El gallego Alberto Seoane, en el Mundial de Tenis de Mesa adaptado: "El deporte ayuda a integrarte"

Alberto Seoane es un joven coruñés que estos días se encuentra en Granada para disputar el Mundial de Tenis de Mesa adaptado. Una cita que este deportista paralímpico afronta "con mucha ilusión" después de perderse la cita con los Juegos de Tokyo. Tras sufrir un atropello a principios de año, lo que lo tuvo sin poder jugar durante varios meses, el jugador del Club del Mar de San Amaro está preparado para competir en una cita deportiva que se celebrará del 6 al 12 de noviembre en la ciudad andaluza.

Para Seoane, el deporte le ha ayudado a integrarse en una sociedad en el que, indica, todavía hay quien mira con lástima a aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad. Frente a este comportamiento, Alberto anima a "normalizar" la discapacidad, tal y como nos ha comentado en esta entrevista concedida a Quincemil días previos al inicio de este campeonato mundial. Alberto padece el síndrome TAR, que hace tener los brazos más cortos, pero esto no ha sido un impedimento para alzarse como uno de las grandes figurar del tenis de mesa.

¿Cómo afrontas esta cita con el Mundial?

Con muchas ganas, con mucha ilusión. Además, al perderme los Juegos de Tokyo, poder volver a competir en un mundial lo afronto con más ganas; y sobre todo al competir en casa, ya que es la primera vez desde que yo juego que se celebra una competición de esta importancia en España.

¿Cómo te has preparado para este Mundial?

A principios de año tuve un atropello y estuve cuatro meses parado, no pude competir; pero conseguí clasificarme en el último momento a finales de julio, que fue el último torneo. Después empecé la preparación en septiembre y durante dos meses alterné entrenamientos en el Club del Mar de San Amaro, en A Coruña, con concentraciones con la selección en Barcelona.

¿Por qué te decantaste por el tenis mesa? ¿Cómo llegaste a esa disciplina deportiva?

Como cualquier chico, jugaba a diferentes deportes pero el que mejor se me daba era el tenis de mesa. Primero jugaba con los amigos, pero después como me gustaba pues me apunté al Club del Mar. El tenis de mesa, además, es un deporte muy inclusivo. Yo jugué campeonatos contra personas que no tenían ningún tipo de discapacidad.

De todos los títulos logrados, ¿cuál es al que le guardas un cariño especial?

Uno será el campeón del mundo por equipos de 2017 en Eslovaquia. Fue un momento único. Y otro, la participación en los juegos de Río. Son dos de los recuerdos más bonitos.

Llegar hasta la élite te habrá supuesto un gran sacrificio, ¿cómo has logrado sobrellevarlo?

Es complicado, porque no es ni tenis ni fútbol; no solo se vive de tenis de mesa. Yo soy economista y durante mi etapa en la universidad no tuve siempre facilidades para compaginarlos, y es que había algunos profesores que eran menos flexibles; pero ahora, por suerte, creo que eso ya ha cambiado. Después, a la hora de trabajar, también era resultado porque uno tiene que cumplir con sus obligaciones en el trabajo y compaginarlo todo con los entrenamientos. Había días en los que era un no parar, desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche. Pero lo cierto es que en el deporte estás acostumbrado a sufrir, y si te gusta lo que haces lo lleva bien. Es ponerle ganas.

Deporte y discapacidad son dos términos que cada vez están más unidos. ¿Cómo te ha ayudado el deporte a superar tu discapacidad?

El deporte, en general para cualquier joven, es sumamente necesario. El deporte te da unos grandes valores de esfuerzo y superación. El deporte te ayuda en diferentes aspectos de tu vida. En el caso de las personas con discapacidad, te permite superarte a ti mismo en los retos que te supone el deporte; y te ayuda ver que eres capaz de ganar campeonatos sin discapacidad.

También depende mucho de la forma de ser. El deporte cuando lo llevas a la élite y a la cima, te da todo. También es verdad que los deportistas que llegamos hasta aquí, tenemos una concepción diferente de la discapacidad, nos alejamos de esa concepción que todavía hay quien tiene de "pobrecitos". Todavía hay comportamientos que no se entienden del todo. El deporte ayuda a integrarte.

Seguramente sea un ejemplo de superación para muchos jóvenes. ¿Qué consejo le darías a alguien con discapacidad que se encuentre en una situación similar a la tuya?

Yo siempre digo que hagan lo que harían si no tuviesen discapacidad, bien sea deporte, estudios, trabajo... Si quieres salir a la discoteca con tus amigos, que no te cohíba tu discapacidad; que quieres viajar, no te cohíbas... Que hagan todo aquellos que quieran. Muchas veces cuesta empezar por miedo, y puede pasar que hay gente que te mire mal y que te haga sentir incómoda, pero cuanto más lo normalice, es una forma de ir educando y que cada vez te importe menos lo que piensen los demás. Al final la gente te trata según te vea: cuanto uno más normalice la discapacidad, la gente te tratará con mayor normalidad.