policía Judicial acudieron para trasladarlo a las dependencias que tiene el cuerpo en el Barrio de El Carmen.

Cristóbal, a su salida de la Ciudad de la Justicia en Murcia, ocultando su rostro a los periodistas, y al lado el Citröen Xsara que inspecciona la Policía Nacional.

Cristóbal, a su salida de la Ciudad de la Justicia en Murcia, ocultando su rostro a los periodistas, y al lado el Citröen Xsara que inspecciona la Policía Nacional. Badía

Hasta ahora, lo único que ha trascendido es que este rider estaba trabajando por la avenida de Alcantarilla que conecta con Javalí Nuevo por la RM-560, circulando justo por detrás del Citroën Xsara y de la 'grupeta' de ciclistas. Y cuando se produjo el supuesto atropello intencionado de los deportistas comenzó a perseguir a la monovolumen que conducía el guardia civil retirado, logrando hacerle una fotografía de la matrícula.

Cuando el rider fotografió con su móvil el Citröen, optó por regresar a interesarse por el estado de salud de los deportistas y les facilitó la matrícula que horas después permitió a la Policía Local localizar al conductor en su casa de la pedanía murciana de La Ñora. En ese momento, nadie le pidió el teléfono al repartidor porque los sanitarios estaban atendiendo a Alejandro Valverde y a su amigo, Pedro Moya, de las abrasiones que presentaban tras caer al asfalto. De forma que el empleado de Glovo se marchó para continuar con su jornada laboral.

El atestado policial elaborado sobre el siniestro ofrece dos versiones que son como el día y la noche. En esencia, los ciclistas sostienen que el guardia civil retirado arrolló a Valverde y a su amigo, tras serle recriminado el adelantamiento peligroso de la grupeta, mientras que el conductor del Citröen asegura que le insultaron y lanzaron botes de agua contra su vehículo cuando les adelantó, de forma que huyó del lugar sin intención de atropellar a nadie, sino por miedo a sufrir una agresión.

El testimonio del repartidor puede resultar clave no solo para posicionar la balanza de la causa judicial del lado de los ciclistas o de los familiares del guardia civil retirado, sino que además puede ayudar a la Policía Judicial a reconstruir las circunstancias del supuesto atropello del corredor del Movistar Team que ha conmocionado al mundo del ciclismo. Lo que está claro es que este empleado de Glovo está demostrando un civismo fuera de toda duda, primero, ayudando a los deportistas, y ahora, a la Policía Nacional en su investigación.