Manuel Escalona con Mora, su perrita de búsqueda y detección.

Manuel Escalona con Mora, su perrita de búsqueda y detección. Alba Rosado

Málaga

De David Guerrero a Sara Essaid: "Málaga tiene 23 denuncias por desaparición activas"

Estas no se retiran hasta que pasen 101 años, según explica Manuel Escalona, coordinador provincial de la Asociación SOS Desaparecidos en Málaga.

15 enero, 2023 05:00

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Si es usted usuario de redes sociales, seguro que se ha cruzado con algunos de sus carteles que alertan de la desaparición de una persona en España. Estos acumulan decenas de likes y se difunden por cientos de perfiles para lograr hallar al desaparecido cuanto antes y en buen estado. Provienen de la Asociación SOS Desaparecidos, una asociación sin ánimo de lucro que nació en Caravaca de la Cruz, en Murcia, hace ya 13 años aunque ya estaba activa de manera extraoficial desde algo antes

Joaquín Amills fue quien la puso en marcha después de que su hijo no biológico, Joaquín Fernández, al que todos conocían por Junior, desapareciera el 11 de septiembre de 2008. Lejos de hundirse, creó la asociación para amparar a todas las familias de personas desaparecidas que vivieran su mismo dolor por la ausencia de un ser querido. 

Y desde entonces, la asociación, que está conformada ya por 32 personas de toda España, ha vivido muchas etapas diferentes. De hecho, hace menos de tres meses se incorporaba a la estructura de la asociación en Andalucía la figura del coordinador provincial. En el caso de Málaga, fue elegido el policía local Manuel Escalona que, ante la petición de David Guzmán, responsable de SOS Desaparecidos en Andalucía y policía local en Sevilla, no dudó un segundo en aceptar. Guzmán, precisamente, fue quien se empecinara en que los coordinadores provinciales pertenecieran a los Cuerpos de Fuerzas y Seguridad del Estado, algo que consideraba muy importante porque significaba "estar dentro".

Manuel Escalona lleva más de treinta años trabajando como policía local. Tras pasar por diferentes distritos, puesto que reconoce que no le gusta demasiado anclarse a un lugar de trabajo, ahora está adscrito al distrito Churriana-Aeropuerto, donde asegura que "no falta el trabajo". Además, por su propia cuenta, forma parte de la Unidad Canina de Rescate de Andalucía (UCRA) junto a sus perros Mora y Floki, sus dos inseparables amigos, una malinois de apenas 13 meses y un perro de agua, a los que entrena a diario.

"Empecé en todo esto porque creo que hay algo muy importante que cada vez se nos olvida más: la empatía. Me gusta poder ayudar siempre que pueda y si soy necesario en cualquier sitio, allá que voy", explica Escalona. Ahora forma parte de esta asociación que le eligió por su amplia experiencia y buen hacer. Ahora trabaja sin descanso para que los tiempos de búsqueda de un desaparecido disminuyan al máximo.

Reconoce que, de igual forma, la enorme labor que hacen las redes sociales y los medios de comunicación cada vez que se activa una alerta. Era algo con lo que hace diez años no contaban. "Ponemos una alerta y enseguida se viraliza por grupos de WhatsApp locales y, sobre todo, por Facebook. La gente está más pendiente porque se mueven muchísimo los carteles. La mayoría de alertas se desactivan gracias a la colaboración ciudadana", expresa. Así, también reconoce que los medios de comunicación cada vez son más conscientes de la importancia que tiene para la familia del desaparecido un simple artículo. "Creo que os tomáis este tema cada vez más en serio. La difusión en la prensa de los casos de desaparecidos ha variado mucho de unos años hasta ahora, hay más interés", explica.

23 alertas activas

Hace apenas unos días que acabó 2022 y en la asociación repasaron las estadísticas. En Málaga hay 23 denuncias por desaparición activas. La primera de la lista, la de David Guerrero, cuyo caso es conocido por todos como el del Niño Pintor. Su alerta se activó el 6 de abril de 1987, hace más de 35 años. "Y estará activa hasta que se cumplan 101 años desde su desaparición, tal y como indican los protocolos", explica el policía. 

Ante casos como el de David, incluso ante otros menos mediáticos, en los que pasan los años y no hay novedades, desde la asociación tratan de hacer trabajos de "refresco". Se vuelven a mover los carteles en redes sociales, se comunican con la familia ante la posibilidad de que la persona haya aparecido y no se haya retirado la denuncia... "Voluntarios hacen todo lo posible para reflotarlos. Y sirven estas tareas. Ha pasado algún caso en el que el propio desaparecido ve el cartel y llama a la asociación diciendo que está bien y que retiren el cartel", confiesa.

