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"Dispersáos o disparamos": la Policía china usa gas pimienta contra los manifestantes

Las autoridades de Hong Kong han rociado a los manifestantes con gas pimienta mientras protestaban por la nueva ley de extradición.

12 junio, 2019 10:34

La Policía de Hong Kong ha respondido con gas pimienta ante las multitudinarias protestas en la ciudad en contra de la ley de extradición, que se encuentra en proceso de aprobarse. Las autoridades habían advertido a los manifestantes que usarían "la fuerza".

Cientos de miles de personas se encuentran protestando en las calles de la ciudad desde primera hora de la mañana, entorno al Parlamento, lo que ha provocado que se posponga la segunda lectura entorno al proyecto de ley.

A pesar del rechazo popular, el gobierno central chino apoya la medida, la cual los detractores denuncian que viene de las altas esferas del gobierno del país, algo que la líder del gobierno de la ciudad, Carrie Lam, ha negado.

El presidente del Consejo Legislativo de Hong Kong, Andrew Leung, ha decidido posponer "hasta una hora posterior a determinar" la reunión de este órgano en la que se va a llevar a cabo la segunda lectura de la polémica ley de extradición, que se ha topado con oposición masiva en las calles.

"El presidente del Consejo Legislativo ha indicado que la reunión del consejo prevista para el 12 de junio de 2019 a las 11:00 horas (03:00 hora GMT) se cambie hasta una hora posterior a determinar por él. Más tarde se notificará a los miembros de la hora de la reunión", indicó el legislativo hongkonés a través de un comunicado.

"Dispersáos o disparamos"

Los alrededores de la sede del Consejo Legislativo están este jueves blindadas de policía, frente a los que se han concentrado miles de manifestantes.

En una de las calles aledañas al edificio, la avenida Tim Mei, la policía desplegó una bandera que rezaba "dispersáos o disparamos", según el diario hongkonés South China Morning Post, lo cual incrementó las tensiones, aunque por el momento no se han registrado enfrentamientos en la zona.

En contraste con el color blanco elegido para la manifestación del pasado domingo (donde los organizadores contaron un millón de personas, por los 240.000 contabilizados por la policía), muchos manifestantes optaron hoy por vestir de negro.

Además, muchos acudieron protegidos por mascarillas para evitar ser reconocidos y protegerse del gas pimienta que la policía ya usó en los disturbios aislados registrados el pasado domingo.

"¡Retirad la ley de extradición!" es una de las consignas coreadas por la multitud, jóvenes en su mayoría. "El gobierno está en contra de la voluntad de la gente y continúa tramitando la ley", protestó hoy el portavoz del Partido Demócrata Lam Cheuk-ting.

La propuesta de ley, puesta sobre la mesa en febrero y cuya votación final se prevé para el jueves 20 de junio, permitiría a la Jefatura del Ejecutivo local y a los tribunales de Hong Kong tramitar las solicitudes de extradición de jurisdicciones sin acuerdos previos -en particular, China y Taiwán- sin supervisión legislativa.

En teoría, los tribunales locales revisarían los casos de manera individual y podrían usar poder de veto para impedir ciertas extradiciones, y el Ejecutivo hongkonés insiste en que el texto intenta tapar un vacío legal.

El plan se ha topado con la oposición de periodistas, políticos extranjeros y empresas, que han expresado su preocupación por el riesgo de que residentes en Hong Kong -que pertenece a China pero cuenta con autonomía en campos como las leyes o la moneda- acusados de delitos sean trasladados a la parte continental de China.

De este modo, activistas locales y disidentes residentes en Hong Kong también podrían ser enviados a la China continental para ser juzgados.

El régimen comunista, carente de mecanismos de fiscalización y sin separación real de poderes, se comprometió en 1997 -cuando la soberanía de Hong Kong le fue devuelta de manos de Londres- a mantener el sistema dejado por los británicos hasta 2047, aunque la presión de Pekín sobre el archipiélago aumenta progresivamente.