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Cada vez que habla Javier Cárdenas (Barcelona, 1970), el presentador más controvertido de nuestro país, sube el pan. El comunicador barcelonés se atreve con todo: Cataluña, el machismo o la ciencia, da igual. “Le gusta sentar cátedra cuando habla, pero porque está muy seguro de lo que piensa, de lo que opina o siente”, cuenta a EL ESPAÑOL Alejandra Castelló, una de sus colaboradoras más cercanas. Quizás esa verborrea polivalente, que suele coincidir con el argumentario cuñadista, sea la base de su éxito. Porque más allá de su continua presencia en los medios de comunicación de este país, Cárdenas ha levantado un emporio económico a su alrededor, polémica a polémica.

“A Javier le gusta debatir, pero porque es el primero al que le gusta hablar”, relata Castelló. Ella es su mano derecha en sus dos grandes proyectos profesionales actuales: el matinal de Europa FM, Levántate y Cárdenas, y el magacín nocturno de TVE, Hora Punta. Con estos dos buques insignias de su carrera, Javier Cárdenas facturó el pasado año 2016 a través de su productora, según ha podido saber este periódico, cerca de un millón y medio de euros. 1.244.004, para ser exactos.

La fórmula de su éxito pasa por saber manejar la delgada línea entre la opinión y la arenga, porque el presentador engancha y genera rechazo a partes iguales. Es incendiario, lo sabe y le gusta. A pesar de su fama de no tolerar demasiado bien las críticas. “Suele sacar las garras”, indican periodistas del sector a este diario. “No es nuevo, le gusta amenazar a los medios que le critican. Es un poco como José Luis Moreno, que amenaza pero nunca llega a demandar”.

Pese a ello, el locutor catalán sigue fiel a su estilo. Aunque, desde luego, su programa no es el más escuchado de la radio española por las mañanas, su morning ha aguantado el tipo durante los últimos años, con una audiencia que congrega a algo menos de un millón de oyentes, según la última oleada del EGM.

Predicador en su púlpito

En la radio y en la televisión pública, Cárdenas tiene su púlpito. Durante los últimos minutos, el presentador hace un monólogo sobre algún tema de actualidad. Los articula a su imagen y semejanza: vehemente, fiero, dirigido a cualquier españolito de a pie. Con ese lenguaje de tú a tú que consuma la comunión entre la estrella de la radio y el ciudadano cabreado. Aunque cada día ambos cuenten con un objetivo distinto.

Porque Cárdenas ha cargado contra todos y no deja títere con cabeza. Algunos de los protagonistas de sus monólogos han sido los magistrados del Tribunal de Estrasburgo, los propios periodistas o incluso el modo de vestir de las mujeres. A los primeros los ha llamado "hijos de puta", a raíz de su fallo sobre la doctrina Parot. A los segundos, "un hatajo de alimañas" a los que acusó de aliarse con el Gobierno para no informar de la "epidemia" de suicidios por desahucios. A ellas les ha dicho cómo tienen que acudir vestidas a clase, "porque [el escote] no es adecuado para los compañeros", ya que "los chicos pueden estar más pendientes del escote de lo que dice el profesor".

Pero sólo son algunos de ellos.

Javier Cárdenas y Alejandra Castelló en el estudio de EuropaFM.

Javier Cárdenas y Alejandra Castelló en el estudio de EuropaFM.

Defensor a ultranza de la unidad de España

Radio Televisión Española debió fijarse en el estilo de Javier Cárdenas para tratar de revivir su franja nocturna, donde compiten dos grandes colosos de la televisión como son El Intermedio y El Hormiguero 3.0. Aunque la iniciativa partió del comunicador. Cárdenas se acercó a ofrecer un formato, que ya le habían rechazado, cuando se relevó al director de TVE para poner a Eladio Jareño. En esos círculos, según afirman profesionales del mundo de la televisión, siempre se ha dicho que Jareño -exjefe de prensa de la expresidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho- “quiso recompensar de algún modo la postura de Javier Cárdenas con respecto al referéndum independentista“.

Cárdenas nunca ha tenido problemas en pronunciarse profundamente en contra el proceso soberanista que se vive en Cataluña. Incluso ha recibido amenazas de muerte.

—“Este proceso lo veo como gente que me quiere hacer decidir algo que yo ya sé lo que soy. Yo soy catalán y español. En Cataluña hay una cosa que se ha hecho muy bien, vender que la mayoría está en contra de España y quiere la independencia. El grave problema aquí es no explicarle al conjunto de los catalanes que a nivel económico va a ser mucho peor para Cataluña. Lo seguro es que hay una fractura absoluta en Cataluña. Te aseguro que Artur Mas no cree en la independencia”, comentó el locutor a Antena 3 hace unos meses.

Quizás gracias esa defensa a ultranza de la unidad de España se acordara la renovación de Hora Punta, a pesar de sus malos datos de audiencia. Su cuota en lo que va de temporada, por ejemplo, se ha situado por debajo de la media de la cadena, según datos de Kantar Media. Este mes de junio se anunció que la productora de Cárdenas estaría en la parrilla de la pública por una tanda de 59 programas más, a razón de 40.000 euros por programa. Es decir, 2,4 millones de euros en total que iban a parar a sus arcas personales. En TVE no se lo explican. Incluso algunos directivos de TVE consideraban que se trata de “un guiño con él, porque se le renovó en contra del criterio de algunos consejeros”.

