La ayuda de Estados Unidos a Ucrania, Israel y Taiwán les apuntala frente a regímenes totalitarios

Días antes del referéndum, el presidente de la Cámara, el demócrata Mike Johnson, en una conversación ante los medios sobre la Ley, se refirió a Xi Jinping, Vladímir Putin e Irán como un "eje del mal" en el que "están coordinados". Un comentario que fue recriminado desde Pekín por la portavoz de la embajada china en EEUU, Liu Pengyu: "Instamos a EEUU a abandonar su sesgo ideológico y su mentalidad de Guerra Fría, detener la manipulación política y tomar acciones para restaurar el impulso de estabilidad entre China y Estados Unidos".

Una represalia a la que se sumó parte del sector duro republicano, contrarios a proporcionar más ayuda a Kiev. Donald Trump, candidato republicano a las próximas elecciones, ha expresado en repetidas ocasiones su negativa a continuar enviando ayuda a Ucrania, las cuales exige que sean consideradas un préstamo a devolver. Tal es el calado de su discurso que un 48% de los republicanos consideran que EEUU está dándole "demasiada" ayuda a Ucrania (según una encuesta de Pew Research). Mientras, los demócratas cada vez se muestran más descontentos con Israel, llegando Joe Biden a mostrarse "furioso y descorazonado" por sus ataques a la Franja de Gaza, llegando a exigir a Benjamin Netanyahu "el cierre, sin demora, de un acuerdo con Hamás".

A través de esta ley, EEUU destinará unos 60.840 millones de dólares a Ucrania, 26.400 millones a Israel y ayuda humanitaria para civiles en zonas de conflicto (incluido Gaza) y, a petición de Biden, 8.100 millones de dólares a la región del Indo-Pacífico, incluido Taiwán, para hacer frente a China a través de inversiones en infraestructuras submarinas e impulsando la competencia con Pekín en proyectos en países en desarrollo.

La propuesta incluye la limitación de TikTok en el país (una medida que tendrá que pasar por el Senado), nuevas sanciones a Irán, Rusia y China y una de las premisas de Trump: establecer que cualquier ayuda a Ucrania sea en forma de préstamo. Por tanto, Joe Biden estaría obligado a exigir a Zelenski el reembolso de 10.000 millones de dólares en asistencia económica, permitiendo condonar el préstamo a partir de 2026.

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Mike Johnson, con la intención de contentar al sector republicano, incluyó en el texto un proyecto de ley de reforma migratoria, con tal de no volver a bloquear la Cámara. Los defensores del 'America first', encabezados por Trump, han exigido que cualquier ayuda exterior vaya acompañada de refuerzos en sus fronteras para frenar la inmigración ilegal. 

En febrero de este año, se planteó un proyecto que englobaba ambas posturas. Sin embargo, no prosperó, después de que Trump instara a sus senadores a bloquearlo, considerando que las medidas propuestas sobre la frontera entre Estados Unidos y México (consideradas las más estrictas de la historia) no eran suficientes. Fue por este fracaso por el que los presupuestos de ayuda exterior se han votado dos meses después.

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A pesar de estas dificultades, Johnson afirmó que se aseguraría de que Estados Unidos "hiciera su trabajo" enviando ayuda a Kiev, incluso frente a la amenaza de boicot por parte de la derecha. Además, quiso dejar claro que "prefiere enviar balas a Ucrania que a muchachos estadounidenses", ya que como señaló ante los medios, "mi hijo comenzará en la Academia Naval este otoño. Este es un ejercicio con fuego real para mí, como lo es para muchas familias estadounidenses. Esto no es un juego".

Zelenski expresó su gratitud nada más conocer el resultado de la votación. "Agradezco a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a ambos partidos y personalmente al presidente Mike Johnson por la decisión que mantiene la historia en el camino correcto", escribió en X.

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharkova, dijo que la legislación estadounidense que proporciona ayuda militar a Ucrania, Israel y Taiwán "profundizaría la crisis en todo el mundo".

"La asistencia militar al régimen de Kiev es un patrocinio directo de la actividad terrorista", dijo Zakharova en Telegram, "para Taiwán, es una interferencia en los asuntos internos de China. Para Israel, es un camino directo a la escalada y a un aumento sin precedentes de la tensión en la región".

Desglose de las ayudas

Estados Unidos ha sido el principal apoyo militar de Ucrania en su guerra contra Rusia -proporcionándole 24,93 millones de euros en ayuda financiera, 42,22 millones en ayuda militar y 2,47 millones en ayuda humanitaria según Statista-, pero el Congreso no ha aprobado una financiación a gran escala para su aliado desde hace casi un año y medio, debido principalmente a las disputas políticas. El proyecto lanzado por Johnson se materializa tras meses de negociaciones, presiones de los aliados de EEUU y de repetidas peticiones de Volodímir Zelenski.

La financiación a Ucrania incluye reposición de armas, existencias e instalaciones estadounidenses; entrenamiento de tropas ucranianas por el ejército estadounidense; la compra de sistemas de armas avanzadas; "supervisión y rendición de cuentas" de la ayuda a Ucrania y asistencia económica reembolsable. Un monto eleva la inversión total de Estados Unidos en el conflicto ruso-ucraniano a 170.000 millones de dólares.

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En cuanto a Israel, las ayudas se destinarán a reponer y ampliar el sistema de defensa antimisiles y cohetes israelí, a la compra de sistemas de armas avanzados, a la mejora de la producción de armas y otros suministros y servicios a Israel y ayuda humanitaria. Una cuantía enfocada en "apoyar a Israel en su esfuerzo por defenderse contra Irán y sus aliados".

En cuanto al tercer y más escaso beneficiario, la región Asia Pacífico, dividirá el presupuesto en el desarrollo de infraestructura submarina, financiación militar extranjera para Taiwán y otros aliados.

Un Congreso paralizado

Los defensores de 'America first', encabezados por Donald Trump, han mostrado su negativa a los miles de millones de dólares empleados en Ucrania desde febrero de 2022, exigiendo que cualquier ayuda exterior vaya acompañada de refuerzos en sus fronteras para frenar la inmigración ilegal. 

En febrero de este año, se planteó un proyecto que englobaba ambas posturas. Sin embargo, no prosperó, después de que Trump instara a los republicanos del Senado a bloquearlo, considerando que las medidas propuestas sobre la frontera entre Estados Unidos y México (consideradas las más estrictas de la historia) no eran suficientes. Fue por este fracaso por el que los presupuestos de ayuda exterior se votaron dos meses después.