
Lagunas de Archidona.
La Laguna Grande de Archidona, en peligro por el cambio climático: al borde de ser un humedal estacional
Un estudio de la universidad Pablo de Olavide ha desvelado que el agua podría dejar de ser permanente en esta zona en las próximas décadas.
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En el corazón de la campiña malagueña, las Lagunas de Archidona resisten como uno de los refugios de agua permanente en Andalucía. Formada por dos lagunas, la Grande y la Chica, de aguas salinas y sulfatos domina un paisaje repleto de juncales y cerros, ahora se enfrenta a un nuevo peligro: el cambio climático y la presión sobre los acuíferos amenazan con transformar esta joya natural en una laguna estacional.
Declarada Reserva Natural, estas lagunas tienen un alto valor ecológico y paisajístico gracias al relieve alomado que las rodea, ya que está compuesta por verdes y húmedos prados salpicados de cultivos -almendros y olivos- y un encinar aclarado que viste las faldas de las sierras de Gibalto, San Jorge y Gorda, que se mezclan con quejigo, majoleto, escaramujo, tojo, retama, matagallo, espino albar y aulaga.
Al pensar en su fauna, como está repleta de bosque y matorral, cabe señalar que hay reptiles como culebras bastardas, culebras de escaleras, lagartos ocelados, salamanquesas comunes y culebras ciegas, aves como cernícalos vulgares, perdices comunes, palomas torcaces, tórtolas comunes, cucos, lechuzas comunes, mochuelos, chotacabras pardos, arrendajos y rabilargos y mamíferos como erizos comunes, conejos comunes liebres, zorros, comadrejas, ginetas y tejones.
En un estudio elaborado por un grupo de investigadores del grupo de Hidrogeología de la Universidad Pablo de Olavide ha confirmado que el cambio climático puede modificar la fisonomía de esta laguna, una de las pocas que mantienen agua de forma permanente.
En el interior de España, los humedales se secan en verano, en cambio las Lagunas de Archidona son más profundas por lo que han conseguido mantener su estabilidad hídrica. Sin embargo, al observar cómo podría evolucionar este humedal en distintos escenarios protagonizados por temperaturas extremas y sequías prolongadas, los científicos han llegado a la conclusión de que este ecosistema podría verse alterado en las próximas décadas.
La investigación no solo se ha centrado en las Lagunas de Archidona, sino que ha estudiado las zonas de Zóñar y Amarga, espacios protegidos en la Reserva Natural Lagunas del Sur de Córdoba, y Grande, que forma parte de las Lagunas de Archidona.
De esa manera, los científicos han descubierto que existe una alta probabilidad de que las lagunas Grande y Amarga se transformen en temporales. Zóñar, gracias a la descarga de aguas subterráneas, es la más resistente, manteniéndose inundada incluso en condiciones climáticas severas.
En este sentido, los expertos destacan la importancia de la profundidad y la conexión con manantiales para la resiliencia de los humedales. Por ello, proponen una serie de medidas como una regulación más estricta de la extracción de agua subterránea, la restauración de zonas degradadas y la implantación de modelos hidrogeológicos avanzados que permitirían anticiparse a los efectos del clima.
Otras medidas propuestas por los investigadores se centran en restaurar la vegetación ribereña para mejorar la retención de sedimentos aportados por la escorrentía; establecer perímetros de protección que se correspondan con las cuencas hidrológicas en los que no se permitan los sondeos ni cualquier otra actuación que suponga una sobreexplotación de los acuíferos; o incluso la adquisición pública de los terrenos privados limítrofes para poder modificar la actividad a un uso más sostenible.