El viaje espiritual de Milei: el "aspirante a judío" que busca atraer a la pudiente comunidad en Argentina

Pero ahora el presidente electo de Argentina, ultraderechista y amigo de Vox, suma una perla más a aquella colección de hechos raros: abandona el catolicismo en el que fue criado por la familia y los curas para avanzar en su conversión al judaísmo, en la variante ultraortodoxa.

El rabino Axel Wahnish le enseña la Torá, el libro que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío; y otro rabino, David Pinto Shlita, lo bendijo el pasado sábado en la ceremonia conocida como tish (mesa, en español) en una sinagoga de Buenos Aires.

"Celebro a este hermoso país y pido a Dios que proteja a Argentina para que vuelva a ser lo que fue. Estoy seguro que con la ayuda de Dios ayudarás a Argentina y con el pueblo argentino, lo lograrás", dijo en inglés Pinto Shilta a Milei. Emocionado, el bendecido respondió: "Gracias, gracias, 'rabbi'".

Para su papel de aspirante a judío, Milei voló ayer lunes en viaje espiritual a Nueva York. Allí concurrió al cementerio Montefiore, en el barrio de Queens, y se dirigió al mausoleo El Ohel. Rindió homenaje y agradeció en la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson (1902-1994), el “rebe” (rabino) de Lubavitch, y con reputación de milagrero.

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El sepulcro recibe a diario cientos de visitas. Incluso fue visitado por los presidentes estadounidenses Franklin Roosvelt Jr., John Kennedy, Ronald Reagan, Jimmy Carter. Éste honró al “rebe” poniendo su fecha de nacimiento como Día Nacional de la Educación.

La sepultura es considerada un lugar sagrado para los judíos. Cubierto con kipá, el presidente electo cumplió el rito de oír la lectura de los salmos, escribió una carta, rompió la misma, y arrojó los trozos a una suerte de fuente en la que yacen otras miles de epístolas rotas.

En julio pasado, antes de las presidenciales, Milei ya había visitado la tumba y le pidió "sabiduría" al rabino muerto. Ayer dio "las gracias por el lugar que le ha dado Hashem", término hebreo usado para referirse a Dios y que significa "el nombre".

Durante la campaña electoral, prometió que si llegaba a la Casa Rosada mudaría la embajada de Argentina en Israel de la capital Tel Aviv a Jerusalén, tal y como hizo el expresidente estadounidense Donald Trump.

Comunidad judía argentina

La dinastía Jabad Lubavitch es una de las ramas del jasidismo, corriente de la religión judía ortodoxa, basada en la piedad. Surgió en Ucrania en el siglo XVIII y ahora es fuerte en los Estados Unidos y Argentina. Uno de sus referentes es el rabino argentino Tzvi Grunblatt.

Grunblatt invitó a Milei como orador estrella al “Latam Economic Forum”, el mes pasado en Buenos Aires, organizado por la fundación Jabad Lubavitch. Y allí le presentó a la flor y nata del empresariado judío de Argentina, poderoso y vinculado a Israel y los Estados Unidos.

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Los magnates Eduardo Elsztain y Hugo Sielecki, socio de Hugo Sigman, dueño en España de Insud Pharma y Astra-Zeneca en Argentina, y Milei se estrecharon las manos y departieron sobre el programa de gobierno del economista ultraneoliberal.

Para volar a Nueva York, Milei no viajó en aerolínea comercial como hacía hasta ahora. Optó por un vuelo privado, en un jet Gulfstream JV de la compañía Baires Fly, que costó 275 mil euros y supuestamente habría pagado el empresario Gerardo Werthein.

Werthein, uno de los magnates más ricos de Argentina, voló junto a Milei. Y la prensa argentina señaló que podría ser designado embajador argentino en los Estados Unidos. En las redes sociales acusaron a Milei del delito de “dádivas” por volar gratis y el hashtag #MileiEsUnaEstafa fue tendencia.

También viajaron con Milei, el embajador de los Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley; los próximos ministros de Economía, Luis Caputo, y jefatura de Gabinete, Nicolás Posse, respectivamente; y la hermana Karina Milei, a quien él llama "el jefe".

El grupo se trasladó a Washington, donde ayer mantenía reuniones con funcionarios de la Casa Blanca, el Tesoro estadounidense, y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En Buenos Aires circuló que mendigaban financiación, pero el entorno de Milei aseguró que eran encuentros protocolares.