"Ya se divisa la playa, la gente de pronto estalla sabiendo que acaba y que el fuego la magia no apaga. Las caras se desmaquillan y los disfraces se guardan y desnudo aguarda el disfraz de la vieja rutina", escribía el año pasado Jesús Gutiérrez para una de las comparsas que han pasado a los anales del Carnaval de Málaga, Los Patronos. 

Desde que aquella cuarteta vio la luz en preliminares supe que siempre la recordaría en cada Entierro del Boquerón, ese momento en el que a todos los carnavaleros nos invade la pena, pero también la alegría de haber vivido otro carnaval cargado de momentos con los nuestros y con el ritmo del tres por cuatro por testigo. Con las llamas del boquerón, se funden también esos sueños que queremos que se cumplan antes de que llegue el próximo febrero.

Este año, volvía a repetirse esa peregrinación hacia la Playa de La Malagueta a partir de las cinco y media de la tarde. Cientos de personas arroparon desde Calle Larios al cortejo fúnebre más divertido de Málaga, que cruzó el Paseo del Parque y el Paseo de los Curas para adentrarse por el Palmeral de las Sorpresas y dirigirse, en línea recta, a su destino final, La playa de La Malagueta. Los turistas quedaban sorprendidos especialmente con el boquerón a su paso por el Muelle 1. "¿Es esto una procesión?", se preguntaban entre risas algunos de ellos.

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Como viene siendo habitual, el boquerón estaba diseñado por Fernando Wilson con una temática actual. Si el año pasado estaba rodeado de mascarillas y vacunas, en esta ocasión, la subida de los precios era el motivo principal del boquerón. "El gasoil por las nubes", "ahora ni a pan ni a agua" o "no es justo que todo sube, sube, sube, pero el Málaga baja" alguno de los lemas que rodeaban al animal moribundo.

Carlos Torres, actual presidente de la Fundación Ciudadana Carnaval de Málaga, reconoce que el balance de esta edición 2023 de la fiesta es "muy positivo" en conjunto y opina que las novedades han llegado para quedarse. "Creemos que con la fiesta de los 80 hemos dado a un sector de la población, que no se encontraba en la fiesta, su porción de carnaval. Al final, el carnaval es todo el conjunto. Los que son más de las agrupaciones de canto tienen su espacio, los que prefieren la gala drag o los dioses tienen otro y si les gustan más los grupos de animación, también", ha declarado. Así, cree que la noche de la Batalla de las Flores, "no cabía un alfiler por el centro", lo que le llevó a pensar que algo se estaba haciendo bien.

Los meses previos a la celebración del Carnaval de Málaga fueron bastante complicados por la incertidumbre que había en el ambiente tras los enfrentamientos de las asociaciones con el antiguo Patronato. Sin embargo, se llegó a un acuerdo entre ambas partes y juntos reconstruyeron el Patronato actual, conformado por siete personas del anterior y siete de las asociaciones. Así, en el trato constaba que antes del próximo carnaval la Fundación celebraría elecciones para elegir a su presidente de manera democrática.

Luis Bermúdez, presidente de la Asociación de Carnavaleros Malagueños y actual tesorero de la Fundación Ciudadana Carnaval de Málaga, reconoce que le dicen cómo iba a ser este carnaval hace unos meses y no terminaría de creérselo. "A pesar de que todo estuvo roto por un momento, la intervención de Porras y la voluntad de todos hizo que este carnaval fuese posible. Tenía mucha confianza en lo que queríamos hacer y además, veníamos del "otro lado". Sabíamos lo que queríamos potenciar y el ambiente y la ayuda de los patronos que ya había ha sido excelente. Hemos remado para el mismo lado ", ha explicado.

Sobre el COAC, Bermúdez sostiene que queda "hacer más pedagogía con los grupos", pero aseguraba que confiaba plenamente en el trabajo de sus compañeros a pesar del poquito tiempo que habían tenido. "Creo que ha sido un carnaval para recordar, con un margen de mejora increíble", ha dicho. El arquitecto del carnaval, como muchos lo llaman tras su puesta en escena con la Peña Er Dito el año pasado, ha confirmado a este periódico, además, que en 2024 su grupo, con Guti a la cabeza, volverá a las tablas.

Sin duda, es de admirar que al final la ganadora de esta 'batalla' ha sido la ciudad de Málaga, que se ha llevado otra magnífica edición del carnaval, muy organizada y con más público que nunca en sus calles. El año que viene, más y mejor, si Dios Momo quiere. ¡Viva el Carnaval de Málaga!