Europa

Tres muertos en el incendio de Madeira

El primer ministro y el presidente de Portugal se desplazan a Funchal. Hay dos hospitales evacuados. 

9 agosto, 2016 22:47
Lisboa
El Gobierno portugués ha confirmado este miércoles la muerte de tres personas en el incendio que alcanzó Funchal, capital de la isla de Madeira, anoche. Son los miembros de una misma familia, que quedó atrapada en una casa incendiada. El fuego sigue descontrolado y hay varios desaparecidos, además de unos 300 heridos. Uno de ellos se encuentra en estado grave y ha sido evacuado a un hospital especializado en Lisboa con quemaduras en 70% del cuerpo. 
El Ejecutivo ha enviado una fuerza especial de más de 100 efectivos desde Lisboa durante la madrugada para ayudar con las labores de extinción. Los daños materiales son cuantiosos y las llamas siguen consumiendo edificios en el centro histórico de la ciudad. Miles de personas han sido desalojadas de las zonas afectadas por la conflagración, entre ellos cientos de turistas que han sido evacuados de sus hoteles y enviados al refugio provisional establecido por el Gobierno Regional en el principal estadio de fútbol de Funchal.

Al menos tres muertos en el incendio de Madeira

El primer ministro luso, António Costa, vuela este miércoles a Madeira y el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, acudirá el jueves a primera hora.

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El fuego que azota la isla desde la mañana del lunes, provocado por un incendiario reincidente, ya ha alcanzado el centro histórico de la ciudad, sembrando pánico entre la población local. El 75% de los incendios en Portugal son intencionados y han hecho del país luso el más afectado por estos fuegos en los últimos años. Tanto, que incluso ha llevado a Jaime Soares, presidente de la Liga de Bomberos de Portugal, ha indicar en EL ESPAÑOL que es "una especie de terrorismo, un fenómeno que sólo puede ser el resultado de una estrategia criminal organizada".

Los fuertes vientos han hecho que las llamas se extiendan desde la parte alta de la ciudad y está resultando difícil respirar debido al denso humo que ha llenado las calles, colapsadas por personas que intentan huir de la zona. Miles de personas han huido a las orillas del Atlántico, entre ellos cientos de turistas que han sido evacuados de los hoteles más próximos a la conflagración.

A última hora de la tarde del martes el primer ministro luso, António Costa, anunciaba el envío de una fuerza especial inicial compuesta por 36 efectivos del Grupo Especial de Protección y Socorro de la Guardia Nacional Republicana, efectivos del Cuerpo de Bomberos y técnicos especialistas del Instituto Nacional de Emergencias Médica para intervenir en la isla de Madeira. Ante el empeoramiento repentino de la situación, el Ejecutivo luso ha desplegado dos equipos adicionales para intentar frenar el avance de las llamas. Además, Costa ha decidido este miércoles desplazarse a la isla, tras conocerse la muerte de tres personas allí.

Se habla de confusión generalizada ante el avance imparable del fuego y de falta de liderazgo por parte de las autoridades isleñas, con la mayoría de las críticas dirigidas a Miguel Albuquerque, presidente del Gobierno regional, que el martes declaró que la situación estaba "perfectamente controlada". A través de la cadena estatal RTP Violante dos Reis Saramago, hija del premio Nobel José Saramago y residente de la capital madeirense, denunciaba "la incompetencia escandalosa del Ejecutivo" de la isla; pese a que el fuego amenazaba la ciudad desde el lunes, el Ejecutivo Autónomo rechazó la ayuda de Lisboa hasta la tarde del martes, asegurando que todo estaba bajo control.

"La gente no sabe hacia dónde huir y el viento está provocando una tormenta de llamas", declaraba Reis Saramago por teléfono. "La orilla está llena de gente con maletas que ha salido de casa con lo que más apreciaban. Los turistas no saben dónde meterse. Los bomberos están exhaustos, no dan para mucho mas. Es increíble que esto esté pasando; Funchal está perdida".

Las imágenes que llegan desde la isla muestran escenas dantescas, con grandes partes de la ciudad iluminadas por las llamas. Según testigos presentes en la zona, el fuego abría alcanzado a muchos de los edificios más emblemáticos de la ciudad; en estos momentos se lucha por salvar a la histórica Iglesia de São Pedro, construcción que databa a 1590 y era considerada una joya de la arquitectura barroca isleña. Un grupo de bomberos -acompañados por el alcalde Paulo Cafôfo, que ha insistido en quedarse en la zona evacuada para asistir en el combate contra el incendio- intenta crear un cortafuegos en pleno centro de la capital isleña.

