Donald Trump y Vladímir Putin.

Donald Trump y Vladímir Putin.

EEUU

Los créditos opacos de Donald Trump para financiar sus empresas conducen hasta Putin

El vínculo entre Trump y el régimen de Putin tampoco debería sorprendernos, pero hasta ahora no se había explicitado en forma de transferencias.

18 marzo, 2023 03:06

Decir que Donald Trump está en el foco de la justicia no es decir nada nuevo. Llevamos escuchándolo casi desde que el empresario entró en política. En la actualidad, hay cuatro procesos abiertos contra él, aún en fase de investigación: una demanda civil en el estado de Nueva York por mentir a sus socios e inversores sobre el verdadero valor de su patrimonio, otra en Georgia por su participación en el intento de revertir el resultado electoral de ese estado en 2020, una tercera a nivel federal para determinar si se quedó a propósito con los documentos clasificados que el FBI encontró en Mar-A-Lago y una cuarta en Manhattan que puede acabar con su inminente imputación por fraude fiscal y prácticas empresariales ilegales.

Toda esta avalancha de demandas ha conllevado una catarata de documentos que van y vienen por los sumarios y que, inevitablemente, acaban en la prensa. El último en filtrarse, gracias a la pericia del diario británico The Guardian, mete al empresario no solo en un problema legal sino político y tiene que ver con su plataforma social Truth y la empresa creada al efecto para sostenerla económicamente, Trump Media. Hay que recordar que Truth no es más que el producto de la rabieta que cogió el expresidente cuando, al hilo del intento de golpe de estado del 6 de enero de 2021, se congelaron sus cuentas en Twitter y Facebook.

Truth es una plataforma con abrumadora mayoría de usuarios de lo que se ha dado en llamar "derecha alternativa", sin filtros, sin respeto por la realidad… y sin demasiados ingresos, por lo que se ve. Tan mal iba la cosa en Truth ya a los pocos meses de salir a la red que Trump Media tuvo que buscar prestamistas de urgencia a finales de 2021 para no tener que declararse en quiebra. En el proceso, acabó encontrando dos entidades que se ofrecieron a dejarles ocho millones de dólares: dos de esos ocho millones correrían a cargo de Paxum Bank, una compañía ubicada en Dominica y probablemente creada para la ocasión y seis, a cargo de ES Family Trust, empresa absolutamente opaca de la se empiezan a conocer ahora detalles bastante turbios.

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El amor Trump-Putin

Al parecer, siempre según The Guardian y las investigaciones federales contra el blanqueo de capitales, ES Family Trust sería propiedad de uno de los dueños de Paxum Bank y de un familiar de un socio de Vladimir Putin. Es muy probable, sospechan los investigadores, que ambas empresas oculten dinero ruso, lo que de por sí podría suponer un delito fiscal. Sin embargo, lo peor no es eso, sino que el acuerdo definitivo llegó el 6 de marzo de 2022, es decir, diez días después del inicio de la invasión de Ucrania, poco antes de que las cuentas de miles de empresas y ciudadanos rusos quedaran congeladas en Estados Unidos y la Unión Europea fruto de las sanciones impuestas por Occidente a Rusia.

El vínculo entre Trump y el régimen de Putin tampoco debería sorprendernos, pero hasta ahora no se había explicitado en forma de préstamos y transferencias. Ambos líderes mostraron una gran sintonía durante los años del primero en la Casa Blanca. Incluso después de un año de bombardeos a civiles, ocupación ilegal de territorio soberano y violaciones sistemáticas de los derechos humanos -todo lo cual, por cierto, le ha valido a Putin una orden de arresto por parte del Tribunal Penal Internacional-, el expresidente republicano aún tenía estas palabras para el autócrata ruso: "Siempre me he llevado muy bien con él, si yo hubiera sido presidente, nunca habría invadido Ucrania, habríamos llegado a un acuerdo antes".

Donald Trump y Vladímir Putin.

Donald Trump y Vladímir Putin.

Teniendo en cuenta que la primera valoración de Trump sobre la decisión de Putin de invadir Ucrania fueron "es un genio", la admiración de uno por el otro queda más que demostrada. Lo que está por ver es si esa admiración forma parte tan solo de una cuestión política -Trump siempre ha querido ser él mismo un autócrata que resuelva por la fuerza los problemas y evite las molestias de la democracia participativa y su incómoda legalidad- o si hay algo más. Ya cuando llegó al poder en 2016 y el propio Congreso de los Estados Unidos determinó que el Kremlin había formado parte activa en su campaña, se rumorearon todo tipo de infundios sobre presuntos chantajes que no llegaron nunca a demostrarse. Ahora, la cosa es distinta: se puede seguir el rastro del dinero y llega hasta Moscú.

La América prorrusa

En general, la tendencia prorrusa de buena parte de la derecha estadounidense resulta sorprendente. Mucho más si se tiene en cuenta que esa misma derecha tuvo a la URSS como demonio particular durante décadas y parece claro que el modelo imperialista de Putin pasa por algo parecido a la reconstrucción de una Unión Soviética sin soviets. Los comentaristas de FOX News, en especial el polémico Carson Tucker, llevan meses pidiendo a la administración Biden que retire las ayudas a Ucrania y deje al país de Zelenski solo ante la agresión rusa.

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Lo mismo insinuó el otro día Ron de Santis, el gobernador de Florida y segundo máximo candidato a presentarse por el GOP a las presidenciales de 2024. De Santis afirmó que Ucrania "no era una pieza importante en la seguridad nacional" y que, en ningún caso interesaba a Estados Unidos, "entrar en conflicto con Rusia". El propio Trump ha agitado el espantajo de la III Guerra Mundial varias veces, en concordancia con los propagandistas rusos y Kevin McCarthy, el speaker de la Cámara de Representantes, ha dejado claro en distintas ocasiones que la ayuda a Ucrania "no puede ser un cheque en blanco".

En resumen, parece que la derecha alternativa está volcada con Putin. Si es un sentimiento genuino de admiración a su nacionalismo y a sus valores o si hay dinero de por medio es imposible saberlo. Trump tendrá que explicar de dónde salieron esas dos empresas, cómo contactaron con Trump Media, por qué se aceptó su dinero sin pasar por ningún control y qué se prometió a cambio. El Kremlin lleva años potenciando los medios del entorno de Steve Bannon, así que igual le dio por apoyar Truth de forma altruista, solo para enfangar más el panorama político estadounidense, pero habrá de investigarse igualmente.

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En términos políticos, está por ver la repercusión tanto de las distintas investigaciones como de este vínculo con un supuesto criminal de guerra. La deriva del GOP y de sus votantes hace pensar que gran parte de su electorado le será fiel. Como el propio Trump dijo en la campaña de 2016, "podría disparar a un hombre en plena Quinta Avenida y me seguirían adorando". El asunto es determinar si ese fanatismo es ahora mismo mayoritario en Estados Unidos o si lo será en algún momento cercano. En esta segunda hipótesis, Putin puede estar bien tranquilo: su guerra acabará en 2024 y lo hará bajo sus condiciones.