El piso donde fue hallado el cuerpo de Manolo Cobos, en Móstoles (Madrid).

El piso donde fue hallado el cuerpo de Manolo Cobos, en Móstoles (Madrid). Jaime Susanna

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José ocultó el cuerpo de su padre 2 años para cobrar la pensión: "Decía que no salía por miedo a la Covid"

El cuerpo se descubrió cuando padre e hijo iban a ser desahuciados, momento en que José Manuel se tiró por el balcón del tercer piso. 

12 febrero, 2022 04:34

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José Manuel entra en todos los cánones de una persona extraña. Es alcohólico, no tiene móvil, ni relación con sus hermanos, ni siquiera con su propia hija. “No quería que le llamáramos, no quería que supiéramos de mi padre”, cuenta su hermana María José al otro lado del teléfono. Esta mujer ha estado casi dos años sin poder ver a su padre o hablar con él. El pasado 20 de enero, finalmente, supo la razón. Su padre, Manolo, llevaba muerto todo ese tiempo y José Manuel lo ocultó a todos para seguir cobrando su pensión. Mientras, convivía con el cadáver en un piso de Móstoles. Aquel 20 de enero, una comisión judicial fue a desahuciar a padre e hijo por años de impagos del alquiler. José Manuel, en una huida desesperada hacia delante y acorralado por sus propias mentiras, se tiró por el balcón.

Pedro recuerda el momento en que José Manuel cayó desde el tercer piso. “Ten cuidado que te vas a caer”, le dijo este vecino, viendo que trepaba el muro. No sabía que le estaban desahuciando en ese mismo instante. José Manuel respondió con evasivas, como si estuviera haciendo lo más normal del mundo. Pedro siguió a lo suyo y, de repente, resonó el golpe en su patio. Contra todo pronóstico, José Manuel vive, aunque no para contarlo. Asegura que no recuerda nada de lo ocurrido, como si el golpe le hubiera borrado la memoria de los últimos dos años. El hombre se recupera en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid con varias vértebras aplastadas, roturas y un traumatismo craneal.

En todo este tiempo, cuando los vecinos le preguntaban por su padre, decía con toda naturalidad que estaba bien y “que no salía de casa por miedo a la Covid”. Pero a todos les extrañaba que llevaban casi dos años sin saber nada de Manolo Cobos. Ahora ha salido a la luz la razón, que ha dejado un reguero de bocas abiertas e incredulidad a su paso.

“Perdió el norte”

Hacía al menos ocho años que José Manuel Cobos, de 53 años, se fue a vivir a casa de su padre, Manolo, de 83. “Cuando se divorció perdió un poco el norte. Dejó de trabajar y se vino con su padre a vivir de su pensión”, recuerda Martín, dueño de la cafetería Olimpia, donde José Manuel pasaba las tardes tomando cervezas y escuchando rock de los ochenta. Antes, trabajó como portero de un edificio de Madrid.

Manolo vivió casi toda la vida en la misma casa donde murió. “Ahí se vino con su mujer y tuvieron los tres hijos”, es decir, José Manuel y sus dos hermanos, María José y David. Ambos hermanos residen actualmente fuera de la comunidad capitalina. María José atiende a este periódico desde Jaén aún sin dar crédito de lo que ha ocurrido. “Nunca imaginé ver a mi familia en las noticias. Lo estoy pasando muy mal… Todavía no asimilo esto, no me lo esperaba”.

Lugar desde el que se lanzó José Manuel y donde cayó.

Lugar desde el que se lanzó José Manuel y donde cayó. J.S.

A finales de junio de 2020 fue la última vez que María José vio a su padre y “ya estaba mal”. En algún momento a partir de esa fecha, Manolo murió sin que nadie más que su hijo lo supiera. Todavía no se conoce la causa de la muerte, pero el delicado estado de salud del octogenario apunta a una muerte natural. “Mi padre era una persona mayor. Tomaba Sintrom porque padecía de la circulación. Tenía una salud muy delicada”.

Mientras duraba la mentira, María José y David, lejos de Manolo, no conseguían hablar con él. “Mi hermano tenía cortada la línea”. Cuando alguno de los dos se presentaba en Móstoles para intentar ver a su padre, su hermano les negaba la entrada. Ni siquiera otros familiares de Manolo residentes en el mismo bloque conseguían hablar con él. “Cuando le preguntaba decía que todo iba bien, que los médicos visitaban a Manolo”, recuerda Victoria, cuñada de Manolo y tía política de José Manuel, que reside en el primer piso del mismo bloque.

—¿Pero José Manuel está tocado de la cabeza o algo?

—No, está perfectamente. Lo que pasa es que le gusta gastarse los cuartos de su padre -afirma Victoria.

—Él siempre ha sido una persona normal. No es muy sociable, de pararse a hablar con la gente y tal. Pero no tiene ningún trastorno -corrobora María José.

—¿Y tiene algún vicio? ¿Drogas o algo?

—Drogas, no. El alcohol.

—¿Tiene algo de relación con su hija o con su exmujer?

María José responde tajante y sin dudar medio segundo.

—Ninguna.

Otra familiar suya, una prima que también reside en el bloque de la calle Palafox, todavía no se cree lo ocurrido. "Me lo encontraba por la calle y me decía que su padre estaba perfecto. Con toda naturalidad", afirma con la voz entrecortada. Y no quiere decir más.

“El suelo lleno de gusanos”

El piso donde vivían José Manuel y Manolo era de alquiler de renta antigua. Hacía ya años que los pagos del alquiler dejaron de llegar al propietario del inmueble, por lo que inició un proceso de desahucio que se alargó ad infinitum. Finalmente, hace menos de un mes, una comisión judicial se dispuso a tomar el piso y echar a los inquilinos morosos.

Lo que se encontraron parece más propio de la ficción que de la realidad. Por un lado, un inquilino que se tira del balcón. Por otro lado, un cadáver en avanzado estado de descomposición, prácticamente en los huesos. “Estaba el suelo lleno de gusanos y el cuerpo ya eran huesos”, comenta Martín, el dueño del bar.

Fachada del edificio donde ocurrió todo, en la calle Palafox de Móstoles.

Fachada del edificio donde ocurrió todo, en la calle Palafox de Móstoles. Google Maps

Los vecinos entienden ahora por qué las ventanas de José Manuel estaban siempre abiertas, incluso en Filomena. “A veces olía a incienso también”, recuerda Marta, hija de Pedro, también presente en el momento en que José Manuel cayó al suelo de su patio. Fue ella quien llamó al 112 viendo que José Manuel respiraba tras la caída.

Esta historia se comenta desde hace semanas en el centro de Móstoles, pero no ha trascendido hasta este viernes cuando la ha adelantado el canal Telemadrid. De nuevo, en el barrio no se ha hablado de otra cosa. Muchos curiosos miraban este viernes hacia arriba al pasar por el bloque de la calle Palafox donde ha tenido lugar este suceso que roza el surrealismo y que ha copado titulares incluso fuera de España.

—María José, ¿piensa denunciar a su hermano?

—Buff… no lo sé. No sé qué ha pasado con mi padre realmente. No sé las causas por las que ha fallecido. Entonces ni sé cuándo va a salir José Manuel, ni sé lo que va a pasar después. Me imagino que cuando salga del hospital será juzgado.