
Un edificio en Deir al Balah destruido por un bombardeo israelí.
El Ejército israelí cambia de versión y reconoce haber matado a un trabajador de la ONU en Gaza
Las FDI entonan un atípico mea culpa en un incidente en el área de Deir al Balah y aseguran que dispararon contra el edificio de la organización por una "presunta presencia enemiga".
Más información: El Ejército israelí admite "fallos profesionales" en el asesinato de 15 sanitarios en Gaza y destituye a un subcomandante
El Ejército israelí reconoció este jueves que sus tropas atacaron con los proyectiles de un tanque un edificio que servía de refugio a trabajadores de Naciones Unidas en Gaza, matando a uno de los miembros de la organización internacional. El ataque tuvo lugar en el área de Deir al Balah el 19 de marzo y se saldó con otras seis personas heridas. Además, provocó que el secretario general de la ONU, António Guterres, ordenase la retirada de un tercio de los operarios humanitarios preocupado por su seguridad.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían defendido en un primer momento que no habían disparado contra el sitio ni matado al trabajador húngaro Marin Valev Marinov. El ataque se produjo el día después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu rompiese el alto en fuego y reanudase su ofensiva contra Hamás en Gaza con una serie de bombardeos masivos.
Pero el jueves las fuerzas israelíes cambiaron su versión de los hechos entonando un atípico mea culpa. "El edificio fue atacado debido a una presunta presencia enemiga y no fue identificado como una instalación de la ONU", señalaron en un comunicado publicado este jueves. "Las FDI lamentan este grave incidente y continúan llevando a cabo procesos de revisión exhaustiva para extraer lecciones operativas y evaluar medidas adicionales para prevenir acontecimientos similares en el futuro".
Es la segunda vez en apenas una semana que Israel reconoce haber matado a trabajadores humanitarios en su guerra sobre Gaza. Hace unos días las FDI achacaron el asesinato de 15 paramédicos -seis de la Defensa Civil Palestina, ocho de la Media Luna Roja y otro de Naciones Unidas- a "fallos profesionales" e "incumplimiento de órdenes". Los soldados abrieron fuego de forma indiscriminada contra un convoy de ambulancias que llevaba las luces de emergencia encendidas y enterraron los cadáveres y los cuerpos con excavadoras. El Ejército israelí se vio forzado a cambiar su versión después de que saliese a la luz un vídeo grabado con el teléfono de uno de los fallecidos en el que se aprecia cómo fueron tiroteados durante más de tres minutos.
En relación con el ataque en Deir al Balah, localizada en el centro de Gaza, Israel negó al principio cualquier relación con los acontecimientos, afirmando que la investigación inicial no había encontrado "ninguna conexión con las FDI" y culpabilizando a Hamás. En el nuevo comunicado sí reconocen ser los autores del mismo: "Lamentamos el daño involuntario al empleado de la ONU y compartimos el dolor de la familia".
En el momento de los hechos, António Guterres denunció que las instalaciones de los trabajadores de la ONU son transmitidas a ambas partes del conflicto, "que están obligadas por el derecho internacional a protegerlos y mantener su absoluta inviolabilidad". "Necesitamos rendir cuentas no solo por este incidente, sino también por todas las otras veces que hemos visto a compañeros de la ONU asesinados en Gaza y las infraestructuras de la ONU atacadas", ha afirmado Stéphane Dujarric, un portavoz de la organización, tras la marcha atrás de Israel.
Desde el comienzo de la guerra en la Franja de Gaza, Israel ha matado a más de 290 empleados de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) y a más de 400 trabajadores humanitarios, convirtiendo el enclave en "el lugar más peligroso para los trabajadores humanitarios en la historia", en palabras recientes de la asistente del secretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya.