Civiles intentando salir de Irpin.

Civiles intentando salir de Irpin. EFE

Mundo

La guerra de Ucrania en datos: 20.000 soldados y miles de civiles muertos y 3,6 millones de refugiados

La mitad de todos los niños ucranianos han sido desplazados por la guerra. Se estima que las cifras reales están muy por encima de los datos oficiales.

25 marzo, 2022 03:37

Las cifras oficiales son escalofriantes: en un mes de guerra, la Organización de las Naciones Unidas ha cifrado en 1.035 los civiles muertos, entre ellos, 90 niños. Sin embargo, la organización advierte de que estos números están muy por debajo de los números reales. Las autoridades ucranianas creen que unos 4.000 civiles han muerto. Sólo en Mariúpol, la ciudad más castigada por las fuerzas rusas desde que empezó la invasión del país, se estima que ya han muerto más de 2.500 personas. Esta semana, las autoridades ucranianas también señalaban que más de 120 niños ya habrían muerto en los últimos 30 días. 

Al número de civiles muertos hay que sumarle los soldados de ambos países caídos en combate. Según la OTAN, unos 15.000 rusos han muerto desde el inicio de su invasión. Ucrania, por su parte, ha sufrido unas 4.000 bajas, según estima Estados Unidos. En total, son 20.000 combatientes fallecidos en un mes de guerra. 

En comparación con otros conflictos armados, las cifras son significantemente mayores. En la guerra de Afganistán, por ejemplo, 2.461 soldados estadounidenses murieron en combate, según los datos del Pentágono. La diferencia es que la guerra en el país talibán duró 20 años. La invasión de Rusia lleva activa tan solo un mes. 

Son las cifras del horror en el que se ha convertido Ucrania desde que el 24 de febrero Vladímir Putin decidió invadir el país en una "operación militar especial", en sus palabras, que se tradujo en una agresión bélica desde el primer minuto. 

Según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, la mayoría de las bajas civiles registradas se debieron al uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluidos los bombardeos de artillería pesada y los sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, y a los ataques aéreos y con misiles.

La violencia de los ataques hace que el número de refugiados aumente cada día y ya son más de 3,6 millones las personas que se han visto obligadas a salir de Ucrania. Es la peor crisis de refugiados que vive Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, superando los 2,4 millones que provocaron las guerras en la antigua Yugoslavia durante la década de los 90.

La mayoría de ucranianos, más de 2 millones, han entrado por Polonia y cientos de miles de ciudadanos han dejado Ucrania por la frontera de otros países vecinos como Rumanía, Moldavia, Hungría, Rusia, Eslovaquia y en menor medida Bielorrusia. A estos refugiados hay que añadirles los más de 6,5 millones de desplazados internos en Ucrania por el conflicto, por lo que Naciones Unidas calcula que más de 10 millones de ucranianos, aproximadamente una cuarta parte de la población nacional, han dejado sus hogares en los últimos 30 días.

Su situación es precaria y las organizaciones humanitarias advierten de que "lo peor está por llegar". "Ahora vemos gente que viene directamente de las zonas de conflicto y que está muy necesitada por su sufrimiento físico y psíquico. Son refugiados que han huido con lo puesto", aseguró en un comunicado Olivier Longué, director general de Acción Contra el Hambre.

"Los refugiados que llegan ahora no saben dónde ir. Quieren quedarse cerca porque han dejado familiares en Ucrania y porque no tienen recursos, ni lingüísticos ni económicos, para emprender una nueva vida. Mi convicción es que lo peor está por llegar", destacó.

Alrededor de un 90% de los refugiados son mujeres, niños y personas mayores, según ACNUR. Dado el perfil de los que están huyendo, las organizaciones han alertado para "el alto riesgo" de que sean víctimas de tráfico y trata de personas durante su recorrido desde Ucrania hasta el país de acogida. 

"Hay motivos de preocupación inmediata que deben abordarse con urgencia", aseguró en un comunicado el director de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea,, Michael O'Flaherty. "En muchos casos, observamos que las autoridades municipales controlaban y registraban a los conductores que ofrecían transporte, pero no siempre es así fuera de los centros de acogida o en las estaciones de tren o terminales de autobuses, a pesar de los esfuerzos de la policía", describe la agencia europea.

Ante esta situación, la organización pide hacer "esfuerzos adicionales" para advertir a los ucranianos en los controles fronterizos de que no acepten viajes o alojamientos no autorizados por las autoridades y a poner "inmediatamente bajo protección" a los menores no acompañados. Además, instó a los Estados miembros de la UE a "comenzar a planificar con anticipación las necesidades de millones de personas que tal vez ya no tengan un hogar al que regresar".

Más de la mitad de los niños, desplazados

Unicef, la agencia de Naciones Unidas dedicada a la protección de la infancia ha estimado que 4,3 millones de niños han tenido que abandonar sus casas y, de estos 1,8 millones han salido del país como refugiados. Esto significa que, de una población estimada en 7,5 millones de menores, más de la mitad han sido obligados a dejar sus hogares. 

"Esta guerra ha causado uno de los desplazamientos de niños más rápido y de mayor escala desde la Segunda Guerra Mundial", declaró la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. "Lo necesitan todo, están profundamente traumatizados y llevan las cicatrices indelebles de este conflicto y del asedio de muchas ciudades", explicó el portavoz de Unicef en Italia, Andrea Iacomini.

Además, las autoridades ucranianas están denunciando la deportación de casi 2.400 niños de las regiones de Donetsk y Lugansk, enviados de forma forzosa a ciudades rusas sin sus padres. Según la embajada del país en EEUU, 2.389 niños ucranianos ha sido deportados de forma ilegal. "Esto no es ayudarles, esto es un secuestro", acusan. 

Este lunes, se habían denunciado ya deportaciones forzosas desde la ciudad de Mariúpol, sitiada desde hace mucho tiempo por las fuerzas rusas. La diputada ucraniana Inna Sovsun señaló que muchos ciudadanos, en su mayoría mujeres y niños, estaban siendo obligados a cruzar la frontera hacia Rusia. 

"Según el Ayuntamiento de Mariúpol, miles de ucranianos están siendo capturados en Mariúpol y llevados a 'campos de selección' antes y alojarles en pueblos alejados de Rusia. Los Gulag han vuelto", ha escrito la diputada.

"Lo que los ocupantes están haciendo hoy lo ha visto la generación anterior, en horribles eventos de la Segunda Guerra Mundial cuando los nazis capturaron miles de personas a la fuerza. Es difícil imaginar que en el siglo XXI las personas sean deportadas a la fuerza a otro país", ha dicho el alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, en declaraciones a la CNN.