Manifestantes se enfrentan a la policía durante una protesta contra el presidente Bouteflika.

Manifestantes se enfrentan a la policía durante una protesta contra el presidente Bouteflika. Reuters

Mundo ÁFRICA

Un muerto en las protestas para impedir la reelección del presidente de Argelia

Las manifestaciones a gran escala, que rara vez se ven en Argelia, comenzaron hace una semana y han aumentado de tamaño.

3 marzo, 2019 08:33

Noticias relacionadas

Un total de 183 personas resultaron heridas durante las protestas en Argelia contra la candidatura del presidente Abdelaziz Bouteflika para capitanear un quinto mandato, según ha informado este sábado la agencia estatal de noticias APS, citando al Ministerio de Salud.

Las autoridades también han informado de la muerte de una persona debido a un ataque al corazón durante las movilizaciones.

Por otra parte, la agencia de noticias estatal también informó de que Bouteflika había cambiado a su gerente de campaña para las elecciones de abril. La noticia del nombramiento del ministro Abdelghani Zaalane se produjo un día después de que miles de argelinos protestaran contra un nuevo mandato de su presidente que, a sus 82 años de edad, se encuentra en Suiza para realizarse unos exámenes médicos.

Los opositores alegan que Bouteflika, que sufrió un derrame cerebral en 2013 y ha sido visto en público solo unas pocas veces desde entonces, ya no es apto para liderar el país del norte de África, un importante productor de petróleo y gas.

El viernes se produjo la mayor participación hasta la fecha en las manifestaciones contra el gobierno desde la Primavera Árabe, hace ocho años. Hasta ahora, Bouteflika no se ha dirigido directamente a los protestantes.

Las manifestaciones a gran escala, que rara vez se ven en Argelia, comenzaron hace una semana y han aumentado de tamaño. Muchos argelinos han evitado la actividad política pública durante años, por temor a la acción de los servicios de seguridad.

Después de una década de insurgencia islamista que Bouteflika eliminó pronto de su gobierno, los argelinos han tolerado un sistema político con poco espacio para la disidencia como precio a pagar por la paz y la estabilidad.