De los casos más recientes, que datan del año 2022, figuran dos casos, el de John Stiven en Torre del Mar y el de Sara Essaid en Mijas. Del primero, la principal hipótesis es que se pudiera marchar voluntariamente. Testigos le vieron con una mochila en un centro comercial del municipio las horas previas a su desaparición. De Sara, todo apunta a que podría estar en Portugal junto a su hermano. Pese a ello, el policía insiste a que "mientras no se retire la denuncia, todas las alertas permanecen activas".

¿Y tienen algún punto en común las desapariciones en la provincia de Málaga?, le preguntamos a Escalona, que responde que en el último año la mayoría de alertas que se han ido activando pertenecían a menores fugados o a personas que padecían algún tipo de problema de salud mental, "pero cada caso es un mundo". "No creo que la pandemia haya incrementado este tipo de desapariciones. Creo que se trata más bien de un conjunto de factores. La crisis, el paro, la situación familiar...", expresa.

Lleva poco tiempo en el puesto desde su llegada en noviembre asegura que ha podido trabajar en más de una decena de alertas en la provincia, pero reconoce que algunos casos anteriores a su llegada le han marcado porque son "raros". Trató de ayudar a la familia de Juan Carlos Aluz. Acompañado de sus perros, peinó la zona donde se detectó su móvil por última vez, pero ni rastro del hombre, al que se le perdió la vista en julio de 2021. "No dimos con ninguna pista, andaba mucho, pero por la ciudad. Era raro que estuviera por la zona del Limonar, porque no era una zona por la que anduviera con frecuencia. Llegamos incluso hasta a la zona de Rincón de la Victoria de manera extraoficial, pero nada", declara.

"Da rabia que este tipo de casos queden ahí, sin respuesta. La familia siempre agradece que vayas con un final feliz, porque traes de vuelta a casa a su ser querido, pero también agradecen hasta los finales trágicos, porque pueden descansar y despedirse de ellos", explica, mientras que recuerda con cariño una de sus últimas intervenciones en Colmenar, donde encontraron en buen estado a un desaparecido cuya familia se emocionó muchísimo con el feliz desenlace "tras muchas horas currando con los perros".

Las taras

Ante este tipo de casos, es inevitable preguntar en qué se falla. ¿Hay taras en los protocolos? Manuel Escalona está convencido de que sí existen. Cree que "cada minuto es oro en una búsqueda" y que uno de los principales fallos en el sistema es que se haga creer que no se puede denunciar una desaparición desde el segundo que se pierde de vista a la persona. "Nosotros en cuanto recibimos una llamada en SOS, recopilamos datos y a los cinco minutos la alerta está subida. Las primeras horas son fundamentales en una búsqueda y ya viene hasta recogido en los protocolos: las denuncias pueden llegar en el minuto cero", indica.

Manuel y su perra, Mora.

Manuel y su perra, Mora. Alba Rosado

Así, dada su cercanía a las unidades caninas, también cree que estas, o más bien los propios binomios, deben certificarse (perteneciendo a cuerpos de seguridad), puesto que en ocasiones su trabajo puede resultar contraproducente en una batida. "Si hay un binomio en un dispositivo que peina una zona y dice que no hay nada y finalmente sí que había algo, algo falla. Puede haber grandes perros preparados para buscar drogas, pero en una batida lo que tenemos que buscar es a una persona, no mercancía. Deberían existir binomios profesionales en labores de rescate que abran el camino, tanto el perro como el guía, que tiene que estar a la altura. Si nos activamos rápido, buscamos a una persona viva, que es algo fundamental", continúa.

Insiste en que es un importante detalle que los coordinadores provinciales de SOS Desaparecidos pertenezcan a cuerpos de seguridad. "Al final estamos dentro", dice, con algo de resignación. Reconoce que "si no fuera por la presión que meten colectivos como SOS junto a los familiares, algunos casos caerían en el olvido". "Es cierto que las administraciones están colaborando cada vez más, pero hay que ponerlas al día. Es lógico que en casos como el de Sandra Bermejo en el norte, que parecía que era ella el cadáver hallado, luego se publicó que no y finalmente que sí la familia esté pidiendo responsabilidades. Queremos que en los casos que se activen se trabaje más y se aparente menos", zanja.