Sebastien Lecornu, primer ministro saliente de Francia.

Sebastien Lecornu, primer ministro saliente de Francia. Reuters

Europa

El Elíseo anuncia que Macron nombrará otro primer ministro en 48 horas tras alejar Lecornu un adelanto de las elecciones

El dimitido primer ministro anuncia la posibilidad de aprobar el presupuesto antes de finales de 2025 para evitar la disolución de la Asamblea Nacional.

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Jorge Raya Pons
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El primer ministro saliente Sébastien Lecornu ha descartado este miércoles un adelanto electoral en Francia, ha asegurado que Emmanuel Macron podrá designar a su nuevo jefe de Gobierno en las próximas 48 horas y ha reiterado que no es el momento "geopolítico" de buscarle sustituto al presidente. El propio Elíseo ha confirmado que Macron efectivamente nombrará un nuevo primer ministro en 48 horas.

"No debemos irnos", ha completado, "en cuanto haya una pequeña tormenta".

Conviene recordar que Lecornu presentó su dimisión el pasado lunes, horas después de anunciar la composición de su gabinete, y su administración pasó a la historia como la más corta de la Francia moderna: 27 días duró.

La última víctima de la carnicería política, en una entrevista concedida a la cadena pública France 2, ha explicado que "hay una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que rechaza la disolución". "Siento que todavía es posible encontrar un camino", ha añadido.

¿La razón? Varios grupos parlamentarios están dispuestos a ponerse de acuerdo sobre el presupuesto antes de finales de 2025 y a dar una salida a la crisis política sin necesidad de volver a las urnas.

El exministro de Defensa ha lamentado la breve duración de su gobierno y ha destacado que el equipo que tome el relevo debe estar "completamente desvinculado de las ambiciones presidenciales de 2027".

Lecornu ha compartido un optimismo moderado sobre el éxito de un proyecto de presupuestos de 2026 del que "habrá mucho que debatir" el próximo lunes.

"Todas las fuerzas políticas que vinieron a verme, salvo La Francia Insumisa (izquierda radical) y Reagrupamiento Nacional (derecha radical), me dijeron que sería demasiado peligroso no tener un presupuesto antes del 31 de diciembre. He conseguido que haya un proyecto de presupuesto; no será perfecto, pero será objeto de debate", ha señalado.

El primer ministro en funciones mantuvo reuniones con líderes conservadores y de centro-derecha, y con representantes del Partido Socialista y de los Verdes, en un intento de descongelar la situación.

El proyecto presupuestario apunta a reducir el déficit francés entre el 4,7% y el 5% para 2026, frente al 5,4% previsto para 2025. 

La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, no quiso participar en las negociaciones y reiteró su demanda de elecciones presidenciales. Exactamente lo mismo que la izquierda de Jean-Luc Mélenchon.

El jefe del Partido Socialista, Olivier Faure, expresó su intención de colaborar en la resolución de la crisis, aunque con la condición de que la izquierda lidere el próximo gobierno.

Los socialistas y los Verdes plantean medidas como un impuesto sobre la riqueza del 2% para el 0,01% más rico de Francia y la suspensión de la reforma de las pensiones, aspectos con amplio respaldo público pero que generan rechazo entre los conservadores.

La ministra de Educación en funciones, Élisabeth Borne, afirmó estar dispuesta a revisar la reforma. Otros ministros mostraron menos entusiasmo.

Marine Tondelier, líder de los Verdes, ha declarado Francia nunca había estado tan cerca de contar con un primer ministro de izquierdas: “Nombrar otra vez a un primer ministro del campo centrista del presidente sería una provocación, no duraría ni un minuto”. 

Le Pen prepara una moción de censura para dar la bienvenida a quien quiera que sea la apuesta de Macron tras perder a tres primeros ministros en un año.