Se han registrado varias explosiones y el Servicio Regional de Protección Civil está pidiendo que quienes viven en zonas alejadas del incendio permanezcan en sus casas para facilitar la circulación de vehículos de emergencia. Más de 500 personas ya se encuentran refugiadas en el Estadio dos Barreiros, que ha sido habilitado al último momento para acoger a quienes consigan escapar al fuego y llegar hasta campo de fútbol; el principal cuartel militar de la ciudad ya ha recibido el número máximo de personas que puede acoger.

Ante la situación crítica, se espera que Portugal solicite la activación formal de los mecanismos europeos de Protección Civil, como también la asistencia garantizada por un acuerdo bilateral de ayuda que el país mantiene con la Federación Rusa, opción que el primer ministro Costa barajó como una posible opción esta tarde. El fuego que actualmente arrasa con el centro de Funchal es sólo uno entre los más de 150 incendios activos en el país a última hora del martes. Las condiciones climáticas especialmente favorables al fuego hacen que sea probable que la crisis que vive el país se alargue durante varios días.

“Mañana tendremos fuertes vientos en todo el territorio continental, lo que podría ayudar a propagar incendios, y el jueves se dispararán las temperaturas”, señaló Costa durante una rueda de prensa la tarde del martes. “La situación es complicada, y tenemos que trabajar juntos para evitar que empeore”.

PÁNICO EN LA ISLA

Los siete mayores incendios activos en Europa ahora mismo se encuentran en Portugal. El que afecta Madeira no sólo preocupa por amenazar la integridad de Funchal, sino también porque pone en jaque a la potente industria turística de la isla.

El avance descontrolado del incendio el martes sembraba el pánico entre la población, que ha visto como se acercaban las llamas a la capital a lo largo del día. A media tarde se evacuaban los 234 pacientes del Hospital dos Marmeleiros y los más de 300 del Hospital Dr. João de Almada, además de varias centenas de residentes de las zonas más próximas al fuego.

Los residentes de las zonas altas de la costa han abandonado sus casas y centenares de personas han acudido al Hospital Central de Funchal con síntomas de intoxicación por inhalación de humo. El Servicio Regional de Salud de la isla ha pedido que todo el personal médico proceda a este centro para atender a quienes se vean afectados por el fuego a lo largo de la noche.

Se ha suspendido la mayoría de los transportes urbanos e intra-urbanos, y también han cerrado el acceso a la Via Rápida, principal vía de circulación de Madeira. El denso humo provocado por el incendio también ha provocado el cierre del Aeropuerto Internacional Cristiano Ronaldo, notorio por su pista de aterrizaje, una de las más difíciles y peligrosas del mundo debido a los vientos que azotan la isla y su extensión limitada. El aeropuerto se ha reabierto en la mañana del miércoles.

A través de Twitter turistas presentes en Funchal expresan frustración ante la falta de instrucciones por parte de las autoridades locales y el caos que se vive en la isla en estos momentos.

"Acaban de evacuar nuestro hotel, justo en medio de nuestra cena", relataba Lawrence Crawley, periodista de la BBC, a través de la red social. "La velocidad de las llamas es chocante. Debido al viento, que sigue cambiando de dirección, nadie sabia por dónde debíamos huir".

Varios turistas españoles denunciaron la falta de atención por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores español en un momento clave. "Sres. del @MAECgob, estoy en Madeira desprotegida por el caos del incendio en Funchal. El consul, fuera de vacaciones, y el consulado cerrado", twiteaba la madrileña Victoria R. Lira.

El impacto de incendio sobre la industria turística de la isla puede suponer una mala jugada a la frágil economía portuguesa. El Plan Nacional de Turismo señala a Madeira –junto al Algarve y Lisboa– como uno de los tres focos principales de la estrategia turística nacional. Más del 75% de los madeirenses se dedican a este sector, que principalmente atiende a visitantes del norte de Europa que aprovechan las playas y el clima tropical de la isla.

INCENDIO PROVOCADO

Las condiciones del incendio hicieron que la Policía Judicial lusa sospechara desde casi el primer momento que el incendio había sido provocado. Esta tarde efectivos en la isla detuvieron al presunto autor del fuego, un madeirense de 24 años.

Entrevistado en la cadena de televisión SIC, Eduardo Nunes, coordenador del Departamento de Investigación Crimnal de la Policía Judicial lusa indicó que se trataba de un joven que ya tenía antecedentes por provocar incendios.

“No tiene problemas psiquiátricos conocidos, pero sabemos que tiene problemas de alcohol y que consume drogas regularmente”, explicó Nunes. “Es soltero, desempleado, no tiene estudios. Ya tenía antecedentes, y al detectar el fuego tan cerca de la zona en la que vive, investigamos. Una señora que fue testigo del incendio inicial pudo identificarlo y situarlo en la zona donde se originó la conflagración”.

El perfil del detenido coincide casi exactamente con el que la Policía Judicial portuguesa maneja en casos de incendios provocados, mayoritariamente perpetrados por hombres de pocos estudios y baja condición social que viven en zonas rurales del país.