María Corina Machado se fugó de Venezuela en bote, con ayuda de miembros del chavismo y a través de una base de EEUU
Según adelantaron el Wall Street Journal y Bloomberg, la líder opositora venezolana emprendió una ruta de salida poco habitual, para la que tuvo que contar con la asistencia de la Administración Trump.
Más información: María Corina Machado logra salir de Venezuela para recibir el Nobel de la Paz, pero no acude a la ceremonia en Oslo
María Corina Machado estuvo más de once años sin poder salir de Venezuela. La líder opositora arrastraba una prohibición para abandonar el país desde los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes ocurridos en las marchas estudiantiles contra el chavismo de febrero de 2014. Una serie de enfrentamientos que, según la acusación de la Fiscalía, formaban parte de un plan para atentar contra la vida del presidente Nicolás Maduro del que Machado formaba parte.
"No tengo intención de irme", declaró entonces la líder opositora, que tampoco emprendió la (tan frecuentada) ruta del exilio después de las elecciones del 28 de julio del pasado año. Unas elecciones que, según las actas de votación recabadas por la oposición, ganó con holgura el veterano diplomático Edmundo González Urrutia, el hombre elegido por la plataforma opositora para sustituir en la papeleta electoral a la inhabilitada María Corina, pero que el chavismo manipuló para mantener a Maduro en el Palacio de Miraflores.
Desde entonces, Machado permanecía oculta, en la clandestinidad, para evitar una detención que han sufrido, entre otros dirigentes opositores, Juan Pablo Guanipa, uno de sus más estrechos colaboradores.
María Corina prometió no abandonar Venezuela para seguir ejerciendo de contrapeso al régimen desde dentro. Una prioridad que sólo alteró la decisión del Comité del Nobel de reconocer con el Premio Nobel de la Paz "su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia".
La líder opositora dejó claro desde el primer momento que no faltaría a la ceremonia de entrega en el Ayuntamiento de Oslo, y no cumplió su promesa sólo por unas horas de diferencia. Fue su hija, Ana Corina Sosa, quien recogió el galardón en su nombre.
Desde Oslo disculparon su ausencia. Machado vive, en palabras de Kristian Berg Harpviken, director del Instituto del Nobel, "con una amenaza de muerte del régimen, pura y simple", una amenaza que "se extiende más allá de las fronteras de Venezuela, desde el régimen y sus aliados en todo el mundo".
Pero llegó de madrugada al Grand Hotel, donde la esperaba su familia y decenas de simpatizantes. A las 2:30 h (hora española) del miércoles 11 de diciembre, María Corina Machado volvía a aparecer públicamente.
#MUNDO| A esta hora la Nobel de Paz, María Corina Machado, hace presencia en Oslo (Noruega). Esta es la primera aparición pública de Machado en once meses, tras vivir en clandestinidad ante las amenazas del chavismo.
— ÚltimaHoraCaracol (@UltimaHoraCR) December 11, 2025
Machado logró salir de Venezuela en un barco que llegó a… pic.twitter.com/UgM5dbjHQP
Salió al balcón para saludar a aquellos compatriotas que la esperaban bajo el frío noruego para cantar al unísono el himno de Venezuela, momento en el que la opositora se llevaba la mano al pecho visiblemente emocionada.
Fue entonces cuando decidió bajar a la calle para encontrarse directamente con los venezolanos que habían viajado hasta Oslo, incluso saltándose los protocolos de seguridad para poder tocarlos y abrazarlos. Entre gritos de "¡Viva Venezuela", "¡Fuerza, María!" y "¡Libertad!", Machado pudo arroparse tras un año en la clandestinidad.
Fuga anómala
Según The Wall Street Journal, Machado salió de Venezuela el martes en barco y viajó a la isla caribeña de Curazao. Su entorno mantuvo el desplazamiento en el más absoluto secreto para proteger la seguridad de la líder opositora.
Bloomberg ofreció más detalles sobre su travesía. Según el rotativo norteamericano, Machado abandonó el martes Venezuela en barco, con ayuda de algunos miembros del régimen. Puso rumbo a Curazao, una isla caribeña ubicada a unos 64 kilómetros de la costa venezolana bajo soberanía de Países Bajos, en cuyo aeropuerto Estados Unidos tiene un centro de seguridad cooperativa (CLS, por sus siglas en inglés).
Las aeronaves de Estados Unidos y de sus socios en la región pueden detenerse en estas antiguas bases de operaciones avanzadas, en el marco de la lucha contra la delincuencia organizada transnacional.
Sólo el mal tiempo retrasó su viaje en barco y le impidió estar en Oslo este mismo miércoles, de acuerdo con Bloomberg. El Gobierno neerlandés todavía no ha confirmado la ruta. Tampoco Estados Unidos y Venezuela se han pronunciado sobre la fuga.
La ruta utilizada supuestamente por María Corina no tiene precedentes. El caso más similar lo protagonizó la fiscal venezolana Luisa Ortega Díaz, una antigua operadora judicial del chavismo caída en desgracia. En agosto de 2017, Díaz abandonó las costas de Venezuela en una lancha rápida con destino Aruba, otra isla neerlandesa en aguas del Caribe.
Sólo hay una gran diferencia, y es que la flamante Premio Nobel de la Paz pretende regresar a Venezuela. "Quiero asegurarles a ustedes y a cada venezolano que volveré", declaró la pasada semana en la radio pública noruega NRK. Sus seguidores temen que Maduro no lo permita y que la posibilidad de permanecer en el exilio debilite su liderazgo. No sería la primera vez que se repite el guion.