El caos del reclutamiento forzoso obliga a Putin a retrasar un mes la llamada a filas para Ucrania

Los problemas de Rusia para reclutar soldados tras la "movilización parcial" decretada por Vladímir Putin en Ucrania ya están provocando que el proceso se dilate. El presidente ruso ha asumido finalmente estas dificultades y ha autorizado que los reclutamientos se retrasen un mes. Una medida con la que esperan solucionar el colapso de los centros en los que se capta a los futuros militares. Y que llega en un momento muy delicado para las tropas que ya están sobre terreno ucraniano, que están prácticamente rodeadas en lugares como Limán.

El encargado de anunciar este paso atrás ha sido el portavoz presidencial del Kremlin, Dmitri Peskov. Este ha admitido que "las oficinas de alistamiento están muy saturadas por la movilización parcial". Algo que provocó el propio Putin cuando reclamó que los alistamientos fueran inmediatos, dado que buscaba que estos nuevos contigentes estuvieran en suelo ucraniano antes del fin del otoño. Ahora, lo que quieren es "no agravar aún más esa congestión". 

Uno de los motivos del colapso es la coincidencia de quienes están obligados a presentarse para ir a Ucrania y de los jóvenes que deben hacer el servicio militar obligatorio de Rusia. En concreto, hay 120.000 personas de entre 18 y 27 años, que deben cumplir desde el 1 de noviembre. Un número que supone que haya 7.000 rusos menos que hace un año. Reducción que el Kremlin no ha explicado por el momento.

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La duda está en si esos jóvenes que van a tener su primera experiencia militar acabarán siendo enviados al frente ucraniano. Las autoridades castrenses rusas aseguran que no tienen previsto que esto ocurra. Pero los precedentes les desmienten, ya que los que terminaron este año finalmente fueron desplegados en el terreno para participar en la invasión. Por lo que no hay que descartar que una vez finalicen su adiestramiento acaben formando parte de la "movilización parcial".

Según la ley rusa, los reclutas no pueden ser desplegados en un país extranjero. La excepción es que el presidenta declare la ley marcial. Estas dudas se suman a la cadena de errores de la movilización que Putin admitió. La rectificación llegó ne formar de orden para que vuelvan a casa aquellos rusos movilizados por error.

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Miles de rusos han abandonado el país desde que el presidente firmara hace díez días el decreto de movilización. Una diáspora que ha abierto un debate dentro de la Unión Europea, debido al dilema de restringir la entrada de ciudadanos rusos o considerarles como refugiados que huyen del afán belicista de Putin. 

Los centros de reclutamiento también están viviendo escenas de tensión. Aquellos que se niegan a ir al frente ucraniano no han dudado en demostrar su descontento, con ataques contra los mismos. Por este motivo, las autoridades también han advertido de que castigarán con hasta 15 años de cárcel los intentos de quemar los centros de reclutamiento.