Un periódico iraní con una foto de portada del ministro de Asuntos Exteriores de Irán , Abbas Araqchi, y el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff.

Un periódico iraní con una foto de portada del ministro de Asuntos Exteriores de Irán , Abbas Araqchi, y el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff. Reuters

Asia

El ministro de Exteriores iraní llega a Roma para una segunda ronda de negociaciones sobre su programa nuclear con EEUU

Teherán y Washington calificaron como constructivo el primer encuentro de hace una semana, pero existen diferencias acerca del alcance de las negociaciones.

Más información: Irán vuelve a la mesa de negociación con Trump para discutir un nuevo acuerdo nuclear siete años después.

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El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, llegó este sábado a Roma para mantener una segunda ronda de negociaciones en busca de un acuerdo acerca del programa nuclear iraní. Las conversaciones se producirán de manera indirecta entre Araqchí y el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, con mediación de diplomáticos omaníes, una semana después de la primera ronda de negociaciones de hace una semana en Mascate (Omán).

"La República Islámica de Irán siempre ha demostrado, con buena fe y sentido de responsabilidad, su compromiso con la diplomacia como vía civilizada para resolver los problemas, con pleno respeto a los altos intereses de la nación iraní", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, quien acompaña a Araqchí.

El portavoz indicó que son "conscientes de que no es un camino fácil, pero actuamos con la mente abierta, basándonos también en la experiencia pasada". Teherán y Washington calificaron como constructivo el primer encuentro de hace una semana en Mascate, pero existen diferencias acerca del alcance de las negociaciones.

Irán solo quiere negociar la limitación de su capacidad nuclear y dejar fuera de las discusiones su programa de misiles y su apoyo a grupos regionales como los hutíes del Yemen o los libaneses de Hizbulá.

Estados Unidos ha planteado el desmantelamiento del programa nuclear iraní, algo que lo que Teherán ha respondido que no es negociable, además de la cuestión de los misiles y el apoyo a sus aliados en la región.

"Unas demandas (de EEUU) que si son poco realistas únicamente reducirán la posibilidad de llegar a un acuerdo", dijo ayer el jefe de la diplomacia iraní en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú.

También criticó a Estados Unidos por mandar mensajes contradictorios acerca de las conversaciones nucleares, después de que Witkoff hablase del desmantelamiento nuclear del país persa.

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha continuado con las amenazas contra el país persa si no alcanzan un acuerdo, como hizo el jueves al afirmar que no ha descartado un plan de Israel de destruir las instalaciones nucleares de Irán. "No diría que lo he descartado. No tengo prisa, porque creo que Irán tiene la oportunidad de tener un gran país y vivir feliz sin muerte. Y me gustaría ver eso. Esa es mi primera opción", dijo en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Trump abandonó durante su primer mandato el pacto nuclear de 2015, firmado entre Irán y seis potencias y que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones.

Plan de 3 fases

Irán ha planteado en este debate un plan de tres fases. En una primera etapa, Irán limitaría de forma provisional el nivel de enriquecimiento de uranio a un máximo del 3,67%, tal como se había pactado en el acuerdo nuclear de 2015. A cambio, obtendría acceso a fondos congelados en el extranjero y se le permitiría reanudar sus exportaciones de petróleo.

Durante la segunda etapa, se pondría fin de manera definitiva al enriquecimiento de uranio a niveles elevados. Además, Irán retomaría su colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo que incluiría la reactivación de inspecciones sorpresa bajo el protocolo adicional de verificación. Esta fase dependería de un alivio más amplio de las sanciones impuestas por Estados Unidos y del compromiso de los países europeos de no reactivar sanciones de la ONU.

En la fase final del acuerdo, Irán enviaría sus reservas de uranio altamente enriquecido a un país tercero. Paralelamente, el Congreso de EE. UU. aprobaría un nuevo pacto nuclear y se levantarían tanto las sanciones primarias como las secundarias.