Miguel Ángel Argüez y 'Los esclavos'

Miguel Ángel Argüez y 'Los esclavos' Diputación de Cádiz // Manuel Fernández - Prensa Ayuntamiento de Cádiz

Carnaval

El Chapa: "Si alguien hace un humor que no me gusta, no lo oigo; en el carnaval no cabe la censura"

La comparsa gaditana 'Los Esclavos', de Raúl Cabrera y Miguel Ánguel García Argüez (El Chapa), actúa a las 18.30 horas en el Teatro de la ESAD de Málaga.

28 febrero, 2023 00:20

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Miguel Ángel García Argüez, más conocido por todos como el Chapa, se está recuperando de la semana de Carnaval, la más grande del año en Cádiz. La madrugada del domingo al lunes el autor subía a su cuenta de Twitter una imagen de coloridos papelillos y serpentinas en el suelo junto a sus pies, captados en movimiento. Parece que estos le marcaran el camino hacia el carnaval de 2024 después de haber vivido una intensa edición este año.

En el Concurso Oficial de Agrupaciones de Canto (COAC) de Cádiz ha participado como autor, junto a Raúl Cabrera, en la modalidad de comparsas con Los Esclavos, con la que han logrado un dignísimo segundo puesto. Pero también ha estado presente en la competición con su coro, Al-Ándalus, con el que este año solo ha podido optar a un hueco en semifinales tras lograr en 2022 el cuarto premio con Tierra y Libertad. Por si esto fuera poco, al día siguiente de la final del COAC, el Chapa ya estaba en la calle con su disfraz y junto a su chirigota callejera, que este año es Los cocos

Este martes, su comparsa, Los Esclavos, visita Málaga. A partir de las 18.30 horas, los de Javier Bohórquez defenderán su repertorio de plata ante el pueblo malagueño en el Teatro de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga y casi todas las entradas están vendidas. Hablamos con su autor, que hace el esfuerzo de atendernos entre pase y pase en cada esquina de la ciudad con el sonido de los pitos de caña resonando de fondo tras cada una de sus respuestas.

Tu comparsa viene a Málaga un 28 de febrero casualmente. Qué pedazo de día para reivindicar a través de una de nuestras raíces artísticas, el carnaval. Acabamos de despedir a Don Carnal y hay quien critica que cada vez se usa menos la fiesta para reivindicar. ¿Qué opinas? ¿Se hacen cada vez más letras para lograr el aplauso fácil y menos para ‘despertar’ al pueblo?

No creo que el carnaval cada vez reivindique menos, es un poquito tópico. Cualquier persona que lleve tiempo escuchando carnaval, apenas unas décadas, o cualquier persona que escuche el carnaval de épocas pasadas, sabrá que esta, como toda fiesta popular, tiene diferentes voces y temáticas en sus letras, desde la letra de exaltación o con regusto dramático, que gustan mucho al público, a letras románticas o críticas. Hablo del concurso siempre, en la calle la dinámica es totalmente diferente.

En los últimos años se está dando, de hecho, un repunte de letras agrias y cañeras. Creo que no recae tanto en la conciencia política de los autores o del grupo, que deciden qué cantar o qué no en muchos casos, sino que responde a unas dinámicas de efectismo en el concurso. No podemos olvidar que el Falla es un concurso, insisto. No podemos olvidar que las personas que concursan van con una intención competitiva de ir pasando de fase y ganar más puntos que los demás.

Esto depende del aplausómetro y el aplausómetro tiene modas. Ahora está de moda cantarle a la mujer, pues todo el mundo le canta a la mujer porque sabe que es un aplauso fácil de lograr. Eso no significa que las coplas sean mentira, pero sí que creo que hay que tener cuidado con intentar calibrar una copla de carnaval y su intención crítica o comprometida simplemente por lo que suena en el escenario.

Hemos visto claramente que las letras descarnadas, agrias y agresivas pinchan en la sensibilidad de la gente y consiguen un gran aplauso. Por eso los concursantes demandan esas letras... Es el público quien decide.

Siguiendo con el 28-F. Tu coro de este año es Andalucía de principio a fin. En Málaga estamos viendo muchas agrupaciones que traen al COAC un mensaje defensor de lo ‘suyo’, del legado de Málaga en muchos casos, pero también de Andalucía, como es el caso de Matria el año pasado –a los que llevabas en el forillo del coro–. ¿Está calando la corriente neoandalucista en nuestros concursos? ¿Lo ves cómo algo pasajero? ¿Viene para quedarse?

Está claro que está naciendo una corriente neoandalucista en diferentes movimientos artísticos y culturales, algo fuera quizá de los circuitos institucionales. Creo que tiene que ver más con lo simbólico que con lo social o lo político. No hay una corriente muy clara política.

En cualquier caso, Adelante Andalucía no deja de ser un fenómeno mucho más de las capitales, no tiene mucho arraigo en pueblos pequeños o en el campo, pero sí que hay unos núcleos de radiación de esa neolectura andalucista a través de la música, el diseño o el arte en general. Es muy interesante.