Casi medio millón de beneficios en 2016

Pero Javier Cárdenas, pese a todo, tiene experiencia en el mundo de la televisión poco popular. Porque el barcelonés se dio a conocer en el mítico Crónicas Marcianas, donde hacía entrevistas a distintos personajes, frikis, que ese momento eran desconocidos y después pasaron a la cultura popular. Fue el programa que le encumbró, aunque también es donde fue condenado por el Tribunal Constitucional por ridiculizar a un hombre discapacitado físico y psíquico del 66% en el año 2002.

Cárdenas entrevistando a Tamara y a Leonardo Dantés para Crónicas Marcianas.

Cárdenas entrevistando a Tamara y a Leonardo Dantés para Crónicas Marcianas.

Tras el estreno la pasada temporada de Hora Punta, a la empresa de Javier Cárdenas le ha ido bastante bien. A mitad de temporada se le adjudicó el contrato del programa de la pública, por ejemplo, lo que supone un ingreso más a la productora. El valor de la empresa, según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, ha aumentado en más de un 75% en dos años: ha pasado de poseer un activo total de 1.751.801,57 euros en 2014 a 3.082.777,14 euros el último año. Fue, en parte, gracias al aumento de su activo no corriente -planes de pensiones, fondos de inversión-. En una ojeada rápida a los resultados de la sociedad, que fue fundada hace casi quince años, vemos que, durante 2016, Javier Cárdenas obtuvo beneficios por un valor de 493.929 euros. Directos a su bolsillo.

Más allá de su capital privado, al comunicador barcelonés es un hombre libre. Y cuenta con una esfera personal casi inédita. “A Javier no se le conoce. Es muy valiente, se atreve con todo. Pero tiene una parte súper humana, tanto que no te la esperas”, indica Alejandra Castelló. Esta colaboradora también lleva alguna de las redes sociales del locutor. Toma el pulso a su audiencia: en internet, sus fans dicen que sólo él y su programa dan voz a lo que realmente piensan los españoles. “Él pasa bastante de las críticas, pero hay alguna que colma el vaso y es con la que explota”, relata Castelló. Por eso prefiere creer que ojos que no ven, corazón que no siente y delega en su colaboradora. “Hemos llegado a un punto que Twitter es tal vertedero que él me pide, simplemente, que no se lo explique. Sólo si hay algún comentario que pudiera ser delito. Nada más”.

Rifirrafe con Pablo Motos

Esa libertad la exige a sus empleadores. “Por eso se quedó en Europa FM, en A3Media. Le dejan hacer su formato, como él quiera, sin ningún tipo de exigencias”, indica su colaboradora. Es algo que corroboran comunicadores especializados en televisión. “Él [Cárdenas] nunca ha tenido problemas en atacar a Pablo Motos, por ejemplo, porque Motos nunca le ha invitado a su programa. Aun perteneciendo ambos al mismo grupo empresarial”.

Pablo Motos junto a sus hormigas Trancas, Barrancas y Petancas.

Pablo Motos junto a sus hormigas Trancas, Barrancas y Petancas.

El rifirrafe entre ambos viene de lejos. Y se han enfrentado en varias ocasiones. En noviembre de 2016, por ejemplo, el cómico Ernesto Sevilla, uno de los colaboradores del programa de Motos, introdujo su sección con una velada referencia al locutor: "Hoy voy a hablar de gilipollas. Los que hablan de sí mismos en tercera persona [...]. El presentador este que dice 'es casualidad'". La referencia era clara: Sevilla aludía al anuncio publicitario en el que Cárdenas daba datos exitosos de su prgrama en EuropaFM.

El barcelonés no tardó en contestar. Esta vez, a través de Twitter. "Unos donamos una casa para luchar contra una enfermedad. Otros nos insultan sin motivo alguno trabajando en el mismo grupo Atresmedia. Ole!", publicaba Cárdenas.

Este mismo miércoles 27 se produjo otra pullita. Esta vez fue el propio presentador quien decidió hablar de salud con una fina indirecta lanzada por una de las hormigas que le sirven de contrapunto, Petancas: "Antes la gente sabía comer, se pedía para desayunar dos donuts. Ahora hay que comer alfalfa. No estábamos con la tontería del colesterol y los triglicéridos. ¡Vaya timo! Eso es un invento de las farmacéuticas", comentó la hormiga. Pablo Motos salió al quite, preguntando a su colaboradora que qué estaba diciendo."Oye, si Cárdenas puede decir lo que quiera, yo también", respondió la hormiga.

En el país de las dos Españas, Cárdenas se ha erigido como portavoz del “extremo centro”. De esa barra de bar que opina como quien dispara, que se enfurruña y que pocos soportan. Las dianas han ido desde la clase política a los antivacunas. Está por ver hacia dónde dirige su mirada. Para liderar a sus oyentes. Sigilosos y polémicos.