Rishi Sunak en un discurso en la Cámara de los Comunes el pasado 8 de mayo.

Rishi Sunak en un discurso en la Cámara de los Comunes el pasado 8 de mayo. Reuters

Europa

El Partido Conservador, en 'shock' por la huida hacia delante de Sunak con sólo el 1% de opciones de ganar

Un coordinador de la campaña conservadora ha destacado que la moral dentro del partido Tory está en su punto más bajo en el último medio siglo.

24 mayo, 2024 02:48

Una buena parte de los legisladores conservadores están atónitos, estupefactos, completamente perplejos por el anuncio que realizó el martes el primer ministro británico, Rishi Sunak, de anticipar las elecciones generales al 4 de julio. La decisión, según han informado los medios británicos, era sólo conocida por un puñado de asesores cercanos. El resto del partido se enteró al mismo tiempo que el resto del mundo, cuando Sunak salió por la puerta del número 10 de Downing Street para realizar el comunicado bajo la intensa lluvia de Londres. 

Muchos conservadores consideran que la fecha es demasiado cercana y temen que las seis semanas que les quedan para convencer a los votantes escépticos no sean suficientes. Siete legisladores de la formación conservadora, que hablaron en condición de anonimato con la agencia Reuters, expresaron sentirse “desconcertados y frustrados por el momento de la votación”, ya que Sunak podría haber esperado hasta finales de año para convocarlas. Ninguno de ellos tenía esperanza alguna de que los conservadores pudieran obtener una mayoría parlamentaria tras los comicios. 

Los sondeos no auguran nada bueno para un partido que lleva ininterrumpidamente 14 años en el poder. Desde julio del año pasado, los conservadores han estado sistemáticamente unos 20 puntos porcentuales por detrás de la oposición laborista. En la última encuesta realizada por empresas del Consejo Británico de Sondeos, el Partido Conservador obtendría un 23,1% frente al 44,5% del Partido Laborista liderado por Keir Starmer. De hecho, el modelo de predicción de The Economist les otorga actualmente una probabilidad inferior al 1% de ganar las elecciones.

El ánimo en el seno del partido Tory es sumamente dramático, reflejando la profunda preocupación y el desconcierto entre sus miembros. Ed Costello, presidente del grupo de campaña Grassroots Conservatives, aseguró a Reuters que la moral actual entre los conservadores es la más baja que ha conocido en sus más de cinco décadas en la política local. “Ha desaparecido la chispa. Hay mucho cansancio. La gente está harta”, aseveró.

Mientras tanto, más de 65 legisladores conservadores han anunciado que abandonarán el barco tras las elecciones, incluyendo algunas de las figuras más conocidas dentro del partido como la ex primera ministra Theresa May. De los que se quedan, muchos aseguran que realizarán una campaña muy personalista y se distanciarán del partido y de su líder, Sunak. "Voy a centrarme en los problemas locales, y sólo en ellos", explicó uno de ellos con una sonrisa irónica a Reuters

Sunak, en cambio, considera que el 4 de julio es la fecha adecuada. “Aunque queda trabajo por hacer y sé que tardarán en ver los beneficios, el plan está funcionando”, dijo el primer ministro a los trabajadores de un centro de distribución de galletas este jueves. Afirmó que la economía estaba dando ya un giro, con la inflación a la baja, los salarios al alza y un crecimiento cada vez mayor. 

[Los laboristas logran una "histórica" victoria en las municipales y exigen a Sunak convocar elecciones]

Asimismo, reiteró que tenía un plan para atajar la inmigración irregular, aunque reconoció que los primeros vuelos con inmigrantes con destino a Ruanda no tendrían lugar antes de la votación. También admitió que otra de sus políticas emblemáticas estaba ahora en entredicho por el momento de las elecciones: la prohibición de fumar para las generaciones más jóvenes. 

Sin embargo, muchos analistas coinciden en que un cambio de rumbo del país no será suficiente para animar a los votantes, que están hartos de los escándalos y el dramatismo asociados a los gobiernos conservadores de la última década. En cierto modo, para Sunak, la decisión de adelantar las elecciones parace una huida hacia delante, ya que viendo las malas noticias de los últimos meses, convocarlas ahora podría ser una forma de probar suerte

Rishi Sunak en su visita a un centro de distribución de Barry.

Rishi Sunak en su visita a un centro de distribución de Barry. Reuters

Starmer, un rival impopular

El principal contendiente de Sunak en los comicios tampoco es especialmente popular, y su posible victoria se percibe más como un voto de castigo a los conservadores que como un respaldo a sus méritos. “Las valoraciones de Starmer son las más bajas que Ipsos ha visto nunca para un líder de la oposición que está tan por delante en la intención general de voto. Es más el disgusto ante los tories que el deleite ante lo que ofrecen los laboristas lo que está impulsando la política”, afirmó Ben Page, director ejecutivo de la empresa de estudios de mercado y opinión Ipsos, a The Guardian

El líder laborista, ex fiscal jefe del país, ha devuelto la política laborista al centro tras la inclinación hacia la izquierda con su predecesor, Jeremy Corbyn, quien se retiró tras el estrepitoso fracaso en las elecciones de 2019. En un acto en Gillingham, sureste de Inglaterra, Starmer afirmó que su objetivo es “renovar, reconstruir y revitalizar el Reino Unido”, centrándose en “las privaciones y barreras invisibles que impiden a muchos mejorar su suerte”.

Si los laboristas ganan, Starmer se convertiría en el sexto primer ministro del Reino Unido en ocho años —la mayor rotación desde la década de 1830—, lo que subraya el nivel de agitación que ha afectado al país, que antaño era conocido por su estabilidad política y pragmatismo, desde el Brexit. Por el momento, Sunak ha recibido una bocanada de aire fresco con el anuncio de Nigel Farage de no presentarse a las elecciones por Reform UK, lo que probablemente reducirá el atractivo del voto de derechas y la capacidad de la formación de extrema derecha para atraer a la base de votantes conservadores.