Luis Rodríguez, Mercedes Rodríguez y Marisabel Torres

Luis Rodríguez, Mercedes Rodríguez y Marisabel Torres Cedida

Salud

Residentes que empiezan contra los que terminan en A Coruña: "Se duerme muy poco y se trabaja mucho"

Después de seis años de carrera y uno de preparación del MIR, llega el momento de enfrentarse a los cuatro de residencia. Hablamos con quienes acaban de empezar y con quienes ya se despiden

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Verano, época de cambios, comienzos y finales. Para muchos jóvenes médicos, es el momento de emprender una etapa crucial en su formación: la residencia. Mientras que para otros, tras seis años de carrera, uno de preparación del MIR y cuatro de residencia, esta etapa llega a su fin.

En A Coruña, varios recién llegados inician su recorrido con ilusión. Toman el relevo de aquellos que se despiden de uno de los capítulos más exigentes y enriquecedores de su vida.

Luis Domingo Martínez-Cabezas, natural de Logroño y graduado en Medicina por la Universidad de Navarra, comenzó su residencia a sus 25 años el pasado jueves 5 de junio en Medicina Familiar en el Centro de Salud de Castrillón.

Ese mismo viernes tuvo su sesión de bienvenida, y ya el fin de semana se enfrentó a su primera guardia.

A pesar de ser de Logroño, su primera opción era medicina de familia en A Coruña. "Cuando hice el Camino de Santiago me enamoré de Galicia".

Aquí sabía que podría alcanzar su sueño: "Tengo el corazón dividido entre medicina y urgencias. Podemos hacer la doble especialidad en médico de familia y urgencias".

A la izquierda el Doctor Fernando Cuadrado García  (tutor), a la derecha el enfermero Carlos Aller Fernández y en medio el residente Luis Domingo Martínez-Cabezas

A la izquierda el Doctor Fernando Cuadrado García (tutor), a la derecha el enfermero Carlos Aller Fernández y en medio el residente Luis Domingo Martínez-Cabezas Cedida

Aunque urgencias no es una especialidad MIR, la vía a través de medicina de familia le permite tocarla. "Tengo cuatro años para decidirme con cuál me voy a quedar para el resto de mi vida”, explica", asegura.

Sobre su puesto en el examen MIR, es claro: "Quedé en el puesto suficiente como para llegar aquí. Es como preguntar qué edad tiene a una persona que no quiere revelarla".

Pocos son los estudiantes que se atreven a revelar su nota: "No importa la nota que has sacado, si has conseguido la plaza que querías".

Primeros días de residente

En sus dos primeras semanas, asegura que lo que más le ha sorprendido ha sido la cercanía con el paciente: "Suena un poco cliché, pero realmente, las dos especialidades —medicina y urgencias— son las dos especialidades en las que me parece que más cercanía hay".

"Como el 98% de la población es familia. Eres la primera persona a la que acuden para resolver dudas... incluso simplemente para que me tranquilicen y poder escuchar que 'esto no es nada'".

Otras especialidades

Pedro Areal Antolín, de Ourense, con tan solo 24 años, también inicia su residencia en A Coruña, en el área de Oncología Médica.

"No puedo decir que siempre tuviera claro que quería ser médico. Aunque me atraía, también me gustaban otras cosas. Ahora sí que puedo decir que no me vería en otra carrera", comparte después vivir la experiencia de la residencia.

Eligió Oncología porque quería "una especialidad muy médica": "Creo que oncología es la que mejor combina la parte humana y asistencial de la medicina con la investigadora, que también me llama mucho".

Pedro Areal Antolín, oncólogo

Pedro Areal Antolín, oncólogo Cedida

Pedro empieza con una rotación introductoria. "Este mes estoy rotando por mi servicio como una especie de toma de contacto, pero a partir de julio estaré rotando por otros servicios, sobre todo en medicina interna".

"Aunque la preparación por momentos es dura, todo acaba llegando, y yo creo que el esfuerzo realizado acaba mereciendo la pena", asegura.

Oncología fue su primera opción y la consiguió: "Tuve la suerte de que mi resultado en el MIR me ha permitido coger lo que yo quería, que es lo importante. Al final el número no es importante, solo sirve para coger la plaza que quieres, que ha sido mi caso".

Los que se van: cuatro años que marcan una vida

Mientras algunos comienzan, otros cierran el ciclo. Marisabel Torres Baietti, venezolana de 33 años, termina en julio su residencia en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Casa del Mar.

Desde que tengo uso de razón, siempre tuve claro que quería ser médico. Desde pequeña, pedía como regalo libros de primeros auxilios y me encantaba ver programas de televisión relacionados con la medicina", relata.

Marisabel Torres en en CHUAC

Marisabel Torres en en CHUAC Cedida

Aprobar el MIR no fue sencillo: "Tuve que adaptarme a una forma de estudio completamente nueva. Me presenté dos veces porque en un principio buscaba otra especialidad".

A pesar de las dudas iniciales sobre la medicina de familia, hoy se siente plenamente convencida: "Es una especialidad preciosa, a veces infravalorada pero aun así muy cercana a los pacientes... me siento muy afortunada".

En sus cuatro años como residente ha rotado por diferentes servicios, "lo que me ha permitido adquirir una visión global". "El último año lo he pasado principalmente en el centro de salud... Pero también he descubierto un gran interés por la medicina de urgencias". Su tutora, la Dra. Belén Iglesias, ha sido clave en su camino.

Marisabel en uno de los helicópteros del 061

Marisabel en uno de los helicópteros del 061 Cedida

Al igual que el resto, lo que más le sorprendió fue "el papel tan importante que tiene el médico de cabecera para muchas familias".

Y aunque no sabía qué esperar al principio, la experiencia superó sus expectativas: "No imaginaba lo mucho que me iba a aportar en todos los aspectos".

Ahora se incorpora al servicio de urgencias del CHUAC y ya tiene en mente otras opciones: "El último año también tocó 061 y asegura que le encantó. De hecho, es una opción laboral que me planteo en un futuro".

Poner en práctica todo lo aprendido

Mercedes Rodríguez Gómez, de 28 años, nacida en Ourense y criada en Vigo, también se despide de su residencia, en su caso de Oftalmología.

"Sabía que me gustaría hacer una especialidad que fuera muy manual y minuciosa, por eso me decanté por oftalmología que es muy quirúrgica".

Mercedes Roodríguez

Mercedes Roodríguez Cedida

Tras seis años de carrera, uno de preparación MIR y cuatro de residencia, hoy es médica especialista en el hospital Abente y Lago.

"Oftalmología es una especialidad muy demandada que se agota muy rápido en la elección de plaza MIR", explica. Su día a día se reparte entre quirófanos de cataratas y consultas especializadas: "Glaucoma, oculoplástica, polo anterior… y guardias de 24 horas, seis al mes".

Describe la residencia como "un periodo en que se duerme muy poco y se trabaja mucho". "Aprendes mucho y muy concentrado". Su idea ahora es quedarse en Galicia.

Después de mucho hincar codos y de poner a prueba todo lo que han aprendido a lo largo de estos años, llega el momento de lanzarse.