Si alguien albergaba alguna duda de que Luis Bárcenas y el PP han llegado a un pacto de no agresión para salvar a Rajoy del caso Gürtel, el descaro con que el extesorero ha hecho suyo el argumentario de su ex partido en defensa del presidente sólo puede haberla despejado.

Desde que el tribunal que juzga la primera causa sobre la trama de financiación irregular del PP llamó a declarar a Rajoy, que testificará en la Audiencia Nacional el próximo 26 de julio, los máximos dirigentes del partido no han escatimado críticas a los magistrados. Pues bien, preguntado por periodistas de La Sexta al respecto, el hombre que amenazó con tirar de la manta ha tildado también de “despropósito” la citación del presidente.

No hay duda de que la declaración de Rajoy es tan necesaria y pertinente como las de Cascos, Arenas, Acebes, Oreja o Rato, que el propio Bárcenas pidió. Todos ellos tuvieron responsabilidades directas sobre el ex tesorero en el periodo investigado y/o dirigieron las campañas electorales bajo sospecha.

Los papeles de Bárcenas

Pero es que, además, la persona menos indicada para criticar la comparecencia del presidente del Gobierno es precisamente la que más pruebas ha aportado sobre la implicación y responsabilidad de Rajoy en la financiación irregular del PP y en la trama de los sobresueldos.

Fue el entorno de Bárcenas el que filtró los SMS de apoyo que le envió el presidente cuando ya se sabía que escondía un botín de 42 millones de euros en Suiza. Fue el ex tesorero quien confesó al juez Pablo Ruz la autenticidad de la contabilidad B del partido; quien aseguró que Rajoy y Cospedal estaban al tanto de la financiación irregular; y quien sostuvo que él personalmente pagó 90.000 euros en sobres al presidente y a la secretaria general del PP. Y fue también él quien, en una conversación a tumba abierta con Pedro J. Ramírez, relató con pelos y señales la trama de financiación irregular, los nombres y apellidos de algunos muy destacados donantes del PP, y la reunión que él, su mujer -Rosalía Iglesias- y Javier Arenas mantuvieron con Rajoy en su despacho para gestionar una salida airosa para todos cuando estalló el escándalo. 

Historia viva del PP

Su enfrentamiento con Cospedal, que pasó de justificar su “indemnización en diferido” a repudiarlo, la destrucción de sus ordenadores en Génova, su sorpresiva renuncia a llevar al partido a juicio y sus cambios de versión antes, durante y después de la instrucción son hitos en la historia viva del rajoyismo.

El repaso de las idas y venidas de Bárcenas en todo lo que refiere al caso Gürtel hay que ponderarlo a partir de lo que refleja la contabilidad secreta del PP, en la que que él mismo documentó durante dos décadas las entradas y salidas de dinero de la caja B de Génova. También desde la perspectiva de quien, como revela Ignacio González en las grabaciones del caso Lezo, ha acabado por “aproximarse” a su antiguo partido con tal de salvar a su mujer.

En esta estrategia hay que interpretar que haya pasado de amenazar a Rajoy con sacar a la luz documentos susceptibles de “hacer caer al Gobierno” a defenderlo como cuando trabajaba para él.