El excirujano francés Joel Le Scouarnec , acusado de violación agravada y agresión sexual contra cientos de niños durante tres décadas Reuters
Francia afronta el mayor juicio de pederastia de su historia: un cirujano que abusó de casi 300 menores durante 30 años
El caso revela las disfunciones del sistema sanitario que permitieron a Joël Le Scouarnec actuar sin ser alejado de las víctimas pese las señales de alerta.
Más información: 'Me sacrificaron en el altar del vicio': Gisèle Pélicot, la francesa violada por 72 hombres, lo cuenta todo
El mayor juicio de pederastia de la historia de Francia empezó este lunes en la ciudad bretona de Vannes, donde el cirujano Joël Le Scouarnec, actualmente de 74 años, se sienta en el banquillo de los acusados por supustos abusos sexuales y violaciones a 299 pacientes menores de edad entre 1989 y 2014.
Además del elevado número de víctimas, de una edad media de 11 años, el caso tiene una segunda dimensión, la de las disfunciones en el sistema sanitario que permitieron a este cirujano actuar durante más de 30 años en varios hospitales y clínicas, públicos y privados, del oeste del país, sin que fuera alejado de los menores pese a numerosas señales de alerta.
Varias asociaciones de defensa de los menores se manifestaron a las puertas del tribunal, al que el acusado, que cumple prisión por otros casos de violación cometidos en su ámbito familiar, llegó en medio de unas estrictas medidas de seguridad con una amplia escolta.
En sus primeras palabras en la sala, el acusado confesó haber cometido "actos odiosos". "He cometido actos odiosos. Comprendo y comparto el sufrimiento que han podido provocar en cada una de esas personas la violencia de mis escritos. A lo largo de los interrogatorios me he esforzado en distinguir lo que eran violaciones y agresiones sexuales de lo que a mi juicio no lo eran", aseguró .
El cirujano aseguró "ser ahora consciente de que esas heridas son imborrables, irreparables". "No puedo volver al pasado y ante todas esas personas, ante sus allegados, debo asumir la responsabilidad de mis actos y las consecuencias que han podido tener y que tendrán a lo largo de toda su vida", insistió ante los jueces.
El proceso contra Le Scouarnec, que se celebra pocos meses después del de Gisèle Pelicot, violada por su marido y por decenas de hombres mientras estaba drogada, ha levantado una enorme atención mediática en Francia, con casi medio millar de periodistas acreditados.
El cirujano puede ser condenado hasta a 20 años de cárcel por varios delitos, muchos de los cuales él mismo ha reconocido y otros han sido sacados a la luz por una escrupulosa investigación basada en los diarios que minuciosamente rellenaba con sus agresiones y abusos.
En esos diarios, en los que narra caricias, felaciones, penetraciones con los dedos, entre otras cosas, Le Scouarnec reconocía ser un "exhibicionista, 'voyeur', sádico, masoquista, escatológico, fetichista, pedófilo", y aseguraba "ser muy feliz" con todo ello.
Los diarios se encontraron en 2017 durante el registro de su casa después de que la hija de unos vecinos, de 6 años, denunciara una violación, que destapó la vida criminal que llevaba el médico, que de puertas para afuera contaba con muy buena reputación entre sus compañeros.
"Salvado por los pelos"
Y eso pese a que en 2005 fue condenado a cuatro meses de prisión exentos de cumplimiento por tenencia de material pedo-pornográfico dentro de una investigación abierta por el FBI con ramificaciones en diversos países.
Le Scouarnec, que había estado casado y tenía tres hijos, escribió entonces en sus diarios que se salvó "por los pelos" y continuó ejerciendo su profesión y alimentando más sus fantasmas pedófilos.
Una cadena de errores administrativos impidieron que aquella condena figurara en su ficha penal cuando ese mismo año pasó de ejercer en un hospital privado de Vannes a uno público de Quimperlé, también en Bretaña, donde siguió cometiendo abusos a menores.
Su 'modus operandi' era minucioso. Abusaba de los menores en sus habitaciones, escudándose en su condición de médico, de adulto y en la enfermedad de los pacientes, a quienes hacía todo tipo de tocamientos mientras les efectuaba presuntas revisiones, que luego registraba en sus diarios.
De los adolescentes abusaba en los quirófanos, cuando estaban todavía bajo los efectos de los anestésicos y siempre evitando ser visto por otros compañeros que asistían a las operaciones.
Entre las víctimas por las que será juzgado, la mitad hombres, muchos son los que han reconocido arrastrar secuelas psicológicas que solo cuando los gendarmes acudieron a contarles lo sucedido pudieron achacar a los abusos de Le Scouarnec.
Del total de abusos consignados, los instructores han calificado 111 como violación agravada y 189 como agresión sexual agravada, que deberán ser analizados durante los cuatro meses que tiene previsto durar el juicio.