Mapa de la situación estratégica de la guerra de Israel. Fuente: The Middle East’S New Battle Lines.

Mapa de la situación estratégica de la guerra de Israel. Fuente: The Middle East’S New Battle Lines.

Oriente Próximo

El avispero de Oriente Próximo: la guerra puede escalar mientras Irán ya tiene listo "el gatillo"

¿Se enfrentará Irán directamente contra Israel? ¿Intervendrá militarmente EEUU para ayudar a su socio a acabar con Hamás? ¿Cómo van a posicionarse los Gobiernos árabes que habían normalizado sus relaciones con el Estado judío? EL ESPAÑOL habla con tres expertos sobre el posible estallido de un conflicto regional.

15 octubre, 2023 03:21

Las tropas israelíes todavía parecen estar sopesando cuál es la mejor manera de lanzar una incursión terrestre en la Franja de Gaza. Quieren destruir todas las capacidades militares de Hamás, el grupo terrorista que el pasado 7 de octubre lanzó un bárbaro ataque por tierra, mar y aire contra su territorio. Sin embargo, saben que en ese pequeño pedazo de tierra de apenas 360 km2 les espera una guerrilla urbana que podría durar meses. 

También son conscientes de que se enfrentan a una feroz crítica de la comunidad internacional por iniciar una operación militar en la que probablemente mueran miles de palestinos que no han querido (o no han podido) huir al sur de Gaza, tal y como les emplazó a hacer el Gobierno de Benjamin Netanyahu cuando el viernes les dio un ultimátum imposible de cumplir. Y mientras las fuerzas israelíes ultiman los pormenores de sus próximos movimientos, crecen los temores de una posible escalada bélica. O peor aún; el estallido de una guerra más amplia capaz de involucrar a potencias como Irán o Estados Unidos. 

"Es posible que haya un conflicto regional en Oriente Próximo porque hay precedentes", explica Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, a EL ESPAÑOL. Se refiere, entre otros, a la Segunda Guerra de Líbano, que se desató en 2006 después de que el grupo armado Hezbolá capturase a dos soldados israelíes durante una incursión. 

Un soldado israelí camina junto a varios tanques en los alrededores de la Franja de Gaza, en el sur de Israel.

Un soldado israelí camina junto a varios tanques en los alrededores de la Franja de Gaza, en el sur de Israel. EFE

En este sentido, el experto matiza que, a pesar de que la guerra entre Hamás e Israel no deja de acumular muertos en un lado y el otro, "la gran amenaza no procede en realidad de Gaza, sino del sur de Líbano, desde donde Hezbolá, que está mucho mejor preparado y armado que antes, podría intervenir militarmente". Y lo cierto es que apenas un día después de que las milicias palestinas lanzasen su ofensiva, el grupo chií libanés disparó misiles y artillería contra los Altos del Golán, zona controlada por Israel. ¿El motivo? Mostrar su apoyo a Hamás, con quien comparten el objetivo de acabar con el Estado judío. 

Desde su fundación, ambas milicias cuentan con el respaldo de Irán, que lleva años tejiendo una cuidadosa red de aliados estatales y no estatales para aumentar su influencia en la región. De la decena de estos grupos proxy que Teherán controla en Oriente Próximo, Hezbolá -literalmente el Partido de Dios- es quizá uno de los más poderosos. Armado hasta los dientes por el régimen iraní y sus socios internacionales, se calcula que tiene cerca de unos 200.000 misiles almacenados y listos para usar. Sus soldados, unos 50.000, han recibido instrucción de la Guardia Revolucionaria iraní y cuentan con experiencia militar porque participaron en la Guerra de Siria. "Es una fuerza creada a imagen y semejanza de su ejército", sostiene Álvarez-Ossorio. No es, sin embargo, la única. 

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En total se calcula que además de Líbano y Gaza, las fuerzas de seguridad iraníes están detrás del establecimiento de hasta cuatro milicias en Irak, así como otras en Siria, Bahréin y Yemen. Todas ellas forman parte de lo que se conoce como "el eje de la resistencia", una coalición unida por su enemistad frente a Israel y Estados Unidos (su principal aliado), y liderada por el ayatolá Jamenei. 

A lo largo de esta semana, algunos de estos grupos armados se han pronunciado en contra de una posible invasión de Gaza. Es el caso de los rebeldes Hutíes de Yemen, que han amenazado con atacar "con misiles y drones" en caso de que Washington, que ha colocado dos de sus portaaviones en el Mediterráneo oriental, intervenga militarmente en el conflicto. "El único de los grupos con capacidad suficiente para hacer daño a gran escala a Israel es Hezbolá", sostiene el académico. El único, claro, además de Irán. 

Irán, sus milicias y el eje de la resistencia

El nivel de planificación y la magnitud del ataque sin precedentes que Hamás lanzó la semana pasada (y que los servicios de inteligencia israelíes no supieron prever) apuntaban a una posible implicación de Teherán. Fuentes consultadas por el Wall Street Journal, por ejemplo, declararon que los iraníes ayudaron en los preparativos y dieron luz verde a la operación. El canciller alemán, Olaf Scholz, responsabilizó directamente al régimen, aunque matizó que "no hay pruebas sólidas".

