La Asociación Española Contra el Cáncer ha inaugurado una nueva sede en Torremolinos. El acto ha contado con la asistencia de la presidenta de la Junta Local, Charo Pareja Roldán, el presidente provincial, Joaquín Morales y la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid. También les han acompañado la delegada de Participación Ruth Sarabia, el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, el presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, Juan Manuel Nieblas, el presidente de Unicaja Baloncesto, Antonio Jesús López Nieto, directores de centro de salud, voluntarios, socios y usuarios de la Asociación.

Hace algo más de un año que las juntas directivas de Torremolinos y Benalmádena se separaron para ofrecer un servicio más cercano y personalizado a los usuarios de la Asociación. Es ahora cuando Torremolinos cuenta ya con su propia sede gracias a la cesión de Ayuntamiento de Torremolinos de un local situado en Calle Ángel Carazo Gómez, nº3 en la zona de El Pinillo. Se trata de un espacio de algo más de 200 metros cuadrados compuesto de sala de usos múltiples y tres despachos donde se prestarán los nuevos servicios como yoga, atención psicológica, fisioterapia, talleres etc.

“Hoy es un día grande para la Asociación Española Contra el Cáncer”, aseguraba su presidente provincial Joaquín Ramírez que agradecía el apoyo incondicional recibido por parte del Ayuntamiento de Torremolinos para hacerlo realidad.

Ya son más de 400 asociados en Torremolinos, 219 usuarios y más de 60 voluntarios que dedican su tiempo a ayudar a las personas enfermas de cáncer y sus familiares. La sede que se ha inaugurado se estrena en unos días con una charla sobre suelo pélvico.

La presidenta de la sede local de Torremolinos, Charo Pareja ha destacado que “sentimos una gran alegría al poder contar con esta nueva sede que acercará todos los servicios de la Asociación a los vecinos de Torremolinos, y muy agradecidos al gran apoyo recibido por el Ayuntamiento”.

Por su parte, Margarita del Cid se mostró emocionada en todo momento, tanto a la hora de cortar la cinta inaugural como durante la bendición, al desplegar la placa conmemorativa y sobre todo, en el momento de hacer tocar la campana de honor que da el arranque a una nueva sede que servirá para que muchas personas encuentren un consuelo, un apoyo y una compañía en el difícil momento de sufrir la enfermedad del cáncer.