El último estudio de SocioMétrica -del que publicamos la tercera entrega- arroja resultados paradójicos e inquietantes. En términos globales, la mayoría de los encuestados premia la moderación en el centro derecha, pero al mismo tiempo aplaude las posiciones más radicales en la izquierda. 

Así se desprende del crecimiento de Ciudadanos -que sería el más beneficiado de celebrarse ahora elecciones- y de la ventaja de Pedro Sánchez frente a Susana Díaz como eventuales aspirantes a liderar el PSOE, pese a que el mandato del exsecretario general coincidió con la mayor pérdida de votos de la historia del socialismo español.

Sánchez arrasa

Pedro Sánchez no sólo ilusiona más que Susana Díaz como posible líder del PSOE, sino que su modelo territorial y su compromiso contra la corrupción generan más confianza entre los votantes socialistas: en concreto, un 66% lo prefiere a él frente a la presidenta andaluza, que es la favorita para sólo un 16,5%. En el conjunto de los ciudadanos Sánchez también saca diez puntos de ventaja a Díaz.

No deja de ser sorprendente que la mayoría prefiera al frente del PSOE al político que estaba dispuesto a llevar a los españoles a unas terceras elecciones, que quería pactar con los nacionalistas y que si se ha arrepentido de algo es de no haberse entendido mejor con Podemos.

Intención de voto

Por lo que respecta a la intención de voto, si en el desbloqueo de España triunfó la sensatez sobre la irresponsabilidad, está claro que ni el PP -que logró gobernar- ni el PSOE -que se arroga ahora la sustitución de la Ley Wert y la subida del Salario Mínimo Interprofesional- son los que más rédito obtendrían.

El sondeo de SocioMétrica -que se elaboró justo la semana en que populares y socialistas pactaron el reparto de los objetivos de déficit- indica que de haber elecciones Ciudadanos conseguiría diez diputados más (42), el PP perdería cinco escaños (132) y el PSOE se hundiría y quedaría relegado a tercera fuerza al perder 12 diputados (73). De la sangría socialista se beneficiaría Podemos, que pasaría de 71 a 78 diputados.

Cortafuegos

El empuje de Ciudadanos demostraría que los electores sí premian las posiciones constructivas ante una crisis política e institucional como la que padeció España durante diez meses. Sin embargo, la preferencia por Sánchez frente a Díaz indica que la guerra en el PSOE no sólo parece lejos de solucionarse, sino que impide a la andaluza lograr el reconocimiento que sí ha merecido el partido de Rivera pese a que fue ella quien recondujo el voto del PSOE en la investidura.

El empuje de Ciudadanos, que se convertiría en un auténtico cortafuegos frente a la izquierda, consolida su posición de fuerza a la hora de marcar al Gobierno de cerca y recordar a Rajoy que los pactos deben cumplirse.