Miles de ultraortodoxos bloquean Jerusalén contra el servicio militar obligatorio.

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'La reunión del millón', cientos de miles de ultraortodoxos bloquean Jerusalén contra el servicio militar obligatorio

Los haradíes, que representan el 14% de la población israelí, han estado durante décadas exentos del reclutamiento hasta que el Supremo cambió esto en 2024.

Más información: El Tribunal Supremo de Israel dictamina el fin de la exención militar para los judíos ultraortodoxos

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Las claves

Cientos de miles de israelíes ultraortodoxos han bloqueado Jerusalén en protesta contra el reclutamiento militar de hombres haredíes.

La manifestación, conocida como 'La reunión del millón', surge tras la detención de estudiantes talmúdicos que se negaron a alistarse en el ejército.

El debate sobre el servicio militar obligatorio para los ultraortodoxos pone en riesgo la coalición política de Netanyahu con partidos religiosos.

La sociedad israelí está dividida sobre la exención del servicio militar a los ultraortodoxos, especialmente tras la guerra en Gaza.

Cientos de miles de israelíes ultraortodoxos, ataviados con su tradicional traje y sombrero negro, han bloqueado este jueves el centro de Jerusalén para una multitudinaria manifestación contra los intentos de reclutar a hombres haredíes para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

La protesta, bautizada como 'La reunión del millón', juntará por primera vez en una década a diferentes corrientes de la comunidad ultraortodoxa.

El detonante de esta movilización fue la reciente detención de varios estudiantes de escuelas talmúdicas, que se habían negado a presentarse al ejército tras la emisión de decenas de miles de órdenes de reclutamiento a miembros de la comunidad.

Al margen de la protesta, ha habido también cortes de autopistas y boicots al transporte público en señal de rechazo a la medida.

Una de las imágenes del día que se ha vuelto viral en las redes sociales es un vídeo en el que se ve a varios ultraortodoxos dirigiéndose a la protesta cruzándose con soldados en las escaleras del metro de la ciudad.

Los ultraortodoxos, que representan al 14% de la población, quieren que el Gobierno apruebe un plan que permita mantener gran parte de las exenciones militares a los miembros de su comunidad que, desde la fundación del Estado de Israel, permitían a los judíos que estudiaban a tiempo completo en una escuela religiosa no hacer el servicio militar obligatorio.

En junio de 2024, tras expirar la disposición temporal que permitía las exenciones -el asunto nunca había sido ratificado por ley-, el Supremo ordenó al Ejército comenzar a alistar a los ultraortodoxos, lo que obligó al Gobierno de Netanyahu a poner en marcha una propuesta de ley para mantener gran parte de las exenciones, aunque también ordenaba el alistamiento de algunos ultrarreligiosos.

Miles de ultraortodoxos bloquean Jerusalén contra el servicio militar obligatorio.

Miles de ultraortodoxos bloquean Jerusalén contra el servicio militar obligatorio. Reuters

La iniciativa, sin embargo, está bloqueada en el Parlamento desde hace meses, ya que el parlamentario encargado de tramitarla, Yuli Edelstein, se niega a contemplar una propuesta que no aumente significativamente el número de personas que puede reclutar el Ejército.

El asunto pone contra las cuerdas a Benjamin Netanyahu, ya que dos de sus socios, los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, se oponen frontalmente al reclutamiento de los jóvenes estudiosos de la Torá.

De hecho, este asunto llevó a la salida de ambos del Gobierno el pasado julio, dejando a Netanyahu con una coalición cada vez más fragmentada, cuyos miembros de extrema derecha están descontentos con el acuerdo de alto el fuego de Israel con Hamás negociado por Estados Unidos.

Los líderes judíos ultraortodoxos afirman que la dedicación a tiempo completo al estudio de las sagradas escrituras es sacrosanta y temen que sus jóvenes se alejen de la vida religiosa si son reclutados por el ejército.

Netanyahu ha intentado negociar fórmulas legales que permitan suavizar la obligatoriedad para los ultraortodoxos—por ejemplo, establecer cuotas mínimas de reclutamiento o prolongar la transición—, pero hasta el momento las respuestas de los partidos ultraortodoxos han sido negativas y han amenazado con retirarse del gobierno si un solo estudiante de las escuelas talmúdicas es forzado a alistarse.

El Gobierno argumentó ante el Supremo que una imposición drástica podría "desgarrar a la sociedad israelí", reflejando las existentes tensiones profundas entre sectores religiosos y laicos.​

La exención militar de los ultraortodoxos es un asunto polémico en Israel, en especial desde que comenzó la guerra en la Franja de Gaza, que ha llevado al Gobierno a extender la duración del servicio militar obligatorio y a movilizar a decenas de miles de reservistas para mantener su ofensiva.

Una gran parte de la sociedad israelí considera esta diferencia de trato una injusticia, una frustración que se intensificó durante las guerras de los dos últimos años, que causaron el mayor número de bajas militares israelíes en décadas, a medida que los combates se extendían desde Gaza hasta el Líbano, Siria, Yemen e Irán.

Sin embargo, alcanzar un acuerdo aceptable para los líderes políticos ultraortodoxos podría alienar a muchos otros israelíes a medida que el país se adentra en un año electoral, y corre el riesgo, además, de ser rechazado por el Tribunal Supremo.