Una persona disfrazada de rana inflable observa cómo agentes del Departamento de Seguridad Nacional detienen a un manifestante en Portland.

Una persona disfrazada de rana inflable observa cómo agentes del Departamento de Seguridad Nacional detienen a un manifestante en Portland. Redes sociales

EEUU

Un ejército de ranas contra Trump: la insurrección que se extiende por EEUU como símbolo de resistencia civil

La agresión a un manifestante disfrazado en Portland desata una imparable tendencia para ridiculizar el intento de Trump de criminalizar las protestas.

Más información: Trump anima a sus generales a que las ciudades sean "campos de entrenamiento" y los llama a combatir al "enemigo interior"

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Las claves

Manifestantes disfrazados de ranas y otros animales se han convertido en símbolo de resistencia civil en ciudades de EEUU como Portland, Chicago, Washington y Charlotte, en respuesta a las redadas migratorias y el despliegue de tropas ordenado por Donald Trump.

El movimiento surgió en Portland después de que un joven mexicano disfrazado de rana fuera agredido con gas pimienta por agentes federales; la imagen se viralizó y motivó la imitación en otras ciudades.

Los disfraces inflables, además de ridiculizar la retórica de Trump y el movimiento MAGA, ofrecen protección y anonimato a los manifestantes, y han inspirado la creación de grupos como la Portland Frog Brigade y campañas de arte callejero.

Las protestas, de carácter pacífico y lúdico, buscan combatir la criminalización de la disidencia y el endurecimiento de las políticas migratorias, usando el humor y la creatividad como herramientas de resistencia.

Portland, Chicago, Washington, Charlotte… Estas ciudades tienen en común dos cosas: han sufrido el despliegue de tropas del Gobierno de Donald Trump en su ofensiva migratoria y, como respuesta, en todas ellas ha surgido también una curiosa “plaga” en forma de ranas gigantes.

En las últimas semanas, cada vez más personas, ataviadas con disfraces inflables de estos anfibios -así como de otros animales-, se han convertido en protagonistas inesperados de las diversas manifestaciones en las calles contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la deriva autoritaria del republicano.

Una insurrección pacífica que, con el apoyo de las redes sociales, se extiende por todo el país como símbolo de resistencia civil, con un objetivo tan simple como efectivo: ridiculizar la retórica de Trump y del movimiento MAGA que busca criminalizar a todo aquel que se oponga a sus políticas.

La presencia cada vez mayor de ranas danzantes, pavos reales, tiburones e incluso unicornios en protestas que transcurren sin incidentes y en un ambiente lúdico echan por tierra afirmaciones como las realizadas por Trump -quien describió Portland como "una zona de guerra devastada"- o las del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, al calificar a los manifestantes del movimiento No Kings en Washington como el “ala terrorista pro Hamás”.

La última aparición de estos manifestantes antropomorfos fue el pasado domingo en Charlotte. La ciudad más grande de Carolina del Norte se ha convertido en el último objetivo de las redadas migratorias de la Administración Trump con el despliegue de agentes de la Patrulla Fronteriza y la detención de 200 inmigrantes.

Ante este operativo, que arrancó el pasado sábado, decenas de personas se manifestaron el pasado domingo frente a la oficina del Departamento de Seguridad Nacional, entre ellas una rana verde y un unicornio. Con los brazos entrelazados, bailando en círculos al ritmo de música española y rap frente a la Policía federal y atendiendo a los diferentes medios, los dos manifestantes disfrazados fueron las verdaderas estrellas de la protesta.

Manifestantes con disfraces inflables protestan frente a la sede del Departamento de Seguridad Nacional el pasado domingo en Charlotte.

Manifestantes con disfraces inflables protestan frente a la sede del Departamento de Seguridad Nacional el pasado domingo en Charlotte. Reuters

Dos días después, otra rana, esta vez de color morado, apareció frente al Capitolio de Washington, junto a otros manifestantes exigiendo la publicación de los archivos de Jeffrey Epstein antes de la votación en la Cámara de Representantes del día siguiente.

Portland, el origen

El uso de disfraces, sobre todo de rana, en las protestas en EEUU se ha convertido en una tendencia imparable que nació de manera inesperada en Portland hace apenas unas semanas.

Durante una manifestación el pasado 2 de octubre en Portland (Oregon) un mexicano llamado Seth Todd, protestaba frente al edificio del ICE con un disfraz inflable de rana.

Todo habría quedado en una anécdota y seguramente no habría trascendido de no ser por la brutal respuesta policial contra el joven de 24 años captada por cámaras de televisión y amplificada posteriormente en las redes sociales. Varios agentes federales le rociaron con gas pimienta directamente en la rejilla de ventilación del disfraz.

La imagen de la agresión a Todd, quien confesó en exclusiva a The Oregonian que sintió el efecto del gas aunque ha "comido tamales más picantes", dio la vuelta al mundo al hacerse viral en plataformas como X o Instagram.

Esa agresión a la 'rana' motivó a que otras personas se sumaran a las protestas contra ICE en Portland, luciendo disfraces inflables de ranas y otros animales como tiburones.

En las últimas semanas, los residentes de Portland han creado también grupos como la Portland Frog Brigade, cuyos miembros visten disfraces inflables de rana, y en foros y redes sociales.

Otros grupos como Movimiento 50501 y Operación Inflación reparten disfraces inflables gratuitos a los manifestantes, además de compartir consejos logísticos como llevar baterías extra y promover el uso de animales coloridos para aumentar la visibilidad y el impacto mediático.​

A Seth Todd le pareció "genial" que otras personas se sumaran a la manifestación contra ICE, disfrazadas como ranas, otros animales y personajes. En su entrevista con The Oregonian, declaró que de esa forma se "demuestra que no somos violentos. Simplemente estamos aquí, pasándola bien, a pesar de que estos… agentes nos maltratan casi a diario".

La respuesta de las autoridades ha sido ambivalente. Mientras algunas denunciaban que los disfraces “enmascaraban el extremismo violento”, la reacción popular fue contraria: el número de participantes disfrazados crecía, evidenciando que el recurso era más una táctica de protección y anonimato que una forma de encubrir ilegalidades.​

La rana, emblema contra el ICE

Artistas urbanos y diseñadores se han sumado a este movimiento pintando murales, carteles y camisetas con imágenes de ranas contra figuras autoritarias. Así, la rana se volvió aún más un emblema de protesta, generando atención mediática y generando nuevas formas de expresión sociopolítica.​

Carteles con las famosas ranas inflables de Portland que circulan por las redes.

Carteles con las famosas ranas inflables de Portland que circulan por las redes. X

Las marchas, donde las ranas inflables encabezaban los contingentes, se han extendido a otras ciudades como Chicago y Washington DC. Esta expansión se dio gracias a la facilidad de replicación y al carácter inclusivo: cualquiera puede sumarse, sin importar edad, ocupación o nacionalidad, simplemente poniéndose un disfraz.​

El uso de este tipo de disfraces también llevó a la creación de “guerrillas del humor”, una estrategia inspirada en el movimiento británico de Tactical Frivolity, donde la protesta lúdica reduce la tensión y revitaliza la participación en contextos de represión. Además del humor, el disfraz ofrece protección ante gases lacrimógenos y cámaras, lo que dio un aire de anonimato y solidaridad colectiva.​

Con esta tendencia imparable extendiéndose a más y más ciudades, estos manifestantes consideran que sus disfraces inflables suponen una forma de combatir "el absurdo con el absurdo", una respuesta subversiva a la descripción que ha hecho Trump de los inmigrantes o de ciudades como Portland sobre que "está en llamas" o que "es como vivir en el infierno".