Desde el primer momento, Irán, que mantiene desde hace tiempo una guerra encubierta con Israel –asesinatos y ciberataques, incluidos–, ha celebrado la ofensiva de las milicias palestinas de Gaza. "Apoyamos esta operación" o "Enhorabuena" son algunos de los mensajes que ha trasladado a sus "luchadores palestinos". No obstante, y a pesar de que sus vínculos con Hamás son más que conocidos, las autoridades iraníes han negado su implicación en la ofensiva.

La República Islámica ha amenazado, eso sí, con "responder" desde distintos frentes si Israel invade la Franja. "Los líderes de la resistencia en la región están extremadamente unidos, contemplan todos los escenarios, están preparados y tienen los dedos en el gatillo listos para disparar", dijo el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian. ¿Pero responden estas amenazas a un plan mayor? ¿Se enfrentará Irán directamente contra Israel o se limitará a seguir desestabilizando a su principal enemigo a través de sus aliados? 

Para Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Comillas, un enfrentamiento abierto entre Irán e Israel es una posibilidad que no puede descartarse. "Irán quiere expandir su revolución, y para tener influencia necesita inestabilidad, que la región esté en llamas", sostiene el experto. Por eso, detalla, el régimen iraní es uno de los grandes beneficiados de la guerra entre Israel y Hamás desde un punto de vista geopolítico. 

"Para tener influencia, Irán necesita inestabilidad, que Oriente Próximo esté en llamas"

"Una de sus mayores ambiciones es hacer saltar por los aires el acuerdo entre Irán y Arabia Saudí, y el ataque de Hamás lo ha conseguido", explica Priego. Se refiere a los pactos de normalización de las relaciones diplomáticas que ambos países estaban a punto de cerrar con la promoción de EEUU, y que Riad ha bloqueado este mismo sábado.

Desde 2020, numeroso Estados árabes han abandonando su histórico rechazo a Israel y habían reconocido al Estado judío. Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán y Marruecos fueron los primeros en formalizar, con la promoción de EEUU, sus relaciones en lo que se conoce como los Acuerdos de Abraham. Ahora parecía que era el turno de Arabia Saudí, enfrentado a Irán por la hegemonía religiosa y geopolítica. 

"Aunque sean rivales, este pacto iba a estabilizar la zona y eso Irán lo considera una amenaza a su seguridad", explica Priego. "Por eso les interesa que los israelíes respondan con brutalidad al ataque de Hamás, para que la población presione y Riad no pueda justificar un acercamiento con Jerusalén", añade Priego. Entre otras cosas, porque hacerlo significaría reconocer que, como principal potencia árabe, abandona la causa palestina que ha abanderado durante décadas. 

Mapa de la situación estratégica de la guerra de Israel. Fuente: The Middle East’S New Battle Lines.

Mapa de la situación estratégica de la guerra de Israel. Fuente: The Middle East’S New Battle Lines.

Protestas pasajeras 

Las presiones internas, sin embargo, han comenzado a notarse dentro de otros Gobierno musulmanes y árabes. En Egipto, Yemen, Jordania y hasta en Irak, miles de personas han salido estos días a la calle para mostrar su solidaridad con la causa palestina. Unas protestas que se han incrementado después de que el ejército israelí ordenase el "cerco total" a Gaza y dejase a sus dos millones de habitantes sin agua, electricidad o combustible. 

En este sentido, países como Egipto o Jordania, que han tratado de frenar el conflicto por la vía diplomática, se encuentran en una posición complicada. Ambos tratan de encontrar un equilibrio entre las buenas relaciones que mantienen con Israel y Occidente, y el apoyo del grueso de la población a los palestinos. Sobre todo en el caso del Gobierno egipcio, que teme que miles de refugiados palestinos entren de forma masiva en su territorio si abre el paso de Rafah, la única vía de salida con la que cuentan actualmente los gazatíes. 

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"Al principio en estos países árabes va a haber protestas a favor de la causa palestina, pero luego los Estados van a adoptar una decisión estratégica: mantenerse cerca de Israel", explica Alberto Spektorowski, profesor emérito de Ciencias Políticas Universidad de Tel Aviv, a este periódico. Esa asociación estratégica se debe a que Israel se ha convertido, no sólo en un seductor socio comercial y tecnológico, sino porque es la puerta de entrada a Occidente. Más concretamente, a Estados Unidos. 

Protestas en Jordania a favor de Palestina.

Protestas en Jordania a favor de Palestina. Reuters

En esta línea, Spektorowsk considera que Washington podría entrar en la guerra de Israel contra Hamás e incluso contra Irán si el régimen islamista da el primer paso. "Cualquier escenario es posible", asegura. A su juicio, "EEUU sabe que está peleando por Occidente, contra el terrorismo y por los valores de la vida".

Priego, por su parte, discrepa. El catedrático de la Universidad de Comillas cree que el Ejecutivo estadounidense va a optar por mantenerse al margen. De hecho, ya ha anunciado que no ha encontrado pruebas de una implicación iraní en el ataque de Hamás. Y aunque las encontrasen, el analista cree que la Administración de Joe Biden va a intentar evitar una confrontanción directa.

Sobre todo después de haber completado recientemente un intercambio de prisioneros que incluía el desbloqueo de 6.000 millones de dólares para Teherán. "De cara a las elecciones estadounidense Biden tiene que tapar lo que hizo, porque con esos fondos descongelados podrían haberse financiado a las fuerzas de Hamás que han atacado Israel", concluye Priego.