Fernando Grande-Marlaska, durante la última reunión de ministros del Interior de la UE en Bruselas

Fernando Grande-Marlaska, durante la última reunión de ministros del Interior de la UE en Bruselas UE

Europa

La UE renuncia a establecer cuotas de reparto para los refugiados ucranianos

Polonia y Hungría, que se negaron a acoger a demandantes de asilo sirios, piden únicamente apoyo económico a Bruselas.

28 marzo, 2022 01:52
Bruselas

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Casi 4 millones de ucranianos han abandonado ya el país tras el estallido de la invasión rusa, mientras que 6,5 millones se han desplazado en el interior, según los últimos datos del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados. En un mes de guerra, la cifra multiplica por cuatro a los demandantes de asilo sirios que llegaron a la UE en 2015, provocando una crisis de refugiados sin precedentes.

La UE intentó entonces crear un sistema de reparto de demandantes de asilo entre todos los Estados miembros, pero chocó con la oposición frontal de Polonia y Hungría, que se negaron a acoger a ningún refugiado sirio y fueron condenados por ello por el Tribunal de Justicia de Luxemburgo (TJUE).

En la guerra de Ucrania, Polonia y Hungría son los países en primera línea a la hora de recibir a los refugiados de guerra. Según el Gobierno de derecha radical de Ley y Justicia, un total de 2,3 millones de personas han cruzado la frontera ucraniana hacia Polonia desde el inicio del conflicto. En el caso de Hungría, la cifra de ucranianos supera el medio millón. 

Pese a esta avalancha, la Unión Europea renuncia a establecer cuotas de reparto de los refugiados ucranianos. Un abandono que se explica en gran medida por el fracaso de la experiencia de 2015. De los 160.000 refugiados que los países de la UE se comprometieron a repartirse entonces, sólo se reubicó a 34.689 (el 22% del total) una vez concluido el periodo de dos años previsto.

Los ministros del Interior de los 27 celebran este lunes una reunión extraordinaria para examinar la crisis de refugiados de guerra ucranianos, a la que asiste Fernando Grande-Marlaska. Más de 40.000 personas han llegado ya a España huyendo de la guerra de Ucrania. La previsión es que en breve esa cifra pueda superar los 80.000 y el Gobierno trabaja con la posibilidad de que puedan llegar más si se prolonga el conflicto.

La Unión Europea ya ha acordado la activación, por primera vez en la historia, de la Directiva de Protección Temporal. Una norma que permite a los refugiados ucranianos acceder de forma automática a un permiso de residencia en cualquier Estado miembro, que les permite trabajar por cuenta propia o ajena, acceder a educación, un alojamiento adecuado y ayuda social y atención médica. 

Pero lo que no se ha resuelto es cómo repatir la carga entre los Estados miembros. El Gobierno alemán ha sido el primero en reclamar un sistema de reparto automático. "Debemos ayudar a los Estados miembros en la frontera este europea a distribuir a la gente en el resto de la UE", dijo la semana pasada la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock.

Por qué no hay reparto de refugiados

¿Por qué su demanda no ha encontrado eco entre el resto de Estados miembros? Hay dos causas principales. La principal razón es que ni Polonia ni Hungría -quizá motivados por su negativa pasada a las cuotas de migrantes en la crisis siria- han pedido ayuda a la UE para repartir a los refugiados de guerra ucranianos. Varsovia y Budapest reclaman únicamente ayudas financieras, que hasta ahora Bruselas no ha desbloqueado.

Los planes de recuperación Next Generation de los dos países están bloqueados desde hace meses por las dudas de la Comisión de Ursula von der Leyen por lo que se refiere al respeto del Estado de derecho. De hecho, hasta el estallido de la guerra en Ucrania, el Ejecutivo comunitario sopesaba seriamente congelar todas las ayudas europeas a Budapest y Varsovia por poner en riesgo la independencia judicial y los estándares mínimos democráticos.

El conflicto ha llevado a Bruselas a reconsiderar la situación, aunque hasta ahora no se han anunciado nuevas ayudas ni el desbloqueo de Next Generation. La Comisión se ha limitado simplemente a facilitar la reprogramación de los fondos europeos ya adjudicados. "Ha llegado el momento moral para que Bruselas permita que los fondos que han sido retenidos por disputas ideológicas finalmente estén disponibles. Eso sería solidaridad europea", ha escrito la ministra de justicia húngara, la combativa Judit Vargas, en su cuenta de Twitter.

"Estamos discutiendo el reembolso de nuestros gastos. Además, aquí nadie le hace un favor a nadie, porque la Unión Europea ha pagado fondos gigantescos a Turquía, en dos cuotas de 3.000 millones de euros, para un número similar de refugiados. Espero que los funcionarios de Bruselas consideren ahora si están tomando decisiones sobre los refugiados de Ucrania al ritmo adecuado", ha señalado el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.

El Ejecutivo comunitario se ha desentendido del problema del reparto de refugiados y lo justifica porque los ucranianos, al menos los que tienen dinero, tienen libertad para moverse por toda la UE. "La mayoría de los que están huyendo son ciudadanos ucranianos con pasaporte ucraniano, que tienen libertad para moverse allí donde quieran en la UE", alega la comisaria de Interior, la sueca Ylva Johansson.

"No vamos a coger a la gente y decidir dónde deben establecerse en la UE. No vamos a establecer cuotas obligatorias ni nada parecido", ha subrayado Johansson. Eso sí, la UE cuenta con una "plataforma de solidaridad" en la que los Estados miembros se informan de la necesidad de reubicaciones y las plazas disponibles. "Este es el mejor espíritu de solidaridad y cooperación en la UE y debemos basarnos en él", sostiene Johansson. ¿Será suficiente para gestionar la guerra de Ucrania?