No sé decir si es una moda pasajera y estética, superficial. Como decía Gramsci, lo simbólico es capaz de abrir brecha para convertirse en un movimiento transformador y de renombre político que cambie las cosas. Seguiremos el caso con atención, pero no me atrevo a profetizar el futuro.

Ya que he mencionado a Málaga y que me consta que tienes grandes amigos aquí. ¿Qué piensas de ese autor que tiene recelo a mirar a otras ciudades y sus concursos? Hay mucho prejuicio en ocasiones, ¿no crees? Me consta que no temes en ver el COAC de Málaga y el año pasado te tragaste, de hecho, nuestro COAC completo al no coincidir en fechas con el tuyo por la Covid. ¿Es cuestión de mirarse menos el ombligo y disfrutar del carnaval a secas? 

Es una cuestión del grado de amor que cada uno tenga por las coplas. Si a ti te gustan las coplas del sitio donde naciste, seas de Málaga o de Cádiz, y eso es lo que te emociona, pues te miras tu ombligo siendo lo feliz que tú quieras con las pelusas de tu propio ombligo. Ojo, siempre mientras que no hagas daño a nadie ni desprecies a nadie. En ese caso, para ti tus pelusas.

Personalmente, mi amor por ese fenómeno maravilloso que son las coplas, me hace por supuesto tener mi epicentro en Cádiz, pero sigo con mucha curiosidad el fenómeno de expansión de las coplas. Cómo por ejemplo llegan a Uruguay. Es algo muy interesante. Sigo con cierto interés las murgas uruguayas, pero también carnavales periféricos andaluces, especialmente el de Málaga en la modalidad de comparsas. El año pasado, por el tema de la pandemia, no tuvimos carnaval en febrero y seguí todo el concurso de Málaga. Otros carnavales los sigo solo con curiosidad.

El de Málaga, como bien explica en su fantástico libro David Delfín, tiene unas particularidades especiales y una historia muy curiosa que sigo con mucho interés. Además, el Carnaval de Málaga se encuentra en una situación también especial con los momentos que se vivieron a lo largo del año pasado con el tema del patronato y la rebelión de quién tiene que organizar la fiesta. Es súper interesante. Evidentemente, también sigo el Carnaval de Málaga por lo artístico, lo sigo con verdadero interés, como digo, en comparsas, aunque también veo alguna murga.

"Sigo con mucha curiosidad el fenómeno de expansión de las coplas, de Uruguay a Málaga"

Me encantaría saber qué cosas te han gustado de Málaga en los últimos años con más detalle, si no es mucho preguntar.

Claro, especialmente te puedo decir del año pasado. A mí me fascina la comparsa Los Patronos. Creo que Jesús Guti hace cosas muy interesantes y con la Peña Er Dito tiene un grupazo que sabe defender todo lo que hace. Matria de Miguel Gutiérrez también estuvo muy bien. Se les recibió injustamente en un año tan anómalo como el pasado cuando vinieron a Cádiz. No sé decir si fue buena o mala idea venir aquí, la verdad. No porque la comparsa no valiera, sino porque el Falla estaba especialmente extraño

Tuve especial predilección el año pasado por la Comparsa de Maxi y Juani. Fui lector de Julio Verne en mi adolescencia y me transportaron a las Noches de Julio, como ellos decían. Y cómo no hablar de la Comparsa de los Niños, que es una comparsa que dentro de poco va a dar mucha guerra a los más grandes. Ya el año pasado con El País de Siempre Quizás presentaron una propuesta de lo más interesante.

No estuvo el año pasado, pero también tengo especial admiración a Dede Cortés y a la Comparsa de Alhaurín el Grande. A mí La Travesía me dejó verdaderamente impactado desde el momento que la descubrí. Sé que este año han vuelto, pero la verdad es que como he estado con el coro, la comparsa y la callejera no he podido escuchar nada de este concurso. Cuando pase el huracán escucharé cosas de otros sitios como las de los colegas de Málaga. Creo que se me olvidan algunos, seguro... ¡Ah, también me encantaron De bar en peor! Sigo más el concurso de comparsas, pero como murga ellos me encantaron también el año pasado, sí.

A una murga malagueña le han caído críticas por todas partes por el repertorio que ha llevado al Falla. Hablo de Sin Perdón --sin juzgar lo que ocurrió o dejó de ocurrir en los pasillos--. Otros carnavaleros gaditanos también han debatido mucho en los últimos días sobre el humor negro, tanto en el concurso como en las agrupaciones ilegales. ¿Dónde están los límites del humor en el carnaval? ¿Deben existir?

Siendo totalmente sincero no estoy al tanto de todo lo que ha rodeado a esta murga. No la he oído y tampoco tengo yo cuerpo como para comentar al respecto, pero sí tengo claro, aunque sea difícil hablar de ello en apenas unas frases, que los límites del humor están allá donde diga cada autor.

