Didier Reynders, durante su examen oral ante la Eurocámara este miércoles en Bruselas

Didier Reynders, durante su examen oral ante la Eurocámara este miércoles en Bruselas Parlamento Europeo

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Así es el nuevo comisario de Justicia: el contrapeso a los socios de Puigdemont en Bélgica

Didier Reynders ha abierto la puerta a reformar la euroorden y se ha comprometido a mantener la posición de Bruselas contra los secesionistas catalanes.

4 octubre, 2019 02:31
Bruselas

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El liberal valón Didier Reynders (Lieja, 61 años) es un político superviviente. Un ministro profesional. Lleva 20 años ininterrumpidos formando parte del Gobierno belga, a pesar de las muy diferentes coaliciones que se han sucedido durante ese periodo. Ha visto pasar a cinco primeros ministros distintos: Guy Verhofstadt, Yves Leterme, Herman Van Rompuy, Elio di Rupo y Charles Michel.

Ha resistido frente a todas las turbulencias de la híper-fragmentada política belga: primero como ministro de Finanzas (1999-2011) y después de Exteriores (2011 hasta la actualidad), cargo al que añadió Defensa hace un año. Ahora la Eurocámara le acaba de dar su visto bueno como próximo comisario de Justicia en el equipo de Ursula Von der Leyen.

Durante su etapa como ministro de Exteriores, Reynders ha tenido que lidiar con la fuga a Waterloo del ex presidente catalán Carles Puigdemont, que ha tensado al máximo las relaciones diplomáticas entre Bélgica y España. La justicia belga indignó al Supremo al rechazar las euroórdenes contra los exconsellers catalanes por motivos formales. Bélgica también ha denegado la entrega a España de varios etarras, entre ellos Natividad Jáuregui, alias Pepona, motivo por el que ha sido condenada por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

A Reynders le ha tocado hacer de contrapunto a los nacionalistas flamencos de la N-VA, que en el punto álgido de la crisis catalana formaban parte del Gobierno de coalición belga y prestaron apoyo logístico y político a Puigdemont. Ha sido el bombero que apagaba los fuegos provocados por los aliados flamencos del ex presidente de la Generalitat.

Desde que la jueza Carmen Lamela emitió la primera euroorden contra Puigdemont, Reynders se encargó de defender la postura oficial del Gobierno belga frente a las presiones e interferencias de la N-VA. "No son los políticos los que van a gestionar este expediente. Son procedimientos judiciales. Y no podemos oponernos a procedimientos judiciales", dijo en una entrevista a Le Soir.

Reynders tuvo incluso que llamar al orden a un colega en el consejo de ministros, el titular de Interior, Jan Jambon, nacionalista de la N-VA que ahora es presidente de la región de Flandes. Jambon había arremetido contra España por la prisión provisional para Oriol Junqueras y el resto de exconsellers implicados en el proceso secesionista. "¿Qué han hecho mal? Simplemente aplicar el mandato recibido de sus electores", declaró. El futuro comisario de Justicia intervino entonces para exigirle a Jambon "no inmiscuirse" y "dejar hacer a la justicia".

Apagar los fuegos de los amigos de Puigdemont

Otro conflicto grave que Reynders se ha esforzado por enfriar fue el provocado por el ex presidente del parlamento flamenco Jan Peumans, también de la N-VA. Peumans escribió una carta a la ex presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, en la que cuestionaba la calidad de la democracia española. Un "gesto hostil" que obligó al ministro de Exteriores, Josep Borrell, a convocar al embajador de Bélgica en Madrid para comunicarle su malestar. 

Reynders hizo saber entonces que "la posición de Bélgica sobre España la decide el Gobierno federal y no el señor Peumans". Y se negó a tomar medida alguna de represalia contra España como le exigía el presidente del Parlamento flamenco.

Así que está claro que en su nuevo cargo como comisario de Justicia, Reynders no podrá alegar en ningún caso desconocimiento de la crisis catalana ni tampoco ignorancia sobre los problemas de la euroorden, especialmente en su propio país, Bélgica. No es sólo el caso de Puigdemont o de la Pepona: la justicia belga se ha negado también a entregar a España al rapero Valtonyc.

Durante las semanas previas a su examen oral en la Eurocámara, tanto el Partido Popular como sobre todo Ciudadanos, que pertenece a su misma familia política, se han reunido con Reynders para sensibilizarle sobre sus exigencias de reforma de la euroorden. Ambas formaciones quieren ampliar la lista de 32 delitos para los que la entrega es automática con el fin de incluir los ataques a la integridad territorial de un país miembro. Algo a lo que hasta ahora se había negado el Ejecutivo comunitario.

La presión de los partidos españoles ha llevado a Reynders a abrir la puerta por primera vez a una reforma de la orden europea de detención y entrega. "Continuaré vigilando su aplicación y trabajaré de cerca con ustedes y con los Estados miembros para seguir mejorándola", dijo el futuro comisario de Justicia durante la audiencia en el Parlamento Europeo, que se celebró el pasado miércoles.

La reforma de la euroorden, en la agenda

El Ejecutivo comunitario está llevando a cabo una evaluación del funcionamiento y los problemas de la euroorden cuyos resultados se publicarán a principios de 2020. A partir de este informe, Bruselas sopesa expedientar a aquellos países que no apliquen correctamente este instrumento de cooperación judicial.

"Además, consideraré seriamente presentar una propuesta para revisar la euroorden", ha anunciado Reynders. Ningún detalle sobre el calendario o el sentido de la reforma. Ningún detalle. Pero un paso suficiente sobre todo para Ciudadanos. “La reforma de la euroorden está en la agenda de la nueva Comisión Europea”, se ha felicitado la eurodiputada naranja Maite Pagazaurtundúa

"Es esencial dar un apoyo pleno al orden constitucional de los Estados miembros. Con motivo de la votación ilegal en Cataluña hace dos años, la Comisión Europea dejó perfectamente claro este apoyo. ¿Comparte usted esta posición y la avalará si se le confirma como comisario de Justicia?", le preguntó Nuno Melo, eurodiputado portugués del Partido Popular Europeo.

"Por supuesto, mantendré la misma posición que la actual Comisión. Debemos respetar plenamente el orden constitucional en los diferentes Estados miembros. Así lo he dicho en tanto que ministro de mi país, en Bélgica. Y en las diferentes situaciones que hemos visto. Debemos respetarlo plenamente. Hay reglas en todos los Estados miembros para cambiar el orden constitucional. Es posible usarlas, pero yo mantendré la misma posición", sostiene Reynders.

¿Qué opina el Gobierno de Pedro Sánchez de la reforma de la euroorden que piden el PP, Cs y también Vox? La medida no figuraba en el programa electoral con el que Borrell se presentó a las europeas del 26-M y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, nunca lo ha planteado formalmente en Bruselas. España será "activa y colaboradora" con las propuestas que plantee Reynders, aunque cree que será "muy complicado" lograr un acuerdo en la UE, explican fuentes diplomáticas.