
La pastelería francesa de Brach Madrid.
La pequeña pastelería francesa con buffet libre de dulces que acaba de abrir en plena Gran Vía dentro de un lujoso hotel
De inspiración vintage, con stands de esmalte blanco, invita a disfrutar del ritual madrileño del café acompañado de deliciosa repostería francesa.
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Acaba de abrir un hotel cinco estrellas en plena Gran Vía que representa el máximo lujo y esconde en su corazón una pastelería parisina que evoca a los tradicionales cafés madrileños.
La firma inmobiliaria parisina Zaka inaugura, bajo la marca del Grupo Evok Collection, Brach Madrid, su segundo hogar fuera de Francia. En el número 20 de la arteria principal de la capital, el nuevo hotel de lujo simboliza un reflejo de la esencia madrileña con el toque distintivo y moderno de su diseño interior, firmado por el renombrado Philippe Starck.
En un edificio de siete plantas construido entre 1919 y 1922 por el arquitecto Jerónimo Pedro Mathet Rodríguez, se alza Brach Madrid. Como curiosidad, en el solar donde se levanta, antaño se encontraba el Palacio de Masserano, donde vivió Víctor Hugo de niño. Por ello, entrar en Brach Madrid es como entrar en una casa particular, según indican desde el hotel en un comunicado.

Restaurant Bar. Brach Madrid
Así, inspirado en una visión de 1920 y 1930, el diseñador ha creado espacios únicos y poéticos, inexistentes hasta el momento, entre los que se encuentran 57 habitaciones —incluidas 4 suites—, un restaurante, un bar, una pastelería y un exclusivo spa de 400 metros cuadrados.
La apertura de Evok Collection en Madrid evoca los tradicionales cafés locales a través de su exclusivo cocktail bar. Decorado con grandes botellas de mimbre, similares a las usadas para añejar vinos catalanes como el Rancio, este detalle contrasta con los elegantes espejos que reflejan la cristalería, creando una atmósfera sofisticada y acogedora.
Sin embargo, la experiencia culinaria de Brach no se detiene ahí. En el corazón del restaurante, una pequeña pastelería parisina de inspiración vintage, con stands de esmalte blanco, invita a disfrutar del ritual madrileño del café acompañado de deliciosa repostería francesa: tartas de limón y merengue, Paris-Brest, éclairs y flanes cremosos, entre otras delicias.
Para el brunch de los fines de semana, el menú se amplía con un buffet libre de pasteles para compartir, incluyendo tarta tropézienne, kouglof y bizcochos. Desde el desayuno hasta la tarde, la pastelería ofrece una irresistible fusión de la tradición francesa con los sabores locales, una experiencia perfecta para disfrutar en el corazón de Madrid.
Viaje a los años 20
El hotel también cuenta con un restaurante que homenajea a los grandes cafés de Madrid, donde la gastronomía mediterránea se entrelaza con sabores del Medio Oriente, creando una experiencia culinaria única y exclusiva en un entorno que pertenece al pasado.
"Para mí, este restaurante encarna la imagen que el inconsciente colectivo tiene del gran café de Madrid en los años 1920", informa Philippe Starck en un comunicado. Paredes revestidas de caoba, techos de cuero trenzado, columnas revestidas de azulejos de terracota vidriada, gruesas cortinas tejidas en tonos beige, sillones de cuero natural y lámparas con pantallas dobles para suavizar la luz crean la atmósfera cálida, serena y con elegancia atemporal que destaca el local.
Otra de las piezas destacadas del restaurante es la cocina abierta. Creado por el chef Adam Bentalha, el menú es una extensión natural de la cocina española, que destaca por su enfoque en compartir y el uso de la parrilla, combinados con clásicos de Brach París.