Vistas aéreas captadas por un dron muestran a decenas de cadáveres alineados en una calle un día después de la mortífera operación policial contra el narcotráfico en la favela do Penha, en Río de Janeiro.
La guerra en Río contra el Comando Rojo llega ya a los 132 muertos: la élite policial culmina su mayor operación
La macrorredada en dos de las favelas más superpobladas de la ciudad se ha saldado con 81 detenidos. Cuatro de los fallecidos son policías.
Más información: Al menos diez muertos en una operación policial contra las bandas en una favela de Río de Janeiro
Dos de las favelas más grandes y superpobladas de Río de Janeiro ardieron este martes en una operación liderada por el BOPE, la elite policial brasileña, contra el crimen organizado, que se ha convertido ya en la más letal de la historia de la ciudad. El balance no puede ser más desolador: con al menos 132 muertos, entre ellos cuatro policías, seún informa O Globo. Además, se han registrado 81 detenidos.
Más de 2.500 agentes y 32 vehículos blindados fueron desplegados en este macrooperativo, denominado Operación Contención, con un objetivo: neutralizar al Comando Rojo (Comando Vermelho), una de las bandas criminales dedicadas al narcotráfico más activas del país junto al Primer Comando de la Capital.
Esta macrorredada tiene lugar antes de que la próxima semana la ciudad acoja la Cumbre Mundial de Alcaldes y el Premio Earthshot del Príncipe William, en el que participarán celebridades como Kylie Minogue o el cuatro veces campeón mundial de Fórmula Uno Sebastian Vettel. Ambos eventos forman parte de los preparativos para la cumbre climática de las Naciones Unidas COP30 que se celebrará en noviembre en Belém, en el norte de Brasil.
Mais 37 corpos encontrados essa madrugada na região de mata no complexo da Penha pic.twitter.com/sjFkgRtsFp
— Singelo Menestrel (@povo_contra762) October 29, 2025
"Nos mantenemos firmes frente al narcoterrorismo", escribió el gobernador de Río, Claudio Castro, en sus redes sociales confirmando el balance de este operativo que ha descrito como el "mayor hasta la fecha" contra este grupo criminal.
Castro, aliado del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, denunció además que su estado está combatiendo el crimen organizado sin apoyo del Gobierno federal: "Río está solo".
Barricadas y drones
Los centenares de agentes se desplegaron en los complejos de Penha y de Alemão, dos populosas favelas dominadas por el Comando Rojo, para ejecutar 250 órdenes de arresto y allanamiento.
Los delincuentes montaron barricadas con vehículos, neumáticos y escombros que prendieron fuego para intentar impedir la entrada de las fuerzas de seguridad, además de usar drones artillados para atacar a los agentes en algunos puntos de las favelas.
Entre tiroteos y protestas, los agentes, acompañados por dos helicópteros y varios drones, se llevaron a decenas de hombres detenidos, en su mayoría descalzos y sin camiseta.
Guerra no Rio de Janeiro contra Comando Vermelho deixa 60 mortos e 81 presos no Complexo do Alemão e Penha - https://t.co/6GW9pGvIsg pic.twitter.com/BVc6qmn6Ur
— MixVale (@Mixvale) October 28, 2025
Castro confirmó que al menos 81 personas fueron detenidas y la Policía incautó 42 fusiles, además de una "enorme cantidad de droga".
En Río de Janeiro suele ser habitual que ante grandes eventos internacionales, como los que tendrán lugar la próxima semana, se lleven a cabo este tipo de macroperaciones policiales y redadas.
Ya sucedió antes del Mundial de 2014, los Juegos Olímpicos de 2016, la cumbre del G20 de 2024 y la cumbre de los BRICS a principios de este año.
Qué es el Comando Rojo
El Comando Rojo es una de las organizaciones criminales más grandes y peligrosas de Brasil, especialmente activa en Río de Janeiro. Sus principales actividades son el narcotráfico, la extorsión, el robo, el secuestro y los sicarios.
El grupo surgió oficialmente en 1979 en la prisión Ilha Grande, a partir de la unión de presos comunes y presos políticos, influidos por la Falange Vermelha, una facción creada por internos opuestos a la dictadura militar.
La idea fundacional era crear una “hermandad” que luchara por la paz, la justicia y la libertad, con códigos de respeto entre sus miembros y una clara oposición a “el sistema”: la policía, los jueces y los rivales carcelarios.
Durante los primeros años, el Comando Rojo se especializó en el asalto a bancos y el secuestro de empresarios en Brasil. Sin embargo, el avance de los cárteles internacionales y el alto riesgo de estos crímenes llevó al Comando Vermelho a centrar su actividad en el narcotráfico desde la década de 1980, principalmente en la venta de cocaína y marihuana en las favelas.
A lo largo de los años 90, el Comando Rojo logró controlar cerca del 90% de las favelas de Río de Janeiro, imponiendo sus normas y ejerciendo el poder sobre vastos sectores urbanos.
Sin embargo, su hegemonía fue amenazada por luchas internas y la aparición de facciones rivales como Terceiro Comando Puro (TCP) y Amigos dos Amigos (ADA), originadas por disidencias dentro del propio Comando Rojo.
Los enfrentamientos con estas facciones y con la Policía provocaron una constante guerra urbana, elevando la violencia y la militarización en gran parte de la ciudad.
Pese a la presión policial y la captura o muerte de muchos de sus líderes, el Comando Rojo sigue siendo una presencia dominante en varias zonas de Brasil.
Su estructura se basa en células federativas, dirigidas tanto por líderes libres como por jefes encarcelados, y mantiene reglas internas estrictas y una brutalidad reconocida entre sus miembros.
La influencia de esta organización se extiende más allá del crimen: en las favelas, suele financiar eventos comunitarios y colaborar en gastos básicos de la población, en una compleja relación que mezcla violencia, poder social y supervivencia.