"Si alguien hace un tipo de humor que no me gusta, no lo oigo"

Yo como autor y como espectador pongo los límites en lo que me gusta y en lo que no me gusta. En lo que me agrada o en lo que no me agrada. Ahora, eso no significa que haya que ponerle límites al humor de nadie, ¿eh? Si alguien hace un tipo de humor que no me gusta, no lo oigo. No creo que en el carnaval haya que solicitar ningún tipo de censura. Tampoco hay que linchar a aquel que haga un cuplé sobre algo que no te guste o no te haga gracia. Cada cual tiene su propio límite. Por poner ejemplos, hay quien tiene un hermano gay y no quiere chistes sobre gais; si es feminista, no le hacen gracia los chistes sobre mujeres o suegras en general y el religioso dice que no quiere chistes sobre la Iglesia. Si todo el mundo pone límites, al final el carnaval no vale nada. En definitiva, límites ningunos al humor. Si ponemos líneas rojas todos, acabaremos atrapados en un sinfín de ellas.

A título personal, ¿cómo ha vivido el Chapa este carnaval? Sé que vives la calle intensamente. ¿Te atreves a hacer balance de un año tan intenso como este? ¿Con qué momento te quedas de esta edición?

Es tan complicado quedarme con solo un momento... Creo que tengo que digerir todo lo que ha ocurrido, porque he participado con la comparsa, pero también con el coro y ahora estoy viviendo la calle con mi chirigota callejera. Es muy pronto para hacer balance, acabó el concurso y empecé la calle, así que no me da tiempo a reposar lo acontecido, pero vaya, te adelanto que el balance va a ser seguramente positivo. Habrá que aprender cositas por errores que se han cometido, como siempre, y ya está.

Tus esclavos han quedado en segundo lugar. Ahí es nada. Tienes un grupazo que suena de categoría. Sin embargo, con buenos ingredientes no siempre se hace un buen puchero, hay que saber cocinarlo. ¿Cómo han sido estos dos años de carnavales con este grupo?

Se me ocurre utilizar una metáfora matrimonial para explicar cómo han sido estos dos años con el grupo. Creo que Los Renacidos fue nuestra luna de miel, esa en la que estábamos profundamente enamorados todos. Yo ya estaba enamorado de este grupo desde hace años. Fue una luna de miel maravillosa en la que todos lo pasamos muy bien y nos entendimos muy bien.

Los esclavos, en cambio, ha sido nuestra primera experiencia de convivencia doméstica a la vuelta de esa luna de miel. Ya nos conocemos más en el día a día. Sabemos las manías y las virtudes que guarda cada uno de nosotros. Seguimos igual de enamorados, pero ahora nos conocemos mucho más y aquella euforia de la luna de miel se ha convertido en otra cosa.

Ante aquellos que hablaban de comparaciones cuando se anunció que te quedabas con el grupo de Juan Carlos Aragón, ¿firmabas lo vivido estos dos años el día que saliste a escena con aquel ave fénix? ¿El Chapa de entonces confiaba en que todo fuese saliendo tal y como ha salido?

Si te digo la verdad, yo en el carnaval he aprendido a tener una actitud totalmente zen, no tengo expectativas por nada. Para mí el futuro no existe, solo me quedo con el 'ahora'. Uno puede tener deseos de que esto que te contaba en la pregunta anterior dure mucho, pero en realidad yo me dejo llevar por las cosas. Me dejo llevar sin demasiadas expectativas. Cuando comencé con el ave fénix, yo estaba concentrado en el Ave Fénix, no pensaba en nada más allá, ni en cómo iban a ser las cosas. Con los años he aprendido a que las ilusiones o expectativas de cara al futuro no me enturbien el presente.

"No tengo expectativas por nada en el carnaval, he aprendido a ser zen"

Para acabar… el tipo de Los Esclavos y su concepto daban para escribir ocho comparsas. ¿El Chapa ha tenido que ser marioneta más de una vez en su vida? ¿O ha cortado los hilos rápido siempre?

El tipo daba para mucho y podíamos haber hecho muchas cosas, es totalmente cierto. La dinámica de la libertad y de cómo ser libres en los tiempos que vivimos trasciende a un pequeñísimo, breve y modesto repertorio de comparsa... Ay, amiga. Creo que como todos, no soy un ser especial. Todos somos esclavos y esclavas, todos a veces escondemos la cabeza y nos sometemos como cobardes, pero también en ocasiones nos sentimos valientes y nos arrancamos las cosas que nos manipulan y nos sentimos más o menos libres.

Ese es el secreto de seguir aquí, en ser capaz de guardar el equilibrio entre las veces que uno tiene que agachar la cabeza y en las que dice 'hasta aquí hemos llegado' y no es capaz de soportar más una situación ya sea en el trabajo, en el amor o en las relaciones con la familia. En todo. Ese es el mensaje de mi comparsa. Yo ha habido momentos de mi vida, como te ha podido pasar a ti y a todos, que me he sentido esclavo y otros en los que he conseguido escapar y decir que no.