Todo el mundo en Madrid que sabe algo de vinos o que le gusta un poco el mundillo conoce Lavinia. La famosa tienda de casi 1.000 metros cuadrados es un lugar único en la calle de Ortega y Gasset, en plena milla de oro madrileña, para saber más, para comprar un capricho, un regalo o simplemente para sentirte como en una biblioteca pero de botellas, años y conocimiento.

Sin embargo, Lavinia echa el cierre. Sus responsables han anunciado que han tenido un problema en la renovación del alquiler del local y el próximo 31 de enero será el último día en el que se podrá visitar el mayor templo de vino en Madrid capital.

Les quedan todavía dos tiendas físicas, una en La Moraleja Green y la otra en La Finca, una de las grandes apuestas de la compañía después de que se haya convertido este espacio en el mayor punto de lujo gourmet de España. "Es un proyecto ilusionante y ambicioso", tal y como lo definen sus responsables.

Imagen de la entrada a la tienda de Lavinia y su terraza. Lavinia

Pero Ortega y Gasset 16 cierra y los usuarios ya están lamentando su pérdida en las redes sociales. "Era como Disneyland para mí", aseguraba este viernes una sumiller en Twitter. "Termina un capítulo decisivo en la cultura y el comercio del vino en España", explicaba otro crítico gastronómico muy conocido en la misma red.

Y no sólo es el cierre de la mayor tienda de vinos de la capital, que cuenta con más de 4.500 referencias, algunas únicas, sino que sus responsables han precisado que "con gran pesar" este cierre implicará también el inicio de un proceso de expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a las cerca de 20 trabajadores de este espacio, según ha informado Europa Press.

El grupo Lavinia ha descartado también que después de echar el cierre definitivamente a su buque insignia vaya a intentar abrir otra tienda en la capital de estas condiciones porque el coste de la misma y las nuevas tendencias de consumo hacen más favorable un modelo con mayor peso de la actividad 'online', además de combinarla con otras tiendas más pequeñas y en lugares estratégicos para su negocio, como es La Moraleja o Pozuelo.

Interior de la tienda de Lavinia en Ortega y Gasset. Lavinia

El principal problema, según sus responsables, es cómo se han disparado los alquileres en la zona conocida como la milla de oro de Madrid lo que ha hecho imposible que se hayan puesto de acuerdo con los dueños del local en el precio de la renovación de la renta de una tienda enorme y en un lugar privilegiado.

Con esta circunstancia, la mejor decisión para el grupo ha sido cerrar, aunque fuera su tienda más icónica, y seguir con la actividad online que es la que más posibilidades de expansión tiene en estos momentos.

Además, si los clientes más fieles quieren seguir contando con el consejo, el calor y la amabilidad de quienes atienden en la tienda de vinos más conocida de Madrid, podrán acudir a sus otros dos puntos de venta que seguirán en las mismas condiciones.

Eso sí, quedan algo más de dos meses de seguir disfrutando de esta biblioteca del vino y por lo menos estará abierta durante las Navidades para seguir comprando regalos y joyas para los enamorados del mundo vinícola.